S. D. Manuel Dardet, en la clase óptimist, y la pareja compuesta por Pablo Flethes y Manuel Páez, en 420, todos de Puerto Sherry, fueron los vencedores de la IX Regata Concesionario. Organizada por el Real Club Marítimo y Tenis de Punta Umbría (RCMTPU) por deferencia de Carlos Santos resultó un enorme éxito de participación, y al mismo tiempo que estuvo marcada por la calidad de los regatistas. Campeones de Portugal, España y Andalucía dieron lustre a una edición que ya está en los anales de la historia del club por todo lo que ha significado.
Cerca de 100 embarcaciones de la clase óptimist tomaron parte en el evento, que se desarrolló en el transcurso del pasado fin de semana. A ello hay que sumar la participación de diez embarcaciones 420 que completaron un fin de semana inolvidable, ya que la disputa por los primeros puestos, tanto en una clase como en la otra fue una lucha de principio a fin. Al margen de todo eso, lo competitivo en sí, hay que añadir la convivencia de más de 150 deportistas y las atenciones exquisitas del club y del propio concesionario. “Todo perfecto”, fue la expresión más escuchada al término de la regata.
Clubes de Portimao, Puerto Sherry, Puerto de Santa María, Sevilla, Trocadero, Isla Canela, Huelva, Sanlúcar y los dos de Punta Umbría formaron parte del espectáculo.
En óptimist el triunfo final fue para Manuel Dardet, de Puerto Sherry; Beatriz Gago, de Portimao fue segunda, cerrando el podio Felipe Sánchez, de El Puerto de Santa María. Pepe Toronjo, del RCMTPU, fue cuarto; su hermano Nacho se clasificó en séptimo lugar y Pelayo Infante, también del club de Punta Umbría, fue décimo tercero. Teniendo en cuenta el altísimo nivel de los deportistas, los resultados para los representantes del club puntaumbrieño fueron excelentes.
En cuanto a la clase 420, el triunfo se lo adjudicó la pareja formada por Pablo Flethes y Manuel Páez, de Puerto Sherry.
En el acto de premiación se sortearon dos velas y por gentileza de Carlos Santos, gerente del restaurante del club, tanto los protagonistas como los familiares pudieron degustar una barbacoa que es otra de las tradiciones de una regata que ha vuelto a poner el listón muy alto de cara a la décima edición de la misma.