De Bollullos a Cataluña, una mirada a la cartografía artística del onubense José Manuel Albarrán

Rosa Mora. Lo suyo fue atracción a primera vista. El artista onubense José Manuel Albarrán nos cuenta que aún recuerda el día que, buscando a su padre, entró en el estudio del conocido pintor bollullero, Fernando Carrasco Ferreira. Las dos manos le bastaban entonces para decir su edad, pero ya entonces -con unos diez años- comenzó  a adentrarse en el mundo del arte, primero de forma autodidacta.

La carpintería fue su primer oficio, empleo que compaginó con sus estudios en la Escuela de Arte León Ortega de Huelva y, posteriormente, con la realización del Grado en Bellas Artes que cursó en la Universidad de Sevilla.

En lo que a su trabajo se refiere, José Manuel Albarrán reconoce beber e inspirarse en otros artistas plásticos, aún así señala como referentes la pintura Gerhard Richter, Jackson Pollock, Willem de Kooning, Turner y Kandisky, entre otros.

Repasar el currículo artístico y enumerar todos y cada uno de los reconocimientos que ha recibido el onubense en certámenes celebrados en diferentes puntos de la geografía nacional, e incluso de Portugal, resultaría demasiado extenso. Remitiéndonos sólo al presente año, el artista bollullero ha obtenido el primer premio en la X Bienal Salao des Artes Vidigueira, en Portugal; el primer premio en el  24 Premio Internacional Telax de Reus, Tarragona; así como el primer premio en el VIII Certamen Nacional de Pintura Escultura de San Bartolomé de la Torre.

Las obras de José Manuel Albarrán están presentes en colecciones de Ayuntamientos como el de su localidad natal, Bollullos del Condado, así como en colecciones de los Consistorios de Lora del Río, Coria, Tomares, Gibraleón o Villanueva del Gallego en Zaragoza, entre muchos otros. También sus trabajos forman parte del legado de fundaciones de todo el país, del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, y de un gran número de centros culturales.

En cuanto a sus proyectos actuales, José Manuel Albarrán destaca la muestra que prepara en la Galería Antonio Pinyol, en Reus. Aprovechando esa próxima cita nos adentramos en la trayectoria del artista onubense.

– Hablemos de sus comienzos, ¿Cuándo empieza a interesarse por el mundo del arte?
– Recuerdo que tenía unos 10 ó 11 años cuando llevé el desayuno al trabajo de mi padre, que trabajaba en la construcción y en esos años estaba restaurando la casa-estudio de un pintor de Bollullos al que todos conocían como Ferreira. El olor a pintura y el ambiente que envolvía aquel espacio donde el artista trabajaba era algo mágico y que produjo una sensación difícilmente explicable y que hizo que me iniciara en la pintura de manera autodidacta. Empecé trabajando en un taller de carpintería a los 15 años sin dejar de lado mi afición a la pintura. No fue hasta el 2008 cuando empecé mí formación académica, primero en la Escuela de Arte León Ortega de Huelva y luego haciendo el grado en Bellas Artes en la Facultad de Sevilla. En 2012 estando todavía en tercero de carrera, cerré mi taller de carpintería, terminé el grado e inicié mi andadura dando clases de pintura en talleres municipales o en mi estudio, y presentándome a los diferentes concursos de pintura o exposiciones individuales y colectivas.

– ¿Alguien cercano a usted que le influenciara en sus comienzos?
– La cercanía de mi casa al estudio de Ferreira y la sensación plácida que producía el tiempo que duraba el descanso de los trabajadores, que yo aprovechaba para estar mirando y escuchando al maestro pintor Fernando Carrasco Ferreira -nacido en Bollullos del Condado el 8 de marzo de 1925-.

– Hay quien prefiere no ‘etiquetarse’ pero, ¿Cómo definiría su estilo?
– Las primeras referencias que me interesaron fueron la de la época de los impresionistas. La necesidad de captar la luz y las sensaciones del momento. El tener que hacerlo del natural y al aire libre, me interesan la pintura de Gerhard Richter, Jackson Pollock, Willem de Kooning, Turner, etc… para expresar mi idea .

– ¿Algún autor de referencia?
– Aunque normalmente son de otros artistas plásticos de donde nos nutrimos todos, desde hace algunos años mis referentes son autores que reflexionan sobre el arte y sobre todo el arte contemporáneo actual, ‘El concepto como arte’ de Sol Lewitt, ‘Arte y Archivo, 1920-2010 Genealogías, Tipologías y Discontinuidades’ de Anna María Guasch o ‘La gramática de la Creación’ de Kandinsky, uno de mis preferidos.

– ¿Cree que su obra ha evolucionado con el paso de los años?
– De forma indiscutible el paso del tiempo nos hace evolucionar, con la incertidumbre, de si es para bien o para mal. En estos momentos creo que estoy en el camino en el que quiero estar, por lo demás pienso que será el tiempo y otros los encargados de responderla. Desearía una evolución para mejorar.

– Y en cuánto a técnicas, ¿Con cuáles se siente más cómodo?
– Me resulta útil emplear varias técnicas, sobre todo cuando empleo el collage. La apropiación de diferentes materiales que no están destinados para la creación artística, pero cuando se utiliza para este fin, cambia su sentido y significado, lo que ya hacía el maestro Marcel Duchamp, entre otros.

– ¿Cuáles son sus fuentes de inspiración?
– Siempre he estado influenciado por el paisaje y actualmente sigo fiel a esta disciplina, aunque también me interesa trabajar el bodegón, con referencias a Giorgio Morandi, para que os hagáis una idea.

– Hay quien considera que en la provincia no se mima demasiado la cultura, ¿Qué piensa al respecto?
– Estamos muy influenciados por los medios y sobre todo por los que se preocupan por tenernos entretenidos. No sé donde desembocará todo esto, pienso que una persona entretenida no piensa ni se cuestiona otro tipo de planteamientos y menos culturales. Este tema es para una minoría, pero gracia a que existen, hay esperanza…

– Sus obras han sido expuestas en numerosos y variados espacios de todo el país, ¿Qué exposiciones o trabajos destacarías?
– Tengo buenos recuerdos de muchos de ellos, pero destacaría el último trabajo que tendré el gusto de presentar  el 11 de noviembre en la Galería Antoni Pinyol de Reus, donde me concedieron el primer Premio Internacional de Pintura en el certamen organizado por esta prestigiosa galería de Cataluña. Una muestra especial también porque será la primera vez que expongo individualmente en este tipo de espacios.

– A lo largo de su trayectoria ha recibido además diversos reconocimientos y ganado destacados certámenes ¿los más especiales?
– El primer Premio Nacional de Pintura Ciudad de Ayamonte (Huelva, 2010) y el primer Premio de Pintura de La Universidad de las Ciencias y el Trabajo de Huelva, en 2009.

– ¿En qué proyectos se encuentra en estos momentos trabajando?
– Estoy muy ilusionado con el proyecto que presento en la galería Antoni Pinyol, que lleva por título ‘Stage Built’ (Cartografía de un paisaje). Es un trabajo que está inspirado en la representación de un paisaje a través de proyecciones de sombras -sombras chinas-. Se trata de una la construcción mental basada en la experiencia visual de un paisaje donde, el modificar su morfología natural, me lleva a construir una nueva una representación a modo de teatro sobre un escenario.

– ¿Cuáles son sus aspiraciones?
– Disfrutar de las experiencias que me ofrece este camino, que he decidido tomar y seguir compartiéndolas.

– ¿Le importan los juicios externos que puedan hacer a su obra?
– Me tomo en serio todos aquellos juicios constructivos, siempre que vengan de un conocimiento de lo enjuiciado.

– ¿Puede vivir del arte?
– Si hablamos de tema económico, no es fácil, como en casi todo. Pero no me imagino mi vida sin el arte.

– ¿Algún sueño que cumplir?
– Soy un soñador, es lo que me mueve y pienso que también al resto de seres humanos. Cuando se cumple uno, hay que tener preparado en la mochila otros muchos sueños. El más importante para mí, y no sé si podré conseguir algún día, es poder aportar algo al arte y los demás.