S. D. El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer arranca en la tarde de este martes la pretemporada de la campaña 2016-17. Tras el trabajo individual previo seguido por los jugadores, el técnico Javier Socías inicia las sesiones en grupo para preparar el debut liguero del próximo 25 de septiembre ante el Balonmano Los Dólmenes en el grupo F de la Primera Nacional.
La pretemporada del PAN Moguer será la de las oportunidades para muchos jugadores, que pelearán por hacerse con un sitio en el primer equipo y competir en la categoría de bronce nacional. De momento en plantilla están Emilio Guerrero, Fran Garrido, Dani Podadera, Gonzalo Álvarez, Javi González, Alejandro Jiménez, Álvaro Quintero, Fernando Sánchez, Isaac Cumbreras, Pablo Cumbreras, Antonio José Rodríguez, Sergio Rodríguez y y Salva Piosa.
De los jugadores de pasadas campañas también comenzará a trabajar con el grupo Dani Domínguez, mientras que Alejandro Capelo está lesionado y tiene por delante un largo proceso de recuperación. Desde Lepe vienen para probar suerte en Moguer Fran Muriel y Sergio de Dios, mientras que buscarán demostrar lo que valen los juveniles de la cantera amarilla José Manuel Griñolo, Pablo Márquez y Daniel Amador, todos ellos jugadores de primera línea, y el extremo Antonio García.
Dani Domínguez, que no contó con minutos la campaña anterior, ha indicado que se encuentra “con muchas ganas de empezar la nueva temporada y dejar atrás el mal sabor de la pasada. En lo colectivo espero que el grupo siga dándolo todo como en los últimos años. La ilusión es la misma de siempre».
En su opinión la temporada pasada el equipo se fue con la sensación de que “se podría haber hecho algo más, pero se cumplió el objetivo que se marcó a principios de año”. El nuevo va en la misma línea y el extremo moguereño ha opinado que “debe ser no descender pero lo más arriba de la tabla posible” a las órdenes de un Javier Socías al que “conozco de hace mucho y en estos meses de verano lo he visto muy cercano con los jugadores”.
En el caso de Alejandro Capelo, que padece una lesión en el hombro derecho, le tocará trabajar para recuperarse y estar listo para reaparecer si todo va bien en enero, todo un regalo de Reyes que esperan él y sus compañeros. “Esta temporada la espero con paciencia, ya que no podré incorporarme hasta dentro de unos meses. Ahora lo que queda es hacer muy buena recuperación para volver a tope”, ha explicado Capelo, que está “con muchas ganas” de reaparecer.
Mientras tanto ha podido disfrutar este verano como técnico del equipo infantil de balonmano playa, que ha sido campeón de España, de la Copa Andalucía y el circuito Arena 1000. “No sé si tengo madera de técnico, pero uno intenta ponerle muchas ganas y he disfrutado mucho con los chavales, que son estupendos”.
Uno de los nuevos es Fran Muriel, hijo del atleta lepero Francisco José Muriel ‘Oché’, que colecciona títulos y medallas en la categoría de veteranos y que de joven jugó también al balonmano. Fran tiene 19 años, mide 1,95 metros y pesa 110 kilos y puede actuar tanto de lateral como de pivote.
Sus características físicas vienen muy bien al equipo, necesitado de alguien de su talla tras la salida de José Jiménez. “Creo que tengo buen lanzamiento exterior, aunque no soy muy rápido”, ha señalado Muriel, que prueba suerte por primera vez fuera de Lepe. “La verdad es que ya Moguer me había llamado unos años antes, aunque no creía oportuno ir porque todavía era muy joven, pero este año no le podía decir que no”, ha explicado el joven, que como jugador del Balonmano Lepe ha mantenido “una rivalidad muy directa con el PAN durante todos estos años en la lucha por ir a los Campeonatos de Andalucía”.
“Me gusta que en Moguer desde el ayuntamiento apuesten por el balonmano ayudándole en lo económico y me han dicho también compañeros que existe un bloque muy unido y con una buena relación”, ha expresado el jugador lepero, que se marca como meta “adaptarme bien al grupo e intentar ayudar al equipo lo máximo posible y creo que en un principio el objetivo colectivo seria mantener la categoría estando a mitad de tabla, aunque se puede soñar con jugar la fase de ascenso”.
Su compañero en Lepe Sergio de Dios, de 1,75 metros y 76 kilos, se incorporará en unos días al grupo y opina que ambos serán un apoyo para el otro. “Hemos compartido equipo desde hace años y desde que era juvenil lo he tenido a mi lado tanto en el lateral, como en el pivote, siempre motivándolo y marcándole algunas pautas para poder compaginarnos lo mejor posible”. “No sé si tendré ficha, eso depende del entrenador, pero yo me sumaré al grupo dispuesto a trabajar”, ha indicado un jugador que se define “luchador por la camiseta que defienda y polivalente. Juego en todos los puestos menos en el pivote, pero el puesto que mas domino es central y lateral, y aunque soy diestro domino algo el brazo izquierdo”.