Redacción. Los últimos censos de invernantes realizados por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio han confirmado la presencia en Andalucía de 1.589 ejemplares de milano real (Milvus milvus), lo que supone el 3% de los 50.000 individuos que existen en España de esta especie catalogada en peligro de extinción e incluida en el Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófagas.
A través de este Plan la Consejería ha identificado y cartografiado también un total de 27 dormideros distribuidos por todas las provincias occidentales y localizados en zonas llanas con bosques abiertos o zonas arboladas de pequeño tamaño, ricas en presas. Cabe destacar que para la formación de los mismos, estas aves suelen seleccionar pinares, encinares y eucaliptales y, en menor medida, alcornocales, alamedas, olmedas y fresnedas. En concreto, estas áreas de descanso se localizan en la provincia de Huelva (13), Córdoba (7), Sevilla (5) y Cádiz (2).
En Andalucía, los inventarios de dormideros de milanos reales invernantes se realizan ininterrumpidamente desde 2005. La metodología básica que se emplea consiste en la identificación de los existentes mediante información bibliográfica y prospecciones por las zonas aptas para el forrajeo y descanso de la especie. Los equipos de censos oscilan entre dos y cinco personas, normalmente dotadas de prismáticos y telescopios. En estos trabajos ha colaborado personal de la Estación Biológica de Doñana.
Milano real es una especie indicadora de los ecosistemas y ejemplo típico de depredador generalista con una dieta muy variada que incluye desde roedores (ratones y topillos), aves de pequeño tamaño hasta córvidos, anfibios, reptiles y peces; aunque no desprecia la carroña de cadáveres de pequeño tamaño. En resumen, es una especie que en cierta medida ayuda en la limpieza de carroña en el campo y forma parte de la cohorte de animales que se conocen como los sanitarios de las zonas abiertas de Andalucía. Al ser muy vulnerable a los tóxicos y sustancias bioacumulables se convierte también en un verdadero indicador de los ecosistemas andaluces dentro de su área de distribución.
Esta especie amenazada representa, al igual que otras, un recurso importante para el turismo especializado en la observación de aves. De esta manera, la recuperación de la especie supone incrementar una actividad económica en el medio rural con una gran potencialidad y que favorece el desarrollo socioeconómico del territorio.
A las principales amenazas de la especie hay que unir la elevada vulnerabilidad de muchos de los dormideros, especialmente los formados en bosques islas, cuya protección es una prioridad, ya que la mayoría se ubican en zonas no incluidas en la Red de Espacios Naturales Protegidos. En este sentido, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha firmado acuerdos de colaboración con propietarios privados para preservar estos enclaves de alto valor ambiental, una iniciativa a la que se espera puedan sumarse otras fincas. También ha informado a los agricultores de la necesidad de preservar la biodiversidad y sus hábitats (bosques islas, setos, etc), una condición de obligado cumplimiento en la recepción de las ayudas agrarias europeas.