G. D. Otro empate insuficiente. Por lo que supone en la cuenta de resultados y por lo que se vio en el terreno de juego. 0-0 que puede considerarse escaso premio, poca recompensa para lo mucho o poco que se vio en el Nuevo Colombino pasado por agua, pero en el que sólo un equipo, y ese fue el Recre, pudo/debió llevarse la victoria.
Vaya por delante que sin que el partido vaya a pasar a los anales de la historia por su fútbol, sí se vio lo justo y necesario para que los puntos se quedaran en casa. Pero otra vez, otra maldita vez, la mala puntería, la falta de pólvora, la escasez de gol, llámenlo como quiera, se puso por delante de un Recre cogidito con alfileres eso sí, pero que se faja, pelea y busca con ahinco lo que por ahora se le niega. Lo comprobó, lo sufrió vamos, en Mérida, y de nuevo se dio de bruces con su cruda realidad ante La Hoya Lorca.
Por partes. Porque poco hubo en un primer tiempo, en el que ya el Recre empezó a dar mejores sensaciones. Sobre todo en los compases iniciales, en los que tuvo alguna llegada. Aunque luego se fuera diluyéndose y acabar con demasiados errores, facilitando la tarea defensiva de un La Hoya Lorca cómodo durante todo el periodo.
Juan Manuel Pavón, otra vez en la grada al no poder sentarse en el banquillo, como estaba previsto dio entrada de salida a Ubay Luzardo en detrimento del sancionado José Alonso, y además hizo otro cambio con respecto al partido de la semana anterior en Mérida: Fran Machado por Antonio Domínguez.
La puesta en escena en la lluviosa mañana onubense fue positiva para el Decano quien, con un Antonio Núñez incisivo y participativo, llevó las riendas del choque ante un rival parapetado atrás en espera de que el chaparrón -del Recre- amainara. No fue un vendaval, pero al menos el Decano hizo ver a Dorronsoro en un par de acciones con Antonio Núñez y Fran Machado como protagonistas.
Claro que la mejor ocasión llegó al cuarto de hora, en una buena jugada elaborada por los onubenses que culminó Iván Aguilar introduciendo el balón en la portería lorquina, pero el colegiado, el extremeño García Gómez, entendió que el delantero recreativista había hecho falta y no dio validez al tanto.
Puede que esa jugada fuera un punto de inflexión en ese primer tiempo, ya que el Recre perdió un poco ese control del juego y cedió terreno a su oponente, que siguió estando muy cómodo en el campo, saliendo de vez en cuando pero sin llegar a crear ocasiones de gol ante Arturo Cordero.
El Recre, de todos modos, también siguió intentándolo, más con el corazón que con la cabeza, con el batallar de Antonio Núñez y las pinceladas de calidad de Miguelito. Pero con la pólvora insuficiente como para alterar las pulsaciones de Dorronsoro. El 0-0, visto lo visto, fue lo más justo.
Cambió el panorama en el segundo tiempo. Insisto, no es que fuera nada del otro mundo, pero al menos emergió la figura de Miguelito, de largo el futbolista con más influencia en el juego de ataque del Decano. De sus botas -bueno, de su cabeza porque primero hay que pensarlo- salieron los mejores balones, traducidos en ocasiones que, ¡ay, ay!, otra vez se malograron.
Puede que ayudara un poco que el cuadro murciano dio un pasito al frente en la continuación. No llevó nunca la zozobra al marco de Arturo, pero al menos su presencia se hizo más frecuente por sus inmediaciones. Claro que las pocas veces que tuvo que intervenir el de Moguer, ahí estuvo,
Pero la realidad del partido jugó en el otro área. Con Miguelito al timón, y mucho más cuando Rubén Mesa saltó al campo, el Recre sí llegó con peligro. Aparte la sensación de poder marcar, el gol se escapó por poco en varias ocasiones, todas con el denominador común de Miguelito. Porque en él estuvo el origen de una jugada en la que la pelota se paseó por delante de Dorronsoro (73′), sin que Rubén Mesa llegara in extremis como fue su deseo.
Y también en la jugada que, de nuevo, acabó con el balón en la red del cuadro murciano, ésta vez gracias a una excelente culminación de Mesa. Lo malo fue que el árbitro entendió que el delantero madrileño estaba en fuera de juego y no dio validez a la acción (76′). Dudoso.
De ahí al final, aparte de un par de contra del Lorca, abortadas por la zaga y portero recreativistas, el juego se inclinó del lado onbense, que de manera contumaz buscó el portal de Dorronsoro, sin la fortuna/acierto necesarios para culminar esas acciones.
No llegó ese ansiado gol que, con seguridad, hubiera hecho más justicia a lo visto en Huelva, acabando todo con ese empate a cero que sigue dejando al Recre en zona de descenso. Valga como consuelo que el equipo, al menos, deja mejores sensaciones. Sólo le falta ahora que los goles lleguen.
RECREATIVO: Arturo Cordero; Iván Robles, Bonaque, Ubay Luzardo, Javi Cantero; Jesús Vázquez, Rafa de Vicente (Manu Torres, 89′); Antonio Núñez (Antonio Domínguez, 78′), Miguelito, Fran Machado (Rubén Mesa, 62′); Iván Aguilar.
LA HOYA LORCA: Dorronsoro; Pina, Molo, Antonio López, Pomares; Poley, Bustos; Javi López (Carlos Martínez, 58′), Noguera (Borja Martínez, 89′), Urko Arroyo (Onwu, 70′); Chumbi.
Árbitro: Manuel García Gómez (colegio extremeño). Mostró la cartulina amarilla a Jesús Vázquez (53′) y Rafa de Vicente (82′), por el Recreativo; y Pina (37′) y Antonio López (66′), por el La Hoya Lorca.
Incidencias: Partido correspondiente a la 15ª jornada en el grupo IV de Segunda B jugado en el estadio Nuevo Colombino.
