R.F. Beviá / M.P.Díaz. La sociedad española quedó consternada con este caso, protagonizado por los hermanos Ruth y José Bretón Ortiz, de seis y dos años respectivamente, desaparecidos el 8 de octubre de 2011 en el parque Cruz Conde de Córdoba, cuando se encontraban con su padre, José Bretón, actualmente en prisión por este suceso. Una historia terrible, que ha tocado muy de cerca a los onubenses, teniendo en cuenta que la madre de los pequeños, Ruth Ortiz, es de Huelva, natural de San Bartolomé de la Torre. Una mujer valiente y luchadora que ha vivido uno de los hechos más duros que le puede ocurrir a una madre: perder a sus hijos, con el agravante de que fue a manos de su marido y padre de los niños. Un caso de violencia de género, llevado a un extremo incomprensible para cualquier ser humano.
En este aspecto, hay que recordar que Ruth conoció a Bretón a finales de 1998, cuando estudiaba Veterinaria en Córdoba. Tras cuatro años de relación, la pareja se casó en el 2002, separándose durante el verano de 2011, cuando él se trasladó a vivir a casa de sus padres en la capital cordobesa. A principios de octubre de aquel año, Bretón quiso pasar un fin de semana con los niños y vino a Huelva para recogerlos. Sería la última vez que Ruth vio a sus hijos con vida. A partir de aquí, todo cambió para Ruth para siempre.
Hoy, cuando se cumplen cinco años de aquel terrible episodio, Huelva Buenas Noticias ha podido conversar con la propia Ruth Ortiz, que nos abre su corazón en esta entrevista, donde esta onubense muestra una gran entereza, con el deseo y la necesidad de seguir luchando, pero siempre teniendo muy presente que algún día volverá a encontrarse con sus hijos.
-Ruth, ¿cómo vivió la desaparición de tus hijos?
-Desde el primer momento sabía que no volvería a verlos, salvo pequeños rayos de esperanza, sobre todo por los ánimos que me daba la gente que tenía alrededor, para los que aquello era impensable. Pero, en mi fuero interno, sabía que su padre tenía algo que ver con aquella desaparición.
-¿Cree que existe la maldad en el ser humano?
-Sí. Y así lo certificó el médico forense que le realizó a José Bretón el primer informe psicológico en Córdoba, puesto que presentaba algunos rasgos psicópatas, pero realmente no tenía ningún trastorno psicológico importante.
-¿Y la bondad?
-Todavía, a pesar de todo, pienso que la bondad también existe, por supuesto. Muchas veces me comentan que soy muy inocente, pero creo en la parte buena de la gente que me rodea. Sigo pensando que hay muchas personas que hacen el bien en el mundo. Luego, están las vivencias de cada uno, las experiencias que les haya tocado vivir. Sea como sea, confío y pienso que hay gente buena que puede compensar a la gente mala o a la maldad que hay en el mundo. Y, afortunadamente, creo que he encontrado a gente de buen corazón en mi vida.
-¿Cree en la Justicia?
-La justicia es la que tenemos y casi tengo que dar las gracias, puesto que, de alguna forma, se ha hecho justicia. Porque él está en prisión. Las circunstancias podían haber provocado que hubiera salido libre, podía estar en la calle si no se hubieran podido comprobar los hechos. Personalmente, pienso que debería instaurarse la Cadena Perpetua en España y que la gran mayoría de las personas lo cree así. No estoy de acuerdo con la pena de muerte, porque creo que nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de nadie, pero cadena perpetua sí. Y tampoco estoy de acuerdo con que los presos estén en la cárcel sin hacer nada de provecho. Pienso que deberían hacer alguna actividad de utilidad. Esto provoca que estemos manteniendo a gente que ha cometido delitos graves.
-Y de la Justicia Divina, ¿qué piensa?
-Pienso que la gente que hace el mal no tendrá la paz necesaria en esta vida, que todo lo malo que hagamos repercute negativamente en nosotros. Igual que si haces el bien. De alguna manera regresará a tu vida.
-¿Considera que hay otra vida después de ésta?
-Sí. Creo que hay otra vida después de esta. Estoy segura que es así, que es una vida donde hay mucha paz y donde la gente está mucho mejor que en ésta. Lo he creído siempre y ahora lo hago más incluso, porque pienso que todo tiene que tener un sentido, un porqué. Por este motivo, estoy segura que algún día me voy a encontrar de nuevo con mis hijos.
Es más, he estado hablando y leyendo libros de personas que han tenido una experiencia con la muerte y todos cuenta lo mismo: que cuando se da ese paso se siente una gran paz, una sensación bastante placentera. Así lo cuenta, por ejemplo, una joven de 14 años que estuvo al borde de la muerte, que asegura que en ese momento vino un niño más pequeño que le abrazó y le dijo que se iba a recuperar. Luego, cuando despertó y le habló de esa experiencia a sus padres ellos le dijeron que ese niño era un hermano que había fallecido antes de que ella naciera. Por eso la niña no lo conocía, porque nunca le habían hablado de él para que no sufriera.
-A veces es difícil encontrar la paz interior. ¿Ha logrado alcanzarla a pesar de todo?
-Es lo que todo el mundo busca. Poco a poco se consigue alcanzarla, con afán de superación, con ganas de seguir siempre adelante y de hacer cosas. Es importante estar ocupada y, sobre todo, no buscar la venganza, sino apoyarte en el cariño de la gente. Tenemos que estar preparados para todo lo que pueda venir y disfrutar de las cosas buenas que tenemos.
-¿Cuáles son sus principales apoyos?
-Mi madre y mi hermano, sin duda. En general, estoy bastante agradecida y feliz con todos los que me rodean y me ofrecen su amistad. Para mí, la amistad es muy valorable. Me irrita la gente que no sonríe, que se ve que no tiene esa paz interior de la que hablamos.
-¿Qué consejos le daría a la gente que esté pasando por un momento duro? Su caso puede ser un ejemplo para ellos.
-Les diría que hay que salir de ahí, que estar mal no lleva a ninguna parte. Conozco gente que ha perdido hijos, también por motivos bastante duros, pero tienen otros hijos o nietos y tienen que seguir adelante por ellos. No se puede pedir a la gente que el primer año de una gran pérdida se encuentre bien, porque nadie es capaz de hacerlo. Pero, poco a poco, con el tiempo se va poniendo todo en su sitio. Por eso, mi principal consejo es animar a la gente a que siga adelante, que piense en hacer cosas y que tenga la mente ocupada, que eso ayuda bastante. En mi caso, por ejemplo, intenté estudiar unas oposiciones, pero todo estaba muy reciente y no tenía capacidad de concentración, así que luego he hecho un Máster. Es importante hacer cosas. A partir de aquí, hay que mirar al presente y al futuro. A todos nos toca experiencias difíciles y hay que luchar para seguir adelante.
-¿Cómo está consiguiendo Ruth Ortiz seguir adelante?
-Ahora mismo estoy trabajando haciendo prácticas en una clínica veterinaria situada en Palos de la Frontera. Ojalá pueda quedarme una vez que finalice las prácticas. Anteriormente, estuve en la Delegación de Salud, en el área sanitaria, pero de salud humana, y en otra clínica veterinaria, donde me di cuenta que cuidar mascotas era muy gratificante, porque, para mucha gente, es la única compañía que tienen.
-En los últimos tiempos también la hemos visto apoyando diversos actos para concienciar contra la violencia de género.
-He colaborado con algunos actos, como ha sucedido recientemente en Córdoba, donde me pidieron que estuviera presente en un pleno, donde se hizo referencia a la violencia de género. Ahora estoy ayudando en algunas actividades de asociaciones de mujeres contra la violencia hacia la mujer. Es cierto que, anteriormente, también me lo habían pedido, pero no me encontraba bien. Por eso, ahora que estoy con más fuerzas, acudo para concienciar a la sociedad. Hay experiencias de mujeres muy duras, que también han perdido a sus hijos a manos de sus parejas y sus ex parejas. Mi consejo para todas ellas es que hay que seguir adelante, seguir luchando. Que nosotras tenemos derecho a ser felices, tanto o más que cualquier otra persona. Nosotras, como víctimas, tenemos derecho a vivir y a disfrutar de la vida.
-¿Cómo se siente en Huelva?
-Al principio pensé en irme por toda la presión de lo que había sucedido, que quizás en otra parte era más fácil sobrellevarlo. Tuve la posibilidad de irme a Madrid, donde conozco gente y donde tendría más probabilidades de encontrar un puesto de trabajo. Pero, al final, decliné, porque realmente me gusta mucho Huelva y es aquí donde está mi gente. Y quiero estar con la gente que quiero.
-¿Ha sentido el apoyo de los onubenses?
-Y lo sigo notando. La gente de Huelva me sigue saludando y me pregunta cómo estoy. Se nota el cariño que estoy recibiendo de la gente, sobre todo en Huelva. Tengo que agradecerles a todos esa atención que están teniendo conmigo. La verdad es que en esos momentos tan duros se agradece las muestras de apoyo. Tengo buena memoria y me acuerdo de toda la gente que ha estado ahí en este tiempo.
-¿Algún apoyo que recuerde de forma especial?
-Una ayuda que me sirvió bastante fue la de uno de los policías que llevaba el caso, que estaba pendiente de mí a todas horas. Siempre estuvo muy cerca y podía llamarlo a cualquier hora del día, las 24 horas, cuando yo me encontrara mal. Él fue siempre un apoyo muy importante. Me sentí muy acompañada por este policía, por lo que le tengo que dar las gracias, porque su apoyo me sirvió de mucho.
-¿Va a celebrar Ruth Ortiz la Navidad?
-Los primeros años os podéis imaginar la Navidad que pasábamos en casa. No celebrábamos nada, más aún teniendo en cuenta que los niños desaparecieron un mes de octubre, por lo que las fiestas navideñas siguientes fueron horribles. Pero, poco a poco, todo se ha ido normalizando y ahora sí tenemos Navidad en casa. Es una fiesta que siempre me ha gustado mucho.
-Para terminar, ¿cómo se plantea el futuro?
-Como he dicho, me gusta vivir en Huelva, de ahí que me gustaría encontrar un trabajo. A partir de aquí, el futuro me lo planteo trabajando e intentando tener una vida normal. Si algo he aprendido con todo lo que me ha pasado es a valorar lo que es realmente importante. Ahora sé relativizar lo que es un problema y lo que no.