José Luis Rúa. Por estas fechas se da la señal de salida a las exposiciones pictóricas en este Ayamonte, que tanto sabe y entiende de estas cosas. La Plaza de la Laguna, en algunos de sus establecimientos, se han abierto estos días a la misma vez, como yendo de la mano, dos exposiciones de pintura con nombre propio. Por un lado Ángel Guerrero D´Esury, que a sus cerca de ochenta años le sigue apasionando esto de los pinceles como si fuera el primer día. Su exposición es amplia, formatos distintos, sabiduría y experiencia en cada lienzo y la calidad en sus mas variadas acepciones, presente en cada uno de ellos. Mantiene su línea de siempre y tanto la paleta como la temática, son muestras de su larga trayectoria.
Ángel prefiere quedarse en esos paisajes, ya sean urbanos o de los alrededores de su propia casa. Paisajes llenos de vida, cargados de pintura y distribuido el dibujo como una sensibilidad única. Los ocres, azules y verdes en una sinfonía extraordinaria dan como resultado una sensación visual que enamora. Ángel es y siempre será, Ángel Guerrero D´Esury. Maestro donde los hayas y humilde donde se pueda uno imaginar.
Y cerca de allí, Fátima Concepción, con doce más un cuadro colgados en la pared, se nos muestra ilusionada y capaz de cautivar a quienes se sienten atraídos por la pintura que se cultiva en esta orilla del Guadiana. Y ella que es una enamorada del río, pone a nuestro alcance esa siempre magistral visión del río Guadiana con Castro Marín al fondo. Y conjuga los patios repletos de plantas y flores, y las azoteas azulonas de la caída de la tarde. Y sitúa los paisajes ordenadamente y nos deja alucinando con ese ciempiés de sombrillas amarillas en una playa, que sospecho, que es algo más que nuestra.
Fátima se adorna con las tonalidades pastel, lo que hace sosegada la visión de su obra. Difumina el color y le da una perspectiva mas justa a las variantes coloristas. Azul y amarillo se adueñan de este trabajo suyo, por esta ocasión y quizás, sin que sirva de precedente, para las próximas. La sala repleta de gente, de enamorados de su estilo y de diseñadores de sueños pictóricos aun por concluir.
Y a buen seguro, que de aquí en adelante las exposiciones se abrirán unas detrás de otras como viene siendo costumbre, y es que con la llegada del verano llegan las exposiciones, las jornadas especiales y las horas desfilando delante de lienzos, que en unos casos recuerdan y en otros, abren las puertas a la creatividad, la investigación y la madurez de todos y cada uno de nuestros pintores. A partir de este miércoles las muestras de pintura serán un denominador común a tener muy presente.