Redacción. Reunidos en torno a una hoguera, inundaron de sones flamencos la navidad moguereña fusionando su pureza con instrumentos en principio ajenos al mundo del cante jondo como el violín, el piano o el acordeón.
Una sofisticación musical llena de fuerza y compás, que nos trasladó a los barrios de la Viña o Santa María, para rendirnos a la pureza y a la gracia genuina de estos gaditanos, que unían el cante con improvisados y jaleados bailes.
No solo cantaron ellos, también lo hizo el público, animado por un genial director de orquesta que los alentó a entonar conocidos villancicos que unieron a Moguer con Cádiz.
A este exquisito recital se sumó el grupo ‘Al compás de la Navidad’, una agrupación onubense integrada por varios moguereños, que volvieron a demostrar su maestría y su potencial vocal, abanderando un estilo musical muy personal que despertó la ovación del público. Una brillante representación de nuestra tierra, que contó además con la improvisada participación de la bailaora María Canea.
La concejala de Juventud Eva Rodríguez, responsable del área que ha organizado esta multitudinaria y exitosa actividad, no faltó a la cita y lo hizo acompañada por la edil Rocío Domínguez, con quien compartió este momento tan especial en un Moguer festivo que se echó a la calle para disfrutar del color y la animación que inundan las calles y plazas de la localidad.
Con una fiesta por bulerías el grupo Toma Castaña dijo adiós, llevándose a la Tacita de Plata el aplauso y la admiración de cientos de moguereños y moguereñas que no olvidarán el nombre de esta agrupación.