Mari Paz Díaz. La licitación de la explotación de una parcela en la zona logística de Majarabique en Sevilla ha situado en plena actualidad la actividad de la Autoridad Portuaria de Huelva y su papel como epicentro estratégico en el sur de la Península Ibérica. Una cuestión que, aunque pueda parecer un debate novedoso, no lo es. Porque son varias las investigaciones que han puesto de manifiesto en diversas ocasiones que el Puerto de Huelva se configuró como uno de los soportes económicos más destacados de épocas tan prósperas como el Imperio Romano. Unos trabajos que se vienen desarrollando en el marco del proyecto denominado ‘Del Atlántico al Tirreno (Deatlantir)‘, cuyo objetivo es poner en valor los puertos atlánticos y lusitanos durante la época romana y su relación con Ostia Antica (Roma).
Un estudio en el que participa el Doctor en Historia Javier Bermejo Meléndez, profesor del Área de Arqueología de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Huelva, que se ha centrado en conocer cuáles fueron las infraestructuras portuarias de las que disponía Huelva (Onoba Aestuaria) en el Imperio Romano. Un trabajo en el que esboza algunas de las características más destacadas del Puerto onubense en esta etapa histórica, convirtiéndose en uno de los pilares económicos del Imperio, una posición privilegiada debido, en gran parte, a la riqueza minera de la provincia, si bien, también influyó «la topografía del entorno, con especial atención a los típicos cabezos onubenses, lo que permitió el desarrollo de un sistema de canalizaciones tan necesario para este enclave».
Un análisis que Javier Bermejo ha venido realizando tras acabar la Licenciatura de Historia y desarrollar una etapa formativa e investigadora posterior centrada en la época de la Roma clásica como miembro del grupo ‘Urbanitas’, que dirige el catedrático de Arqueología Juan Manuel Campos. En concreto, tal y como nos cuenta, «mi tesis doctoral estuvo centrada en el mundo urbano romano de Arucci (Aroche), a partir de la cual me fui incorporando a otros trabajos, como el Plan General de Investigación de Huelva, que tiene el antecedente del propio Juan Campos y la tesis del historiador Salvador Delgado, unos ensayos que son referentes a la hora de describir el importante papel del Puerto de Huelva en la Onuba Romana».
En este marco, este profesor de la Onubense viene participando en un proyecto de I+D+i para describir la actividad portuaria de Onoba Aesturia con una visión global que incluye otros puertos atlánticos de esta época en las provincias romanas de la Bética y Lusitania, es decir, Cádiz, Sevilla, Faro y Mértola, sin olvidar el caso onubense, del que, gracias a estas indagaciones, se han descubierto nuevos detalles que vienen a responder a muchos interrogantes sobre esta etapa histórica.
«A día de hoy, sobre el Puerto de Onoba conocemos muchos detalles. De manera preliminar, podemos afirmar que contó con dos áreas bien diferenciadas: una pesquera, que ocupaba la actual calle Vázquez López y la Plaza de las Monjas, y otra conservera dedicada a la comercialización de los productos que se llevaban hasta Roma, que estaría situada en las calles Fernando El Católico, Palos, 3 de Agosto y Cardenal Cisneros. Un espacio del centro histórico de Huelva en el que se instalaron importantes infraestructuras económicas, como factorías de salazones, entorno a las cuales discurría el poblamiento urbano», apunta el investigador.
Un hallazgo de enorme interés al que añade que «con las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en las últimas cuatro décadas se ha podido confirmar que la zona de servicios portuarios es donde se encontraría una arquitectura más monumental, un área administrativa y de almacenamiento situada en la Plaza de las Monjas y calle Vázquez López, como hemos apuntado, con edificios que pondrían de manifiesto el enorme control que ejerció el Imperio Romano sobre las minas onubenses. Incluso, hemos podido certificar la existencia de funcionarios, los llamados procuradores, enviados a Huelva por el emperador de Roma, cuya función era inspeccionar los recursos minerales de la pirita».
Un área situada en el epicentro de la ciudad, al final de la cual estaba la necrópolis sur. Un espacio que, tal y como confirma a Huelva Buenas Noticias este Doctor en Historia, «haría las veces de espigón natural, delimitando con el barrio pesquero a través de una pequeña ensenada o bahía natural donde recalaba la flota«. Es decir, que en la provincia onubense se unieron dos de las grandes actividades económicas desarrolladas por los romanos: la pesca y la minería. Dos sectores claves que se unían en el Puerto de Huelva.
Es cierto que algunas de estas conclusiones aquí expuestas se han puesto de manifiesto en otras ocasiones. Sin ir más lejos, la existencia de una fábrica de salazones en Huelva capital fue un hallazgo que tuvo lugar durante una serie de excavaciones llevadas a cabo en la ciudad en los años setenta. Sin embargo, Javier Bermejo ha tenido la oportunidad de desvelar otras peculiaridades muy llamativas sobre Onuba Aestuaria: «Como elementos singulares de la investigación actual podemos afirmar con una base sólida la existencia de un faro en Huelva, una novedad muy relevante no sólo en el contexto arqueológico onubense, sino también a nivel internacional, teniendo en cuenta que son muy escasos los faros de esta época que se conservan en el resto del mundo. Una baliza que se encuentra bajo el Convento de las Agustinas de Huelva. Este dato es conocido gracias a las excavaciones realizadas en los años noventa por parte del Servicio de Arqueología de la Diputación Provincial, aunque no ha sido hasta ahora cuando se han podido revisar estas referencias e interpretar las nuevas hipótesis. Un trabajo que ha certificado que en el subsuelo del Convento de Santa María Gracia de Huelva hay un faro, de unos 15 metros de altura, cuya función sería el balizamiento del Puerto de Huelva».
Unos restos de los que se conserva la cimentación y el basamento, realizado en sillares, vestigios que actualmente se encuentran soterrados en el Convento. Para valorar su importancia, Bermejo apunta que «existieron muchos faros en el mundo mediterráneo y atlántico, pero son muy pocos los que se conservan desde un punto de vista arqueológico, de ahí el interés de esta infraestructura onubense, cuya funcionalidad fue muy destacada».
Tras estas conclusiones aún por publicar, este proyecto de investigación continúa trabajando para ir desvelando más conocimientos de la estructura de la ciudad. Todo ello con el objetivo de «comprobar la importancia del Puerto de Huelva como un elemento clave del sistema económico del Imperio Romano como salida natural hacia el océano Atlántico. Un entramado que no sólo era importante desde el punto de vista pesquero, sino también como distribuidor de piezas de cerámica hacia otros puntos como África o Francia». Una zona portuaria con una enorme actividad en la Huelva de hace 1.500 – 2.000 años, que se encuentra bajo el casco histórico de la capital.
Con todo, este historiador asegura que, como se puede comprobar, «el área portuaria se encontraba más al interior que el Puerto actual, lo que nos permite confirmar que la línea mareal o costera onubense ha ido evolucionado mucho, fundamentalmente por el aporte de los conocidos cabezos, que han ido colmatando estas áreas de marismas bajas, como sucede en calles del centro de Huelva como Miguel Redondo o Palacios, entre otras».
Revelaciones del Dr. Javier Bermejo Meléndez, a su vez vicedecano de Ordenación Académica de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Huelva, que nos lleva a una época de esplendor del Puerto de Huelva, un espacio que en la actualidad sigue siendo un punto fundamental para la economía de Huelva, al tiempo que continúa reivindicando su papel presente y futuro.
2 comentarios en «Confirmado el hallazgo bajo el Convento de las Agustinas de Huelva de los restos de un faro portuario de la época romana»
Enhorabuena a HBN y a Mari Paz Díaz por un fantástico artículo.
Extraordinario y fascinante.