A.R.E. Lucía Santos Pestaña tiene 26 años y es natural de Huelva, aunque desde enero de 2015 su lugar de residencia en Londres, una ciudad en la que la joven ha encontrado la estabilidad laboral que tanto ansiaba y que la motivó a salir de su tierra, ésa a la que profesa, según reconoce, un «amor incondicional».
Criada en el barrio de Verdeluz, Lucía estudió en el colegio Sagrado Corazón de Jesús, ‘Las Esclavas’, y en el IES Diego de Guzmán y Quesada. Estudió la Diplomatura de Enfermería en la Universidad de Huelva, ya que ser enfermera era su pasión y vocación desde pequeña. En este sentido, la sanitaria tuvo una gran influencia de su madre, también enfermera, pues para «mí ella siempre ha sido un ejemplo a seguir. Luchadora y dedicada a su trabajo y a su familia», explica la onubense.
Tras acabar la carrera, Lucía estuvo ‘picoteando’ en el plano laboral en varios centros onubenses, desde el Hospital Blanca Paloma al Juan Ramón Jiménez, pasando por la Clínica Los Naranjos, el centro Diaverum, la residencia de ancianos de Gibraleón, la residencia de personas con discapacidad ‘Cristo Roto’, ambulancias y hasta en el campamento de verano de la UHU.
Pero cansada de contratos de trabajo temporales o en prácticas, y en busca de una seguridad laboral y sentirse valorada, Lucía decidió probar suerte en el extranjero. Su primera opción fue la capital de Reino Unido, ya que se le daba muy bien el inglés y siempre le había llamado mucho la atención esta capital europea.
Después de dos años, la onubense está convencida de que tomó el mejor camino. Así nos lo cuenta en esta entrevista:
– Lucía, ¿dónde vives en Londres?
– Pues vivo en el barrio de Chelsea, lugar inmejorable y muy ‘posh’ como aquí le dicen. Londres es una ciudad ocupada e inmensa, no se sabe dónde acaba, siempre se vive con estrés y corriendo de un lado para otro. Pero sin embargo, es una ciudad que esconde muchos rincones, muchos escondites, mucho encanto. Te enamoras de ella cuanto más te pierdes.
– ¿Dónde trabajas en Reino Unido?
– Soy enfermera en el University College London Hospital, uno de los hospitales con más prestigio de la ciudad y referente en el ámbito de la Oncología. Actualmente me encuentro trabajando en Pediatría, ya que me encantan los niños.
– ¿Has tenido allí otros trabajos anteriormente?
– Sí, inicialmente llegué a Londres a través de una empresa de reclutamiento que fue a España (Madrid, donde hice la entrevista) e Italia, a entrevistar enfermeros para trabajar en un hospital oftalmológico del centro de Londres, Moorfields Eye Hospital. Así es que vinimos un grupo de unas 30 personas, todas juntas a trabajar en el mismo hospital. Actualmente sigo haciendo horas extras en ese hospital, quiero decir, que en mis días libres sigo trabajando allí. Además, también hago horas extras en un hospital privado, también oftalmológico, el London Eye Hospital.
– Si puedes comparar, ¿qué es mejor del sistema sanitario londinense en relación con el español y viceversa?
– Lo que más cabe destacar es el ratio enfermera-paciente. Actualmente, trabajando en Pediatría, una enfermera no debe tener más de cuatro pacientes a su cargo. Recuerdo turnos trabajando en España en los que tuve hasta alrededor de 40 pacientes a mi cargo, ¡una locura! Otro dato es la prevención, aquí hay muchas campañas de prevención de todo tipo de enfermedades (gripe, tests cervicales en mujeres jóvenes, etc.) y la verdad es que hacen bastante hincapié en todo ese aspecto.
Una cosa a favor del sistema español es la efectividad: si necesitas un tratamiento, lo tienes ya. En este país se andan mucho por las ramas, consultando a todo tipo de especialistas hasta proceder con las necesidades del paciente.
– ¿Y en relación a tus funciones?
– Las diferencias son abismales. Pongamos como ejemplo algo tan simple como la obtención de una muestra de sangre. A una enfermera en España la hacen obtener análisis de sangre desde sus primeras prácticas. En Reino Unido, necesitas hacer un «training» para todo. Una estudiante de Enfermería no podría sacar sangre hasta no obtener su título. Para poder sacar sangre, como ejemplo, necesitas hacer un cuadernillo relacionado con el tema, con millones de preguntas acerca de lo mismo. Una vez realizado éste, te lo corrigen y califican, lo revisan contigo y entonces es cuando procedes a practicar. Tienes que hacer alrededor de unas 10 prácticas supervisadas por alguien que ya haya obtenido ese training y, una vez realizadas, alguien de la comisión de formación viene a verte y a firmarte el libro, confirmando que ya eres apta para sacar sangre. Pues imagina eso con cada procedimiento o técnica de Enfermería. Es por eso que en Reino Unido siempre se ha dicho que las enfermeras españolas estamos muy bien preparadas, porque desde la carrera nos han enseñado a hacer todas las técnicas, sin embargo, aquí todo son policies, workbooksn y trainings.
– ¿Cómo fueron tus primeros días tras mudarte?
– Como ya he comentado, vinimos unas 30 personas a la vez a trabajar todos juntos, por lo que no estuve sola en ningún momento, cosa que se agradece. Recuerdo el día de mi despedida perfectamente, no creo haber llorado más en mi vida (todo ello en el aeropuerto), incluso vomité de los nervios y la ansiedad que tenía. Pero una vez llegados a Londres, todos empezamos a hacer un grupo muy bonito y se hizo bastante llevadero. Tuvimos lo que aquí llaman «induction» antes de empezar a trabajar, que es como un curso de adaptación, explicándote como funciona el hospital y el NHS y una introducción a la Oftalmología. Esas tres semanas de induction solíamos salir pronto, unas 30 personas a la vez, con lo cual todas las tardes eran de reunión de nuevos amigos, de conocer Londres y fascinarte con esta ciudad. Por lo que al estar distraída, conociendo país y gente nueva, fue muy gratificante y no se hizo tan duro.
– ¿El hablar inglés ha sido un problema?
– Para mí no, puesto que he estudiado ingles desde pequeña y mi nivel era bastante bueno. Sí que es verdad que durante estos dos años lo he ido mejorando y perfeccionando bastante. A día de hoy, considero que me puedo involucrar en cualquier conversación de cualquier tema e interactuar sin problemas.
– ¿Cuáles son, a tu parecer, los pros y contras de vivir en el extranjero?
– Pues, como siempre, hay de todo. A destacar favorablemente, las oportunidades de trabajo, la facilidad con la que cambiar de empleo si se desea. Y por supuesto, la flexibilidad y como te abre la mente, el poder viajar y conocer gente nueva, nuevas culturas y experiencias.
Como algo desfavorable, la soledad que a veces se siente por no tener a tu familia y amigos cerca y el idioma que a veces puede ser un impedimento.
– Hábleme de las costumbres inglesas, las que llevas peor y las que llevas mejor.
– Lo que peor llevo quizás son los horarios. Sales de casa siendo de noche y sales de trabajar siendo de noche. Comer en el trabajo es por ley. Eso de irse a casa a trabajar y más tarde entrar de nuevo, aquí no existe. De todas formas, tampoco daría tiempo. Al ser una ciudad tan grande, raro es que mínimo no tardes media hora en llegar a casa. Y por su puesto, el carácter de las personas. Son bastante frías, no me extraña, con el tiempo que tenemos y siempre trabajando, la gente no sonríe o no habla. En verano, el humor les cambia, todos son un poco más sociables de lo común. Y algo bastante destacable, son las horas de salir con amigos. En España lo normal es quedar sobre las 9 o las 10 de la noche para cenar, y más tarde ir a tomar alguna copa hasta bien entrada la madrugada. Aquí todos los pubs y locales están cerrados a eso de las 2 de la mañana, con lo que la gente empieza a salir sobre las 6 de la tarde, dado que a las 12 estamos todos volviendo a casa.
– ¿Qué opinas del Brexit? ¿Cómo piensas que te afectará?
– Pues ese es un tema del que no se habla mucho en este país, creo que ya están un poco arrepentidos por ver los cambios que se están llevando a cabo. Como enfermera, en lo que más me afectara, es que al no pertenecer más a la Unión Europea, los puntos para la bolsa de trabajo de Andalucía, dejarán de contar. Con lo cual, seguir aquí sería un poco inútil. La mayor parte de la enfermería que vive en este país está aquí prioritariamente para ir sumando puntos para las bolsas de trabajo de España; si dejase de pertenecer a la UE, eso pasaría a ser historia, por lo que estoy segura de que gran parte de la enfermería, al menos, volveríamos a España.
– Cuéntanos alguna anécdota que te haya ocurrido durante tu estancia.
– Pues estando aquí, he ido desde fiestas hasta, lamentablemente, un funeral. Pero si algo he de destacar, es el ir caminando por la calle, el metro o donde sea. Hablar con tu amiga o tu familia en español de algún tema fuera de lo común, pensando que nadie te entiende, y encontrarte a personas riéndose con lo que has dicho a tu alrededor. Es algo que he aprendido, nunca sabes quien te puede entender, ¡hay multitud de españoles en Londres! jajaja
– ¿Te has marcado algún objetivo o reto? ¿Cuáles son tus planes?
– Bueno, recientemente me he comprado un piso en Huelva. Era uno de mis planes, y en cuanto pude ahorrar algo de dinero me decidí a hacerlo. Para cuando vuelva, para mí. Laboralmente, me gustaría seguir ampliando mis campos. Ya he trabajado en Oftalmología y Pediatría y, en un futuro, por qué no, intentar otras áreas como Quirófano, que también me atrae bastante. Y más adelante, por supuesto, volver a España, siendo consciente de la situación y de que claramente quedarse en Huelva sería bastante difícil. Pero no me importa, así descubro otras ciudades de España, que también estaría encantada.
– ¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
– El mar, sin duda. Pasear descalza por la arena. Y la luz. Las horas de luz se notan muchísimo, y la claridad del sol también. Rara vez encuentras un día completamente despejado en Londres, casi siempre esta nublado.
– ¿Recomiendas a todo el mundo que viva un tiempo fuera de España?
– Yo creo que es una experiencia que hay que vivir. Muy enriquecedora en todos los aspectos. Te abre muchos horizontes, te ayuda a conocer otras culturas y te plantea muchas oportunidades. Pero también es cierto que es bastante difícil, al fin y al cabo está fuera de todo lo que hayas conocido previamente, y adaptarse a cambios tan grandes a veces puede resultar muy estresante. Bajo mi experiencia y mis vivencias, sin duda, volvería a hacerlo cuantas veces fueran necesarias.
– Para terminar: un mensaje a los onubenses.
– Mi mensaje para todos los onubenses es que por favor valoren su tierra y la cuiden. Tenemos un tesoro, hagamos a Huelva grande y no dejemos que nadie nos diga quién tenemos que ser. Presuman de su ciudad, muchos desde fuera la verían como un paraíso.