Los onubenses piden que el antiguo edificio de Correos se convierta en un Museo Etnográfico

A.R.E. En la avenida de la Ría de Huelva pasa su letargo desde hace varios años una de las construcciones más emblemática de la capital onubense. El antiguo edificio de Correos sigue estoicamente en pie frente al nuevo Mercado del Carmen, comparando su silencio desde hace más de dos años con la agitada vida de la plaza de abastos. Se trata de otro de esos inmuebles dolientes de la ciudad, al que se está dejando morir poco a poco.

Ahora, más de seis años después de que la oficina de atención al público y las dependencias de reparto local de Correos y Telégrafos se trasladaran a la esquina de la avenida de Italia con la calle Sánchez Barcaiztegui y dos años más tarde de que se desalojara por completo el edificio –se quedaron en él hasta octubre de 2014 trabajadores del servicio burocrático-, la sociedad onubense ha alzado la voz para conseguir que este pedazo de su historia contemporánea tenga un nuevo cometido.

Las redes sociales está siendo el instrumento utilizado en esta ocasión para sacudir conciencias y hacer caer a los ciudadanos en que este inmueble, por el que ya pasan sin prestar mayor atención –se ha convertido en parte del paisaje dormido de la ciudad, hermoso e inerte- necesita que alguien hable por él antes de que, como ha pasado ya en diversas ocasiones por negligencias y desidias, sea demasiado tarde.

Uno de los ciudadanos que está prestando su voz al antiguo edificio de Correos es el poeta y abogado Ramón Llanes, quien ha formulado una petición que secundan muchos onubenses: poner en marcha un Museo Etnográfico de la provincia de Huelva en este espacio que enfila hacia la Ría.

La propuesta, que Llanes tiene pensado presentar al alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, y al presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, entre otras autoridades y expertos, como la arquitecta Alicia de Navascués, ha tenido gran acogida entre los vecinos de la capital, que la consideran acertada dada la inexistencia de un espacio de estas características en la provincia y la excelente ubicación que le otorgaría el que se pusiera en marcha en el antiguo edificio de Correos.

En palabras del poeta, “sería lo mejor que podríamos tener en la provincia, un Museo que recogiera el costumbrismo de la provincia: su cultura, imaginería, minería… se podría dividir por disciplinas y montar desde una escuela de antaño a una máquina antigua en un lagar, o una muestra de los trajes de nuestro folklore. El edificio es amplio y creo que podría caber todo esto. También se podría considerar que, en vez de en la provincia, se centrara sólo en la ciudad de Huelva: en su industria, mercadería, marinería, etc.”

El objetivo es remover en nuestra historia, en nuestra riqueza a todos los niveles, y reunirla y mostrarla de manera conjunta en este espacio. Y es que, como bien apunta Llanes, “la etnografía cuida y custodia los elementos que forman nuestro pasado y son una referencia para el futuro”.

Aunque aún no se ha conformado una plataforma ciudadana reconocida que lidere este proyecto, sí se ha planteado a través de redes sociales y diversos colectivos, como el de Poetas de Huelva por la Paz, cuyos 150 miembros ya difunden la iniciativa en sus numerosos actos, y los grupos de Facebook De Huelva me gusta… y Mi Huelva la Marinera.

Asimismo, el proyecto está abierto a la participación de todos los onubenses interesados, que pueden aportar ideas y fórmulas que llevar a cabo para que la iniciativa tome fuerza. “Queremos crear conciencia porque un Museo Etnográfico es importantísimo para la provincia de Huelva, para elevar su nivel de comodidad, cultural y fortalecer la economía de esta ciudad”, argumenta Ramón Llanes.

Partiendo de esta idea, Huelva Buenas Noticias ha preguntado a la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafo, propietaria del edificio, si tiene algún plan para éste a medio-largo plazo, a lo que la entidad ha respondido que “se están estudiando opciones para el futuro del inmueble”. Asimismo, ante el supuesto de que se le planteara una propuesta, el servicio postal ha afirmado que estaría dispuesto a negociar posibles usos, tanto para la edificación onubense como “en general para todos los inmuebles que en la actualidad no están en uso por diversos motivos”.

Así pues, parece que Correos no está cerrado al diálogo, aunque probablemente no será nada sencillo convencer al Gobierno –insistimos en que el inmueble es de titularidad estatal- de que lo destine al uso cultural que propone la sociedad onubense.

Recordemos que el antiguo edificios de Correos, de 3.384 metros cuadrados, se construyó en torno al año 1933, en tiempos de la II República. Se trata de un edificio funcional, de relativo interés arquitectónico, en el que lo más llamativo es el escudo de España de su puerta principal, que carece de la corona y el blasón de los Borbones y, muy especialmente, sus buzones de bronce con forma de cabeza de león. Estas esculturas fueron fundidas en la segunda década del siglo XX en los talleres de la Riotinto Company y decoraban la anterior sede de Correos en Huelva, sita en el Hotel París de la Plaza de las Monjas, hasta que fueron trasladados, como el propio servicio postal, a la avenida de la Ría.

Tras más de siete décadas atendiendo al público en este inmueble, la Sociedad Estatal decidió mudarse a la avenida de Italia en febrero de 2010, saltando entonces todas las alarmas en torno al futuro del edificio. Desde el Ayuntamiento de Huelva, IU presentó una moción al pleno, que fue aprobada por unanimidad, para que desde el Consistorio se instara al Gobierno a firmar un convenio para rehabilitar la edificación y darle una utilidad, volviendo a albergar servicios postales, de carácter social e incluso ambos a la vez.

Pero todo quedó en el aire, y en octubre de 2014 los escasos trabajadores y material de oficina que aún quedaban en el edificio de la avenida de la Ría se terminaron de mudar a otras dependencias, dejando el hasta entonces espacio postal completamente vacío.

Volvían de nuevo los rumores sobre su derrumbe y también las especulaciones sobre si Correos lo sacaría a subasta, como ya había hecho con otras propiedades que tenía en la capital. En relación al primer supuesto, la entidad estatal habría podido (de hecho aún podría) tirar el inmueble y levantar uno nuevo, siempre y cuando su altura no sobrepase la de los bloques de alrededor.

Por otro lado, una de las posibilidades que el Ayuntamiento se planteó por entonces para evitar la supuesta desaparición de la construcción fue modificar el planeamiento urbanístico para incluirla en el catálogo de Edificios, Elementos y Espacios de Interés de la Capital, es decir, protegerlo en base a su valor patrimonial. Pero, quizá por la compleja y extensa burocracia que ello suponía, el Consistorio no dio este paso, por lo que el antiguo edificio de Correos no está sujeto a ninguna catalogación en la actualidad.

Ésta es, en resumen, la trayectoria de la antigua casa postal de Huelva, una construcción que ha compartido la misma suerte que otras muchas de la capital, como el Banco de España, el cuartel de la Guardia Civil del Paseo Santa Fe o el Colegio de Ferroviarios. Pero afortunadamente la sociedad onubense está despertando y azuzando a las instituciones correspondientes para que rescaten este patrimonio silencioso que, aún escasamente conservado, e incluso en ruinas en algunos casos, sigue formando parte de la identidad y la historia de la ciudad de Huelva.

Ahora, tras haberse quitado las cabezas de león de su fachada, muchos onubenses, han mostrado a través de las redes sociales su desconcierto y descontento por este gesto.