Rosa Mora. «La educación es la mejor herencia que los padres le pueden dejar a sus hijos, es lo que los hará verdaderamente libres». Con estas palabras finalizaba nuestra conversación con el onubense Enrique Mateos Naranjo, científico convencido de la necesidad de invertir en investigación con el fin de que nuestro país cambie su actual modelo productivo «por otro más estable, y basado en investigación, innovación y desarrollo, que nos haga más independientes de futuras crisis económicas», explica a Huelva Buenas Noticias.
Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Sevilla, Mateos Naranjo reconoce que su vinculación con Hinojos, pueblo en el que ha crecido, enclavado en el pleno Parque Natural de Doñana, fue determinante a la hora de decantarse por unos estudios por los que a día de hoy siente una gran pasión. «Sin duda alguna, ser de Hinojos ha sido parte importante. Desde muy pequeño he tenido la suerte de estar vinculado a Doñana, sobre todo a su marisma y, en concreto, a la marisma de Hinojos. Provengo de una familia de pastores y ganaderos, que pertenecen a asociaciones ganaderas y a la Cooperativa Ganadera Marismas de Hinojos, donde desarrollan su actividad profesional en este ecosistema de Doñana, pero que además es un factor clave en el mantenimiento y conservación de este espacio, y ejercen un papel fundamental en desarrollo socio-económico de Hinojos. Estoy convencido que muchas de las cualidades que caracterizan a este colectivo de hinojeros, como son sacrificio, trabajo, constancia, conocimiento y respeto por la naturaleza, me las han transmitido y han sido un clave en mi trayectoria como biólogo y científico», nos cuenta el investigador.
Recientemente, Enrique Mateos Naranjo ha sido uno de los candidatos a los Premios Andaluces del Futuro, iniciativa destinada a reconocer a los jóvenes valores de Andalucía y dotarlos de una ayuda económica que les permita seguir ahondando en su formación y preparación. Un reconocimiento éste -el hecho de ser candidato- que se suma a destacadas distinciones que el hinojero ha recibido a la largo de su exitosa trayectoria profesional. En este sentido, el onubense ha sido distinguido con, entre otros galardones, el Premio Jóvenes Investigadores de la Real Academia Sevillana de Ciencias y la Real Maestranza de Caballería de Sevilla; el Premio Extraordinario de Doctorado de la Universidad de Sevilla; Mención de Visitante Ilustre concedida por la municipalidad de San Cristóbal, provincia de Santa Fe, en Argentina, durante la realización del proyecto de investigación ‘Evaluación del papel de las marismas de Espartina como sumidero de dióxido de carbono’; así como el Premio de Investigación Energética y Cambio Climático, concedido por la Agencia de la Energía de Sevilla, del Ayuntamiento de Sevilla.
Huelva Buenas Noticias ha conversado con este investigador, que ejerce además como docente en el Grado de Biología y en el Máster de Biología Avanzada de la Universidad de Sevilla. En estos momentos se encuentra involucrado en un importante proyecto que aborda la necesidad de cambiar y adaptar las prácticas agrícolas actuales para mitigar los efectos que el cambio climático tendrá sobre este sector estratégico.
– ¿Cuándo decidiste estudiar Biología? ¿Fue algo vocacional?
– No puedo decir que quería ser biólogo desde pequeño. De hecho, en algún momento tuve incluso grandes dudas sobre mi capacidad para estudiar una licenciatura, sobre todo en el último año de la Educación Primaria. Por suerte, mi madre siempre tuvo una fe ciega en mi capacidad y su fuerza hizo que superara aquella traba mental que me invadió durante ese año. En el instituto tuve la suerte de coincidir con grandes docentes, tanto de asignaturas de letras como de ciencias, que me ayudaron a madurar como estudiante y como persona. Durante ese periodo empecé a tener claro que quería estudiar algo relacionado con las ciencias, y sobre todo con la Biología.
– Y el dedicarse a la investigación, ¿Lo tuvo siempre claro?
– No, la verdad que no. De hecho no tomé la decisión de embarcarme en el desarrollo de mi Tesis Doctoral hasta justo después de mi último examen de la licenciatura. Durante el último año de carrera, en 2014, conseguí una Beca de Colaboración del Ministerio de Educación y Ciencia para colaborar en investigaciones que se estaban desarrollando en el Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Sevilla. Ese año tuve la oportunidad de vivir de cerca algunos de los aspectos relativos a la investigación. Recuerdo que cuando aprobé mi último examen pasé por el Departamento para decirles a los profesores que me habían dirigido la beca que ya era licenciado y, por supuesto, para darles las gracias por el tiempo que me habían dedicado, lo que había aprendido ese año y despedirme, ya que me había convertido en egresado. Fue justo en ese momento cuando me ofrecieron la posibilidad de solicitar una Beca Predoctoral dentro del Programa de Formación de Doctores de la Consejería de Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía para el desarrollo de una Tesis Doctoral en el ámbito de la Ecología Vegetal. Después de meditarlo con mi familia decidí solicitarla y, por suerte, la conseguí en diciembre de 2005.
– Como investigador ha abordado diferentes materias, ¿Qué proyectos destacaría de todos en cuantos ha participado?
– Es complicado cuando uno trabaja en algo tan estimulante como la ciencia quedarse con algo concreto. Pero quizás destacaría los dos últimos proyectos que hemos desarrollado, por lo que han supuesto para mi formación, por sus enormes aplicaciones y por la posibilidad que me dieron de colaborar y aprender de grandes científicos de otras áreas. Uno de ellos es el Proyecto de Excelencia ‘Estrategias ecológicas de bajo coste para la recuperación de estuarios andaluces contaminados por metales pesados. Rizoestabilización con plantas e inoculantes autóctonos, RNM07274′ financiado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía. Y el otro es el proyecto titulado ‘Evaluación de la capacidad desalinizadora de Arthrocnemum macrostachyum, RTA2012-00006-C03′ financiado por Ministerio de Economía y Competitividad, ambos desarrollados entre los años 2012 y 2016. Además destacar que los resultados de ambos proyectos han constituido el germen de las actuales líneas de investigación que estamos desarrollando en nuestro Grupo de Investigación que, por cierto, se llama Ecofisiología Vegetal Aplicada (RNM035).
– Trabajos con una importante aplicabilidad sobre el terreno.
– Hemos obtenido importantes resultados científicos con una enorme aplicabilidad para la conservación y gestión de diversos tipos de ecosistemas, aunque con especial interés en los ecosistemas de marismas. Además, hemos identificado recursos biológicos para la lucha contra la contaminación ambiental y la degradación de los ecosistemas, registrando especies -tanto de plantas como bacterias- con un alto potencial para la fitorremediación y fitorremediación asistida por microorganismos de ambientes contaminados por metales pesados, hidrocarburos y salinidad, siendo éstos algunos de los factores que ponen en mayor riego la salud de las personas y los ecosistemas. Los resultados de estos trabajos tienen un enorme potencial para el diseño de planes de restauración de áreas degradadas y la mejora de los planes de conservación y gestión de los espacios naturales protegidos.
– Además ha realizado aportaciones relacionadas con el cambio climático.
– El cambio climático es sin duda una de los grandes desafíos a los que se enfrentará la sociedad en los próximos años y, sobre todo, regiones del planeta como Andalucía, que por su posición geográfica y por su alta dependencia de sectores estratégicos altamente dependientes del clima como la agricultura y el turismo, serán muy vulnerables. Esta problemática ha hecho que desde el inicio de mi carrera haya sentido gran interés por este tema, habiendo tenido la oportunidad de realizar algunos trabajos relacionados con el Cambio Climático y su efecto sobre diversas especies vegetales, con la finalidad de prever alteraciones en sus patrones de distribución ante un nuevo escenario de incremento de CO2, de la sequía, de la temperatura y la degradación de suelos. Aunque sin duda estoy convencido de que las mayores aportaciones relacionadas con el Cambio Climático las realizaremos en los próximos años con el nuevo proyecto que estamos actualmente desarrollando en nuestro grupo de investigación.
– ¿En qué proyectos se encuentra trabajando en la actualidad?
– Actualmente estamos trabajando en varios proyectos, aunque el que copa la mayor parte de nuestro tiempo es el proyecto titulado ‘Las halófitas y sus relaciones rizosfericas; herramientas para la adaptación de la agricultura tradicional al cambio climático, CGL2016-75550-R (AEI/FEDER, UE)’. Se trata de un proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, dentro de la modalidad de Proyectos de I+D+I, Retos de la Sociedad. Es un proyecto que estamos liderando la Dra. Susana Redondo Gómez y yo mismo, que se inició en diciembre de 2016 y se ejecutará hasta finales de 2019, con un presupuesto total de 215.380 €.
– ¿Qué relevancia tiene este estudio?
– Este proyecto aborda una temática de máxima prioridad dentro de las políticas públicas de ciencia y tecnología, como es la necesidad de cambiar y adaptar las prácticas agrícolas actuales para mitigar los efectos que el cambio climático tendrá sobre este sector estratégico, y responder así a uno de los grandes retos de la humanidad, como es el garantizar las futuras demandas de recursos de la sociedad y mantener el sistema socio-económico, sobre todo en las áreas del sur de Europa, cuyos modelos productivos son muy dependientes de la actividad agraria. En este sentido, nuestro proyecto propone dicha adaptación desde dos puntos de vista. Por un lado, sustituyendo los cultivos actuales, que sufrirán grandes pérdidas de producción bajo una futura realidad climática caracterizada por falta de lluvias, elevadas temperaturas, o salinización de suelos, por plantas halófilas multifuncionales que han sido descritas como fuente de alimento, de aplicaciones biotecnológicas y farmacológicas, y cuyas características biológicas les permiten vivir en ambientes altamente estresantes manteniendo su producción.
Por otro lado, en nuestro proyecto estudiaremos las relaciones de estas halófitas con la flora bacteriana de su rizosfera para analizar el papel que las bacterias juegan en la tolerancia ambiental de estas especies, con el fin último de diseñar inóculos bacterianos -biofertilizantes- que aplicados a cultivos tradicionales les confieran una mayor tolerancia ambiental. Además pensamos que la adaptación de las prácticas agrícolas actuales a la futura realidad climática, mediante el empleo de halófitas y la inoculación con microorganismos autóctonos para mejorar el crecimiento de los cultivos, generará nuevas oportunidades de mercado para el sector agrícola como la producción de biofertilizantes ambientalmente seguros, por ejemplo, reducirá los costes derivados del consumo de agua, de los insumos de fertilizantes y las pérdidas de producción por eventos ambientales y potenciará el arraigo de las poblaciones de los núcleos rurales, sobre todo de aquellos con importantes extensiones de marismas como podría ser Hinojos, el pueblo en el que vivo.
– Por otro lado, a lo largo de su trayectoria ha recibido importantes distinciones como el Premio de la Fundación Real Maestranza de Caballería y la Real Academia Sevillana de Ciencias…
– Recibir estas distinciones han sido un motivo de orgullo y todo un privilegio, y por supuesto, un gran recuerdo para mí y mi familia. Pero también es un motivo de agradecimiento, de agradecimiento a todos aquellos compañeras y compañeros de los que he aprendido y con los que he tenido la oportunidad de trabajar. La ciencia es una actividad de esfuerzo colectivo por lo que cualquier distinción, como la que he recibido por parte de la Fundación Real Maestranza de Caballería y la Real Academia Sevillana de Ciencias, sin duda reconoce también el trabajo de todas estas personas.
– Premios que son el reflejo de mucho trabajo y sacrificio… ¿Qué valoración hace del trabajo de los investigadores actualmente en nuestro país?
– El nivel de las científicas y los científicos en España es muy alto, y se podría calificar como sobresaliente. Solamente hay que basarse en hechos objetivos, como son la calidad de las Tesis Doctorales y los proyectos de investigación que se desarrollan en nuestras Universidades y Centros de investigación. Esta calificación es más alta sobre todo considerando el contexto de austeridad en el que se hace ciencia en España, si lo comparamos con los niveles de inversión que se da en ciencia en otros países de nuestro entorno. Si queremos que nuestro país cambie su actual modelo productivo por otro más estable y basado en investigación, innovación y desarrollo, que nos haga más independientes de futuras crisis económicas, el enorme potencial humano que dispone debe ser apoyado con adecuados planes de financiación, que eviten el cierre de centros de investigación, la pérdida de proyectos y líneas de trabajo, o la fuga de nuestros investigadores, sobre todo de los más jóvenes que son el futuro.
– ¿Cuáles son sus aspiraciones?
– Cuando pasen los años me gustaría seguir diciendo que sigo disfrutando de mi trabajo como si fuera un hobby y levantarme cada día con ganas e ilusión por seguir aprendiendo y descubriendo cosas.
– ¿Quiere mandar algún mensaje a los lectores?
– Solamente agradecer a los lectores el interés mostrado por mi trayectoria y lanzar un mensaje de motivación hacia las familias, para que no duden en apostar por la formación de sus hijas e hijos, ya que la educación es la mejor herencia que les podrán dejar y es lo que los hará verdaderamente libres.
– Muchas gracias.
1 comentario en «El hinojero Enrique Mateos Naranjo, un reconocido investigador que destaca en el estudio de la conservación y gestión de ecosistemas»
Se habrán sorprendido de lo que es capaz este investigador. Muchos conocíamos su brillante trayectoria, pero aún así no deja de sorprendernos. Estoy seguro de que le quedan muchas cosas por conseguir y descubrir, por lo que hay que ayudarle en todo lo que necesite. Hay que aprovechar estos talentos que enorgullecen la ciencia y de rebote nuestro pueblo, Hinojos. Enrique, ¡ ADELANTE! sin mirar atrás.