La palmerina Mercedes Aldana, cuando la escritura se convierte en la mejor de las terapias

Rosa Mora. Se disculpa por sus dotes literarias. «Sé que escribo como hablo, pero eso tiene su lado positivo, llega a la gente de una forma más fácil y se me entiende mucho mejor que, al fin y al cabo, es de lo que se trata», explica la onubense Mercedes Aldana en las primeras páginas de su libro Una vida cualquiera. 

Convencida de que todas las personas tienen una historia que merece la pena ser contada, la autora nos traslada que este libro va dedicado a todas ellas. «A las personas que habitan en nuestra vida cotidiana, a cualquiera. A esa dependienta de nuestra tienda habitual, al compañero de trabajo, a la vecina del tercero, a la peluquera que nos peina… a todas esa personas, porque cualquiera de ellas lleva consigo una historia compleja, algo distante a lo que quizás puedan aparentar». 

Natural de La Palma del Condado, Mercedes se confiesa una amante del arte en todas sus facetas. Formada en solfeo y piano en el Conservatorio Superior de Música de Badajoz, la autora de Una vida cualquiera ha trabajado durante más de 20 años como vidriera artística, oficio que le ha permitido dar forma y color a un material, el vidrio, tan frágil como su vida, como la vida de cualquiera. 

Aunque han pasado más de dos años, la palmerina habla de una fecha: el 14 de febrero de 2015, como el día en el que volvió a nacer. «Sufrí un accidente de tráfico en el que casi pierdo la vida. Era un sábado por la noche después de estar todo el día bebiendo, lo que mermó mis reflejos que no supieron reaccionar después de años conduciendo motos de gran cilindrada», explica Aldana. Consecuencia del suceso: un traumatismo craneoencefálico grave que le llevó a estar un mes ingresada en un centro hospitalario, el neurólogo le aconsejó escribir un libro «como ejercicio de psicomotricidad y mental«, cuenta a Huelva Buenas Noticias. «Y le hice caso -añade-. Este es el resultado». «Mi pasado y mi presente pueden servir de ejemplo a no seguir para la gente joven. A todos aquellos que conducen los sábado después de haber bebido o puestos de lo que sea…». 

Escribir Una vida cualquiera ha supuesto una verdadera catarsis para la palmerina. Un total de 85 páginas en las que Mercedes Aldana ha compartido sus pensamientos y experiencias vitales con la idea de sanarse interiormente a ella misma y, de la misma forma,  ayudar a los lectores que decidan sumergirse en su escrito. 

Tras donar ejemplares al Consistorio de La Palma del Condado y Bollullos del Condado, la autora novel, haciendo gala de una enorme solidaridad, donará lo recaudado con la venta de su libro a causas sociales.