Mari Paz Díaz. La moguereña Victoria Domínguez Blanco es una joven de 27 años que, tras estudiar Arquitectura en la Universidad de Sevilla y un Máster de Gestión Integral de la Edificación, relacionado con la administración de empresas y gestión de procesos en el sector de la construcción, en septiembre de 2015 tomó la decisión de poner rumbo a Londres con el objetivo de encauzar su carrera profesional.
No fue una determinación fácil, pues siempre había vivido en su pueblo natal, Moguer, a excepción de los años de carrera en los que residió en Sevilla, y los veranos que disfrutaba en Mazagón de sus playas. Pero, después de varios meses de preparativos e incertidumbre, se marchó a la capital inglesa, una ciudad que le ha dado muchas oportunidades. Tanto es así que, desde hace un año y medio, trabaja en un estudio de arquitectura, donde asegura que «con esfuerzo voy alcanzando mis metas».
Una etapa que está disfrutando mucho, aunque, al mismo tiempo, intenta mantener el contacto con la familia y amigos, por lo que trata de regresar a Moguer cada dos o tres meses, especialmente durante el verano. Una experiencia vital única, tal y como nos cuenta en esta entrevista.
-Victoria, ¿por qué decidiste irte fuera?
–Cuando terminé la carrera de arquitectura apareció de manera inminente la pregunta: ¿Y ahora qué? Tomé todos los consejos de las personas que me rodeaban, por lo que en el año posterior hice un máster, recibí clases de inglés, solicité diversas prácticas, me inscribí en el plan de empleo joven y mil cosas más que soy incapaz de enumerar. Sin embargo, nada de lo anterior tuvo el efecto que deseaba, por lo que las ganas de progresar profesionalmente y la inquietud de vivir experiencias nuevas me llevaron a Londres, donde llevo un año y medio.
-¿Es tu primera estancia en el extranjero?
-Sí. Es algo que quería hacer en algún momento de mi vida, pero no había tenido una oportunidad clara para ello anteriormente.
-¿Cuál era tu nivel de idiomas al llegar?
-Mi nivel de inglés era un B2, que está muy bien para defenderse durante las vacaciones cuando viajas a otro país, pero no es suficiente para trabajar o realizar todas las gestiones diarias, como trámites de bancos, alquiler de una casa, etcétera. El idioma suele ser un hándicap a la hora de vivir y trabajar en otro país.
-Por el momento, ¿cuál es el balance de tu experiencia?
-Muy positivo. Es la mejor decisión que he podido tomar. Me siento realizada en el ámbito profesional, he ido alcanzando los objetivos que me he propuesto y disfruto cada día de esta maravillosa ciudad.
-Vives en Londres…
-Sí. Vivo en Londres, en la zona de London Bridge. Vine varias veces antes de mudarme y tengo que reconocer que la visión de la ciudad como residente es muy diferente a la del visitante. Cuando vienes como turista a Londres ves el centro de la ciudad en un momento determinado y parece que ya lo conoces. Sin embargo, cuando vives en ella, te das cuenta que es una ciudad que cambia cada día y que está en constante evolución. Suelo frecuentar zonas como Trafalgar Square y Regent Street, donde he vivido la celebración del año nuevo chino, un concierto de música clásica al aire libre, actividades relacionas con el futbol americano, todo tipo de exhibiciones… Nunca sabes qué te puedes encontrar.
-¿Cómo es vivir ahí?
-Obviamente, Londres es muy diferente a Moguer, mi ciudad natal. La primera impresión que tuve de Londres es que es una ciudad inabarcable. Es la más grande de la Unión Europea y tiene más del doble de habitantes que otras ciudades como Berlín. Recuerdo un día que quedé con una compañera de la universidad para tomar algo y tardé casi hora y media en llegar al pub. Tardas menos en ir a Sevilla a tomar un café desde Moguer.
Otro punto destacable para vivir en el centro de Londres es que es imprescindible adaptarse a las aglomeraciones, ya sea en el metro o en sus calles, en parte debido al turismo. Cualquier evento, como el encendido de las luces de Navidad en Oxford Street o el Carnaval de Notting Hill, es seguido por miles de personas. En Londres puedes encontrar un amplísimo abanico de ocio, todo tipo de musicales, teatros, museos (la mayoría gratuitos), restaurantes de todas las nacionalidades…
Es bastante difícil caer en la monotonía en Londres. Como aspecto negativo, decir que Londres es una ciudad bastante cara, sobre todo la vivienda y el transporte. En cuanto a las personas, lo que más llama la atención son lo educadas y correctas que son. Llega a ser algo contagioso y en solo una semana ya había incluido la palabra “sorry” (perdón) a mi vocabulario cotidiano y la empleaba decenas de veces al día. Sin embargo, en muchas ocasiones, echo de menos la naturalidad y espontaneidad de la gente que me rodeaba en España, o alguna que otra pregunta impertinente.
-¿Cómo es London Bridge?
-Está al lado del Shard (el rascacielos más alto de Londres). Está situado en la zona 1, zona centro, en la orilla sur este del Támesis, justo frente a la City, la zona financiera de la ciudad. Hay muchos pubs, restaurantes, una gran estación de tren, metro y, lo mejor de todo, es que está al lado del río, por lo que ofrece unas vistas maravillosas. Me siento privilegiada cuando salgo a correr y puedo observar todos los rascacielos con el Tower Bridge y la torre de Londres de fondo.
-¿Y sus habitantes?
-Muy variopintos. Cuando entablo conversación con alguien en Londres me suelo preguntar ¿de qué parte del mundo será? En Londres hay mucha gente que está de paso, otras de forma permanente, hay muchos británicos que son hijos de inmigrantes. Es una ciudad multicultural. Según te alejas del centro de Londres predominan los ingleses nativos. Al llegar, me propuse conocer gente de diferentes nacionalidades con el fin de practicar el inglés, pero, a día de hoy, la mayoría de mis amigos en la ciudad son españoles. Hay algo inevitable que nos une.
-¿Cuál es la imagen que tienen de España?
–España es uno de sus destinos favoritos de vacaciones. Cuando digo que soy de España creo que lo primero que pasa por sus mentes es un recuerdo bonito de un día soleado en alguna de nuestras playas.
-¿Qué estás haciendo en estos momentos?
-Trabajo en un estudio de arquitectura llamado BHD Architects, que está ubicado en Sevenoaks, a las afueras de Londres. Cada mañana cojo un tren que tarda media hora, que me lleva desde el centro de Londres a mi oficina. Mi horario es de 8.30 a 17.30 horas, con una hora libre para comer. En estos momentos trabajo con el equipo técnico y llevo a cabo varios proyectos de ejecución.
-¿Te has marcado algún nuevo objetivo?
-Intentar hacer mejor cada día mi trabajo, adquirir más responsabilidades y ver dónde me lleva todo esto. En Londres hay muchas oportunidades si eres constante y te esfuerzas.
-¿Qué piensa tu familia de tu aventura?
-Creo que al principio la vivieron con un poco de preocupación, pero ya saben que me he adaptado y disfruto con lo que hago, así que están contentos y orgullosos de la decisión.
-¿Y tus amigos?
-Mi mejor amiga no para de decirme que ya es hora de volver.
-¿Cuáles son tus planes futuros?
-No tengo planes a largo plazo. Creo que las prioridades van cambiando y en cada etapa valoramos de forma diferente las cosas. A corto plazo, mi idea es seguir en Londres.
-Por tanto, por ahora, no piensas volver a Huelva.
-Pienso volver a España, pero no creo que esto ocurra en breve y no sé a qué ciudad volveré. Siento que aún tengo muchas cosas que hacer en Londres, que puedo progresar aún más en mi trabajo y soy feliz aquí. El día que eso cambie, no dudaré en coger mis maletas y ver dónde me lleva el futuro.
-¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
-Mi familia, amigos, el tiempo, las coquinas, el jamón…, muchas cosas. Echo muchísimo de menos el verano en España, la posibilidad de ir cada día a la playa, porque el tiempo nos lo permite, y nuestras maravillosas playas de arena fina. Además, cualquier momento es bueno para sentarse en una terraza con amigos y charlar. En Londres hay que viajar al sur o al este para ir a la playa y la mayoría son de piedras. A eso tenemos que añadirle que solo hay unos cuantos días de temperaturas altas a lo largo del verano.
-¿Recomiendas a la gente salir un tiempo fuera de España?
-Sí, por supuesto. Es una forma de madurar, crecer personalmente y vivir grandes experiencias.
-Para terminar: un mensaje a los onubenses.
-Animo a todos aquellos que tengan la inquietud que salgan al extranjero. Es mucha la incertidumbre y el miedo al principio, por no saber cómo es la ciudad, si te adaptarás, las posibilidades reales de trabajo… Pero, al poco tiempo de llegar, estas dudas se disipan y empiezas a disfrutar. Si la experiencia no es lo que esperabas, la familia siempre está en casa esperándonos con los brazos abiertos.