Redacción. Constatar el descenso de las reservas de agua sufrido el pasado diciembre, como consecuencia de las altas temperaturas y escasas precipitaciones, o consejos llevados a la práctica posteriormente por los regantes, como la aplicación de aquellos pulsos de riego más adecuados a sus cultivos, y necesarios para recargar los perfiles, son algunas de las conclusiones obtenidas por los 701 comuneros integrados en la Comunidad de Regantes del Sur-Andévalo (CRS-A) tras el tercer año de funcionamiento de su innovador Centro de Información y Alerta al Regante (Ciarsa). Se trata de una iniciativa pionera en España que ahora realiza su tercer informe, que también se recogerá en la edición del tercer boletín informativo del centro.
El Ciarsa es una iniciativa de la CRS-A, en colaboración con la consultora agronómica iG4 Agronomía, adscrita al Centro Tecnológico de la Agroindustria Adesva situado en Lepe, cuyo principal objetivo se centra en mejorar la eficiencia en el riego entre sus comuneros. Los contenidos de dicho informe están destinados, por tanto, a informar a los 701 comuneros de la CRS-A, que riega más de 10.000 hectáreas de cultivo distribuidas entre los términos municipales de Cartaya, Gibraleón, San Bartolomé de la Torre y Villanueva de los Castillejos, sobre cómo está actuando el agua de riego dependiendo del cultivo en cada tipo de suelo. Así, gracias al empleo de la tecnología y metodología más innovadoras en materia de riego, los técnicos de las explotaciones agrarias de dicha comunidad de regantes disponen, en cada momento, de la información precisa que les permite adoptar las decisiones más adecuadas para un eficiente manejo de riego en cualquier circunstancia climatológica. Una vez enviados los datos vía SMS a cada móvil, los comuneros pueden saber en todo momento cómo deben actuar. Por ejemplo, si llueve lo suficiente para dejar o no de regar.
La implantación de este innovador proyecto de optimización del riego se remonta a dos años atrás, por iniciativa de la propia CRS-A y, según fuentes de la misma, “no hay otro ejemplo similar en España”. Se trata básicamente de poner en común las mejores prácticas, así como de compartir conocimientos mediante información representativa de lo que está ocurriendo en el ámbito territorial de la comunidad de regantes. Según las mismas fuentes, hoy en día se dispone de datos de una campaña de riego completa, “lo que permite disponer de una útil herramienta para el cálculo de las dotaciones por cultivo imprescindibles para el diseño de la regulación hídrica de la Cuenca Hidrográfica Tinto-Odiel-Piedras”. Como máxima consumidora de dicha cuenca hidrográfica la CRS-A, además de “preocuparse por el ahorro de agua”, es una “fiel defensora del otorgamiento de dotaciones por hectárea acordes a la demanda real de los cultivos, con claro objetivo de garantizar la calidad y cantidad de las cosechas”.
En el nuevo informe editado en el boletín se muestra, por tanto, toda la información recabada en los meses comprendidos entre septiembre de 2015 y febrero de 2016 prestando especial atención a los datos relativos a las precipitaciones registradas y a su calado en el terreno, así como los distintos manejos del riego realizados durante los últimos meses en las diez estaciones de control de riego distribuidas en diferentes fincas tanto de cítricos, como de berries y frutales de hueso, que son los principales cultivos de los comuneros de la CRS-A.
Con este pionero sistema se pretende, por tanto, que los cultivos de esta comunidad de regantes “sean líderes en sostenibilidad, haciendo un uso responsable del agua a través de las buenas prácticas de manejo del riego”. Un hecho que, a su vez, “permite a los agricultores, ahorros directos en el coste de la energía necesaria para regar”, así como “aumentar las producciones y la calidad de los productos”. Este uso sostenible de los recursos, explican desde la CRS-A “es un distintivo de calidad para las empresas productoras, adecuando sus cultivos a las prácticas cada vez más exigentes de las administraciones, grandes distribuidoras y consumidores a nivel nacional y europeo, respecto a la huella hídrica y responsabilidad social”.
iG4 Agronomía, encargada de desarrollar el innovador proyecto, es una empresa de servicios agronómicos especializada en agricultura de precisión, con una amplia experiencia y con numerosos casos contrastados en todo tipo de cultivo. iG4 dispone de una metodología agronómica propia que la ha implementado en una plataforma tecnológica de comunicaciones y monitorización capaz de permitir adaptar las técnicas de sensores a un modelo propio y ajustado a los objetivos de este proyecto.