Mari Paz Díaz. La historia de los marineros descubridores onubenses tiene muchas páginas, algunas más conocidas que otras, dado el protagonismo de Huelva en el llamado Descubrimiento de América, pero también en la posterior exploración del continente americano y su entorno. Una cuestión que ha provocado que, en algunos casos, los nombres de estos marinos hayan pasado un tanto desaparecidos para el público en general. Es el caso de la figura que traemos hoy a este espacio, la de Diego García, un moguereño que da nombre a una isla de las que pocos han oído hablar y que se halla situada en el océano Índico.
La isla ‘Diego García’ forma parte de un atolón del Archipiélago de Chagos, en el Territorio Británico del Océano Índico (BIOT), un Territorio Británico de Ultramar. Las principales referencias que existen en la actualidad de este enclave, casi desconocido en Huelva, se deben a que alberga una base militar estadounidense, siendo la isla de mayores dimensiones y la única que se encuentra habitada de este archipiélago.
Situada a 3.300 kilómetros al este de la costa oriental de África y a 2.200 kilómetros al sur del extremo meridional de la India, ‘Diego García’ se encuentra en el extremo sur-este de una larga cadena de arrecifes de coral, atolones e islas que comprenden Laquedivas, Maldivas y el archipiélago de Chagos, a unas doscientas leguas de la isla Mauricio.
Una isla que hemos querido redescubrir cuando se conmemora la festividad del 12 de octubre. Y lo hacemos de la mano del historiador Diego Ropero-Regidor, director del Archivo Histórico y Biblioteca Iberoamericana de Moguer, autor de artículos de investigación como el titulado ‘Diego García de Moguer, descubridor del río de la Plata’. Un texto en el que el propio Diego Ropero hace referencia al olvido de la historia onubense hacia este personaje que, sin embargo, fue fundamental en la exploración del río de la Plata, tal y como aparece en la abundante bibliografía existente sobre este acontecimiento.
En concreto, Diego García de Moguer fue un marino y descubridor, que trabajó tanto para la Corona española como para la portuguesa, participando en las expediciones de Magallanes y Elcano, que dio la primera vuelta al mundo entre 1519 y 1522.
Una aventura tras la que el moguereño acudió a explorar la zona del Río de la Plata. Según Diego Ropero, no está muy clara la fecha exacta en la que se produjo este viaje, pero no cabe duda de que se trataba de «uno de los experimentados marinos que mejor conocían la ruta de la Plata». Todo ello a pesar de que a esta zona de la actual Argentina se le conoció como Río Solís en memoria de este otro descubridor, aunque en su descubrimiento participó activamente el propio Diego García, que dedicó gran parte de su vida y de sus pertenencias a este fin.
Entre otros destinos, a lo largo de su vida, este marino onubense estuvo viajando por lugares como la isla de Santiago de Cabo Verde y Brasil, donde desciende el estuario de los ríos Uruguay y Paraná. Sí, porque también exploró el río Paraná junto a Sebastián Caboto y descubrió la isla de Diego García, llegando a las costas del océano Pacífico, tal y como recoge ‘La Web de las Biografías’.
Todo ello fue fruto del ímpetu demostrado por este marino, que debió luchar mucho para encontrar los apoyos económicos necesarios para la realización de estas expediciones. Así sucedió, por ejemplo, con su deseo de armar dos carabelas para descubrir por el Mar del Sur, pasando por el Estrecho de Magallanes y el litoral de Chile, un anhelo que comenzó a tramitar en 1522, pero que no logró hasta noviembre de 1525, cuando el Emperador Carlos expide una Real Cédula para rastrear y descubrir esta zona. Con este fin, García partió desde el puerto de La Coruña con una carabela el 15 de enero de 1526 para realizar su segunda expedición al río de la Plata.
Pero, ¿cuándo descubrió este marino la isla que hoy lleva su nombre? Todo parece indicar que fue en una posterior exploración portuguesa, que se produjo en 1544, año del descubrimiento del Archipiélago Chagos, de ahí que a la isla de mayor tamaño se le bautizara con el nombre de Diego García.
Propietario de la carabela ‘Concepción’, según apunta Diego Ropero, este marino onubense falleció en un viaje posterior al Río de la Plata, cuando se encontraba en la isla de la Gomera, donde se sintió indispuesto, si bien otras fuentes aseguran que su muerte tendría lugar en medio del mar, precisamente en el viaje de regreso de las islas Chagos. No está muy claro, pero varios historiadores sitúan su fallecimiento en 1535, cronología que parece razonable, pero incompatible con el descubrimiento de la isla del océano Índico en 1544. Un baile de datos que podría deberse, -como apunta Ropero-, al hecho de que muchos investigadores lo han confundido con otros marineros coetáneos que tenían el mismo nombre, sin olvidar su cambio de domicilio durante unos años desde Moguer a Trigueros. Además, también de Moguer fue el marino Diego García de Alfaro, que participó en la fundación de la ciudad de Lima, así como en el descubrimiento de la Costa hasta Chile, junto a Almagro y Pizarro.
Sea como fuere, es muy curioso que en esta zona tan paradisíaca del mundo exista una isla que lleve el nombre de un marino onubense. Una isla que, por cierto, ha vivido muchos avatares a lo largo de su historia, puesto que hasta el año 1700 perteneció a Portugal, para después ser cedida a Francia. Luego, tras las Guerras Napoleónicas, el atolón pasó a manos británicas a raíz del Tratado de París de 1814. Así permaneció hasta que Reino Unido arrendara la isla a Estados Unidos para la instalación de una base militar (entre 1966 y 2016), dada su ubicación estratégica cerca de Oriente Medio y entre Asia y África.
Realmente, la isla ha pasado por muchas vicisitudes, puesto que llegó a ser lugar de plantación de cocos con esclavos y, más recientemente, vivió la expulsión forzosa de la población local -unos 1.800 habitantes- hacia Mauricio y las Seychelles por parte de Estados Unidos para llevar a cabo sus instalaciones militares, alojando en la actualidad a unos 2.200 soldados. Una isla de 44 km² desconocida para muchos onubenses, que, sin embargo, tiene mucho que ver por Huelva, después de haber sido descubierta por un moguereño en el siglo XVI.
Un episodio más de interés de la rica historia de Huelva.