HBN. Hay quienes relacionan la felicidad con la calma, la confianza, la tranquilidad, la honestidad, la amabilidad… virtudes todas ellas que la onubense Victoria Rodríguez –Marivi, como todos la conocen- es capaz de transmitir ya en los primeros segundos de conversación.
Nos recibe para hablar de la felicidad en el que [aunque lo dice a modo de broma] considera su propio hijo, su estudio. El espacio físico en el que pasa -y disfruta- la mayor parte de su día a día, y en el que, nos confiesa, es enormemente feliz.
La esperamos unos minutos pasada la hora concertada mientras se despide de una señora de mediana edad con quien, nos cuenta Victoria Rodríguez, responsable del centro ‘+ que pilates’ acaba de finalizar una sesión de terapia de movimiento. «Por el estado de ánimo con el que llegó la mujer que acaba de marcharse teníamos que hacer algo para conseguir que, a través de su cuerpo, su mente fuera a mejor. La anatomía está muy ligada a las emociones. Está todo muy relacionado», nos explica.
Bonariega de nacimiento, la onubense, que ha residido en diferentes ciudades como Huelva, Sevilla y Barcelona, se declara una apasionada del ejercicio físico. Diplomada en Magisterio por Educación Física y Licenciada en Actividad Física y Deporte por la Universidad Pablo de Olavide Sevilla, Victoria confiesa que ya desde muy joven sintió un enorme interés por el yoga [disciplina física y mental que se originó en la India], practicándolo desde entonces de forma habitual. Su primera toma de contacto con el pilates, sin embargo, tuvo lugar en Barcelona en donde comenzó a asistir como alumna a clases de esta disciplina. A modo de curiosidad fue Joseph H. Pilates quien ideó a comienzos del siglo XX este método -el pilates- para rehabilitar a soldados combatientes en la I Guerra Mundial, empleando para ello unas máquinas que él mismo había inventado.
Después de años trabajando en diferentes gimnasios -siempre le ha gustado estar de cara al público- y haberse preparado durante un par de años las oposiciones a docente, Victoria Rodríguez se sintió decidida a volar y apostar por un negocio propio.
«Ya mientras estudiaba en Sevilla les repetía una y otra vez a mis compañeras que mi ilusión era conseguir encontrar una forma de unir deporte con rehabilitación. Así, fue tras realizar un curso de la Federación Española de Pilates cuando me decidí a seguir este camino, y monté este estudio», nos explica la directora de ‘+ que pilates‘.
Y, desde entonces, no se ha arrepentido en ningún momento de la decisión que tomó. «Me gustan las pequeñas cosas y mi felicidad está aquí -refiriéndose al estudio-«, nos cuenta orgullosa. «Me hace feliz moverme, el ejercicio físico, el entrenar prácticamente todos los días, ya que intento predicar con el ejemplo. Y además me encanta la naturaleza, irme, aunque sean cinco minutos, a la playa, por la sensación de paz interior que me otorga, y lo mismo me pasa con el campo. Por otro lado, soy muy familiar. Desde que vivo fuera de casa echo mucho de menos a mi familia, ver feliz a mi madre me hace muy feliz«.
En relación al Día de la Felicidad, animamos a la onubense o mandar un mensaje a los lectores, decantándose la responsable del centro ‘+ que pilates’ por una frase que dice haber leído en redes sociales ‘Odiar es para flojitos, la gente fuerte ama, ama un montón’. «Cada vez que la veo me hace sentir más feliz. No hay que ser tan rencorosos o envidiosos. Cada persona tiene su vida, su camino y, al final, de lo que se trata es de que, si das amor, terminas recibiéndolo. El amor es un pilar fundamental, que te llevará a la felicidad seguro«.