José Luis Rúa. La sala de las tinajas del Centro Cultural Casa Grande de Ayamonte, se nos ofrece con esa hospitalidad tan característica y una vez más, nos muestra una colección de dibujos a color, en esta ocasión del diseñador gráfico y magnífico dibujante, Antonio Garrido Alvarez-Monteseirín. Antonio viene de Béjar, pero mantiene una relación de amistad y de trabajo con el colectivo de los Poetas del Guadiana. Es un enamorado de su oficio y un buscador de nuevas formas en la presentación y diseño de todos y cada uno de los trabajos que realiza.
Para la ocasión, Antonio Garrido ha estado acompañado de familiares, amigos, admiradores de su obra y de los responsables de cultura del ayuntamiento fronterizo. Diego Mesa fue el encargado de dar unas pinceladas sobre la obra del artista. Antonio, bajo los efectos de una enorme responsabilidad y sometido a la dureza de un acto como este, dada su timidez y su alejamiento de todo cuanto signifique protocolo, diseñó en dos pinceladas su agradecimiento y su ilusión por colgar en Ayamonte. Finalmente Gema Martin, concejala de cultura, alabó el trabajo de Antonio Garrido y se sintió muy satisfecha de poder contemplara esta obra tan minuciosa y detallista, además de tan cargada de mensajes.
El público que llenó la sala de exposiciones, única en su género, disfrutó de la exposición y pudo participar en la misma, al intentar encontrar respuesta a cada una de las obras, dado que el autor esconde un mensaje en cada una de ellas. Quizás por esa razón, el público intentó encontrar esas respuestas, que en algunos casos acertaría, pero que en la mayoría de ellos, quedaban de nuevo en manos del autor.
Como dice Antonio Garrido, “los dibujos no son simbólicos, ni son jeroglíficos. Están más cerca del pálpito y de la corazonada. En el caso de los que aparece Sigmund Freud, del que no tengo más que nociones básicas, este funciona más como una personificación de la psicología individual, del alma de cada cual”. En el que Freud aparece duplicado y enfrentado como en un espejo, la idea parece más clara, y es que el autor es en sí mismo, su peor enemigo, y se retrata. Respecto al cuadro de la mujer de espaldas, no tiene título, es uno más sobre la idea del espectador, y es que Antonio Garrido se siente un visitante casi enfermizo de museos, galerías, ferias y catálogos de arte.
Y es que cuando el autor entra en esto de exponer, se pone del otro lado; del de las preguntas y los comentarios que surgen en las exposiciones en las que es participante. Todo ello le produce una enorme desazón, una situación que no es capaz de controlar y los nervios y su enorme timidez, le juegan una mala pasada. Quizás esta sea una de las razones, o quizás la única razón, por la que es difícil ser espectador de su obra colgada en una galería cualquiera. Y es que Antonio Garrido es tan magnífica persona como magnífica es su técnica y su creación, tan humilde en reconocer el resultado final de su trabajo como grande en su faceta de diseñador grafico. Buena prueba de ello lo dan las maquetaciones y diseños que hace de las publicaciones que nacen, no solo en el Bajo Guadiana sino en cualquier lugar de nuestra geografía nacional.
Un éxito de exposición y una opción más para el espectador, al poder compartir las distintas formas que tienen los pintores de la ciudad, en sus mas variadas técnicas y estilos, lo que nos lleva a un enriquecimiento pictórico que convierte a Ayamonte, en la ciudad del Arte y las letras. Y solo decir, que nos encontramos a las puertas de una nueva edición de un ‘Paseo por el arte’, presentado esta mañana en la misma Casa Grande. Disfrutemos de estas posibilidades de enriquecimiento que nos brinda esta bella ciudad.