Redacción. Los trabajos de seguimiento del águila pescadora (Pandion haliaetus) que desarrolla la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio han confirmado la presencia en Andalucía de un total de 17 parejas de esta especie, una más que en 2015. En concreto se han localizado en tres embalses y tres áreas mareales de espacios naturales protegidos de las provincias de Cádiz y Huelva.
Así, en la provincia de Cádiz se han contabilizado nueve parejas, cinco de ellas en el embalse del Guadalcacín y cuatro en el de Barbate. De las ocho parejas que iniciaron la incubación, cinco han conseguido pollos con éxito y uno ha fracasado. En otras localidades (embalse de los Hurones, embalse de Bornos, Bahía de Cádiz y marismas de Trebujena) se han visto individuos aparentemente sin formar pareja ni ocupar nidos definitivamente.
En el caso de la provincia de Huelva son ocho los territorios ocupados, uno más que el año anterior. De la cifra total, cinco parejas se han localizado en Marismas del Odiel y el resto en Marismas de Isla Cristina-Ayamonte (1), embalse del Piedras (1) y Marismas del Tinto (1)
Estos datos confirman el éxito del programa de reintroducción de la especie que se ha llevado a cabo en Andalucía y al buen estado de la población reproductora de esta rapaz catalogada como ‘Vulnerable’ e incluida en el Plan de Recuperación y Conservación de Aves de Humedales.
Cabe destacar que desde 2003 hasta 2012, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio desarrolló un proyecto de reintroducción del águila pescadora en Andalucía, con el asesoramiento del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha permitido aumentar el número de parejas y de localizaciones progresivamente. Durante esos años se procedió a la liberación de pollos mediante la técnica de la cría campestre o hacking en localidades de las provincias de Cádiz y Huelva, facilitando el establecimiento de una pequeña población reproductora en la región. En la actualidad la cConsejería junto a la Fundación Migres mantienen los trabajos de seguimiento y vigilancia, así como actuaciones tales como la colocación de plataformas y posaderos. También realizan medidas preventivas para evitar daños a los ejemplares en líneas eléctricas y piscifactorías.
La mejora del hábitat, la inversión en los terrenos públicos donde el águila pescadora habita, así como la aplicación de los programas de control epidemiológico y seguimiento de fauna silvestre de Andalucía y los destinados a vigilancia han contribuido a que la región cuente con una población estable de esta especie. La presencia de esta ave en los humedales andaluces puede significar un elemento más de atractivo para un turismo cada vez más interesado en los variados recursos de la fauna y flora de la comunidad autónoma.