HBN. Situada en Ayamonte, Pesasur es una empresa dedicada a la producción de conservas de pescado que se ha convertido en todo un sinónimo de calidad y de buen hacer. Una conservera onubense que ha sabido mantener una tradición muy asentada en la localidad ayamontina para consolidarse como uno de los principales referentes del sector en España. Fue fundada en el año 1975 por la unión de los productores salazoneros ayamontinos, artesanos que un año más tarde deciden dar el salto para abrir su espectro de negocio hacia la fabricación de conservas (atún, melva, caballa, sardina o salmón).
Una actividad conservera que, en la actualidad, supone el 90-95% de su producción debido a los cambios en los hábitos de consumo de la sociedad. A pesar de eso, Pesasur ha querido mantener la fabricación de salazones de pescados, como sardinas saladas o anchoas, siendo una de las pocas empresas de Ayamonte que continúa manteniendo esta tradición. El consumo del salazón sigue registrándose en lugares como Andalucía, Cataluña y todo el Levante. Además, la entidad ha añadido a las típicas sardinas envasadas en una tabla de madera, otra gama más elaborada de sardinas saladas ya peladas y fileteadas para facilitar su consumo al usuario.
Para conocerla en profundidad, HBN ha visitado las instalaciones de Pesasur en Ayamonte, situadas desde 2007 en una parcela de 10.000 metros cuadrados en la zona industrial del municipio, dejando atrás su antigua sede del centro de la localidad fronteriza. Unas nuevas instalaciones que han sido fundamentales para la expansión comercial de la firma, a pesar de que su inauguración prácticamente coincidiera con la crisis, tal y como nos explica el gerente de la factoría, José Manuel Fernández González.
Pesasur es una marca muy consolidada que cuenta con la distinción del Consejo Regulador de Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la Caballa y la Melva de Andalucía. Un emblema avalado por la Unión Europea que reconoce que esta empresa utiliza pescado fresco, siguiendo una serie de estrictas indicaciones a la hora de realizar los envases, como el pelado del pescado de forma manual, la utilización sólo de aceite de oliva y aceite de girasol y la no presencia de ningún tipo de producto químico, entre otras directrices que vienen avaladas por estrictos controles realizados por las administraciones públicas.
Un distintivo muy apreciado por los consumidores europeos. Y, de hecho, Pesasur puede sentirse satisfecha de dirigir gran parte de su producción hacia la exportación a diferentes países de Europa, si bien es Italia su mayor consumidor, siendo muy apreciada la caballa y el atún por el consumidor extranjero, dado que la melva no se suele exportar. Tal y como explica José Manuel Fernández, «cada vez nos estamos abriendo a un mayor número de países, como pueden ser Alemania, Holanda, Bélgica, Francia, Inglaterra, etcétera, cumpliendo escrupulosamente los criterios y normas marcadas desde estos lugares».
Curiosamente, de cara a la exportación, Pesasur enlata la caballa en botes de cristal, un envase más del gusto del consumidor extranjero -frente al español, que prefiere las latas-, dado que «suele gustarles ver el producto que compran», aclara Fernández. En realidad, la variedad de productos envasados por esta empresa onubense es tan amplia que pueden llegar a tener entre 200 y 300 referencias diferentes, al tener presentaciones y formatos muy diversos.
Otra de las innovaciones que está realizando Pesasur es la introducción en el mercado de productos más elaborados, listos ya para consumir, como es el atún en cebolla caramelizada y atún con fritada de verduras, novedades que esperan incrementar en breve, puesto que ahora están probando hasta 12 nuevas variedades. Productos que vienen a dar respuesta a las nuevas necesidades del consumidor. Unas nuevas conservas que gustan mucho por su sabor y que, además, han pasado estrictos controles de calidad, lo que garantiza que son envases que no contienen productos químicos, ni aditivos y que han sido esterilizadas para eliminar cualquier tipo de impureza que pudiera existir. Siempre siguiendo las normas en materia de seguridad alimentaria.
Una empresa que también es sinónimo de generación de empleo, ya que cuenta con unos 130-140 puestos de trabajo, una cifra que se incrementa en un 20-30% durante la campaña, que se desarrolla desde mediados de mayo hasta finales de octubre-principios de noviembre aproximadamente, dependiendo de la climatología. Aunque, prácticamente, hoy en día se trabaja durante todo el año.
En definitiva, para el gerente de Pesasur, «el distintivo de nuestros productos es la calidad, como así ha sido reconocido por la Unión Europea a través del distintivo IGP. Es lo que marca la diferencia, porque en nuestra producción no se utilizan productos químicos de ningún tipo, una fabricación que se realiza de forma artesanal y con todo tipo de controles que así lo certifican».
Una serie de cuestiones que suponen una clara diferenciación con respecto al resto de productos de conserva que se encuentran en el mercado. Un sector afincado en Ayamonte y conocido en toda Europa que ha sabido mantenerse desde su creación a finales del siglo XIX y principios del XX para crecer y consolidarse con una capacidad económica brutal. Un ámbito con un amplio pasado y con un prometedor futuro.