S. D. El asalto de Carolina Marín al que hubiera sido el primer Superserie del año quedó en eso, en intento. Bienvenido sea que la onubense regresa a las finales de estos torneos, como ocurrió en el Open de la India. El único ‘pero’ fue que, en el partido decisivo, ante la local Sindhu, cometió más errores de los previstos, que le llevaron a una derrota agridulce.
Que Carolina Marín ha vuelto queda patente con la disputa de la final, en un torneo en el que, en líneas generales, ha estado muy solvente, con esa lástima de que en la final fallara más de la cuenta. Por si fuera poco enfrente estaba Venkata Pusarla Sindhu, que tenía muchas ganas de tomarse la revancha de la final olímpica de Río de Janeiro, lo que consiguió ante su público en dos sets, 19-21 y 16-21, en 46 minutos.
Carolina no comenzó el partido como hubiera deseado. Con muchas imprecisiones y sin ajustar su juego, la iniciativa correspondió a la india, que se fue pronto en el marcador (1-6), para llegar al intervalo con 7-11. Aunque la onubense mantuvo el tipo y logró empatar a 16, y luego tomar dos mínimas ventajas (18-17 y 19-18), Sindhu pudo voltear la suerte de esa manga -y puede que del partido-, para acabar apuntándosela por 19-21.
De nuevo en el segundo set fue la local la que dio primero (0-4), para llegar al intervalo con una renta interesante: 7-11. Poco pudo hacer Carolina en el segundo tramo, máxime después de que Sindhu se colocara 10-15, desde donde cimentó el que iba a ser su triunfo en el set y en el partido (16-21).
No pudo ser para Carolina Marín que, pese a perder, se puede ir con la certeza de que su lesión empieza a estar atrás.