Mari Paz Díaz. Rafael Cerrejón es un onubense de 34 años de la Barriada de La Orden que, tras estudiar el Grado Superior de Desarrollo de Aplicaciones Informáticas (DAI) en el IES La Marisma entre los años 2005-2007, ahora trabaja como programador informático. Lo hace en un destino a cientos de kilómetros de su hogar, en Zürich, donde se encuentra desde el pasado año 2016. Un destino que es el resultado de un amplio bagaje profesional, que le ha llevado fuera de su tierra natal durante más de seis años y medio.
La primera vez que se marchó al extranjero fue en el año 2007, cuando consiguió una beca Leonardo en Berlín, ayuda a los estudios a través de la cual conoció a mucha gente y se le abrió la puerta del extranjero. A su regreso a Huelva, el joven estuvo trabajando en el Centro de Control de Tráfico de Huelva, examinando los semáforos de la ciudad. Era una labor interesante, pero tenía en mente el vivir fuera de España, así que en 2010 decidió marcharse a Berlín a buscarse la vida. En la capital alemana estuvo trabajando de programador en una empresa de marketing online.
Así fue hasta que la ciudad le pareció demasiado grande y agotadora. Una etapa que coincidió con el momento en el que conoció a una chica de la ciudad alemana de Colonia. Corría entonces el año 2013 cuando descubrió aquella ciudad, a la que solía acudir para visitar a la familia de su novia, hasta que finalmente le propuso a la joven mudarse a Colonia, una ciudad de la que desde entonces está completamente enamorado. Ella aceptó y Rafael encontró otro trabajo en Colonia, de nuevo como programador en una agencia online.
Tras unos años, el pasado 2016 cambió su destino, puesto que tras dejar aquella relación sentimental, le ofrecieron un puesto de trabajo en Zürich. Como estaba soltero y sin compromiso, este onubense aceptó la oferta y, desde octubre del año pasado, se encuentra en Suiza. Un cambio con el que se siente muy satisfecho debido a que en Zürich disfruta de una alta calidad de vida, trabajando como programador de una tienda online similar a ‘Amazon’, una empresa que está considerada la segunda más destacada de Suiza en este sector, y disfrutando de su nueva vida. Una experiencia que ha querido compartir con los lectores de Huelva Buenas Noticias a través de esta entrevista para ‘Onubenses por el Mundo’.
-Rafael, ¿por qué decidiste irte fuera?
-Supongo que por sed de aventura, las ganas de aprender idiomas, conocer nuevas culturas y gente interesante, por proyección laboral, sueldo, condiciones laborales y nuevas experiencias.
-¿Cuál era tu nivel de idiomas?
-Mi nivel de idiomas era inglés medio, hasta que tienes que trabajar en inglés, que te das cuentas que lo de inglés nivel medio es solo en España. Tuve que aprender inglés sobre la marcha. En el 2010 no se exigía tanto alemán como ahora, y menos en Berlín. Alemán lo fui aprendiendo con el tiempo, sobre todo cuando me mudé a Colonia y empecé a salir con una chica que no hablaba español -es la mejor forma de aprender un idioma. Ahora mismo, en mi empresa hablo 50/50 inglés y alemán, idiomas que hablo de forma fluida (por fin).
-¿Cuál es tu balance de la experiencia?
-Es una experiencia muy buena. Te pasan muchas cosas positivas en poco tiempo, aprendes el doble de rápido -laboral y personalmente- y es una aventura diaria. Vivir en el extranjero es una auténtica máquina de construir anécdotas y vivencias.
-¿Cómo es vivir en Alemania y en Suiza?
-Creo que no es tan diferente a España. La temperatura es más fría que en Huelva, pero no todas las ciudades en España tienen buen tiempo en invierno. En este aspecto, en Berlín el tiempo es horrible. En Colonia, no está nada mal y, en Zürich, está bastante bien: calor en verano y frío en invierno.
Después, a la hora de conocer gente, creo que es primordial saber el idioma. Entonces no resulta ni tan lento ni tan complicado conocer gente nueva. Igualmente, lo de salir del trabajo e ir a tomar una cerveza a una terraza con amigos -alemanes, suizos, españoles, coreanos, americanos o de dónde sean- y hacer un poco el payaso. Lo sigo haciendo sin problemas.
-¿Cómo es Zürich?
-Zürich es la ciudad más bonita en la que he vivido por ahora. Tienen un nivel de vida bastante alto, y nunca me deja de sorprender su nivel de civismo, la limpieza, calidad del agua y del aire, eficiencia del transporte, servicios, su oferta cultural…
-Y sus habitantes, ¿cómo son?
-Los suizos son gente simpática y amable, con un nivel de cortesía casi medieval. Personalmente pienso que en educación y respeto es mejor pasarse que no llegar. En general, gente bastante cercana. Igualmente los alemanes. Los tópicos sobre gente fría son como pensar que a todos los españoles nos gustan los toros.
-¿Cuál es la imagen que tienen de España?
-Tanto en Alemania como en Suiza no he sufrido casos de racismo. Nos consideran buenos trabajadores, positivos y alegres. Gente preparada, de confianza y gente que no da problemas en temas de integración o delincuencia. Así que, en general, una imagen bastante positiva.
-¿Qué estás haciendo en estos momentos?
-Me encuentro en el departamento de siroop.ch, que se encarga de relanzar una nueva arquitectura de software para mejorar todos los aspectos de la empresa y sus clientes.
-¿Te has marcado algún nuevo objetivo?
-Ya se me va apeteciendo sentar cabeza, así que creo que me quedaré un largo tiempo en Zürich sin mudanzas. ¡Quién sabe! Mi nuevo objetivo es escalar en mi empresa hasta convertirme algún día en el responsable del equipo general de programadores o dirigir el equipo de programación para plataformas móviles.
-¿Qué piensa tu familia de tu aventura?
-Al principio, supongo que como es normal, les dio miedo que me fuese a vivir a otro país. Pero, con el tiempo, se han acostumbrado y todo se ha normalizado bastante.
-¿Y tus amigos?
-Igualmente. Todos me ven como el loco que se fue a la aventura y no volvió, pero todo se ha normalizado con el tiempo y donde era oficialmente el alemán, ahora soy oficialmente el suizo.
-¿Cuáles son tus planes futuros?
-Por ahora seguir disfrutando de la aventura.
-Por tanto, no piensas volver a Huelva en breve…
-No, no entra en mis planes volver a España.
-¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
-Evidentemente, la gente: familia y amigos. Aunque debo decir que las nuevas tecnologías han acortado mucho las distancias (WhatsApp, Skype, Facebook). Hablo mucho con mi familia y amigos y ahora, con vídeo, así que parece que estás ahí. Esa inmediatez en la comunicación ayuda muchísimo.
-¿Recomiendas a todo el mundo que viva un tiempo fuera de España?
-Sí, lo recomiendo al 100%. Te llena mucho a nivel personal, por la gente que conoces, sus historias, aprendes a valerte por ti mismo, a buscarte la vida, idiomas y, en general, te abre mucho la mente. Te da otra perspectiva de la vida. Y en lo laboral, porque se trabaja mucho mejor, con mejores condiciones y con un sueldo mayor. Es simplemente esa tranquilidad. Siempre se habla de que en el extranjero solo se trabaja y trabaja, pero, en realidad, cuando tienes una estabilidad laboral, financiera y seguridad, es cuando el trabajo deja de ser un problema y pasa a un segundo plano para disfrutar de otras cosas de la vida.
-Para terminar: un mensaje a los onubenses.
-Viajad todo lo que podáis y lanzaos a conocer el mundo, porque las cosas materiales con el tiempo pierden valor, pero las experiencias y los recuerdos ganan valor.