Mari Paz Díaz. Son muchos los espacios que han dejado constancia de la riqueza arqueológica de la provincia de Huelva, prueba evidente de la antigüedad de este rincón de la Península Ibérica, que está habitado desde hace miles de años. En HBN hemos repasado en diversas ocasiones algunos de los lugares onubenses más atractivos en clave histórica y patrimonial. Pero, en esta ocasión, queremos hacer una visita virtual a uno de estos restos que, a pesar de su importancia, es bastante desconocido a nivel general.
Nos referimos al yacimiento denominado de Los Aulagares. Situado en el término municipal de Zalamea la Real, en el marco del conjunto megalítico de El Pozuelo, en este espacio fueron hallados unos grabados rupestres en dos cerros de escasa altura. Unos grabados de la Edad del Cobre que no han pasado desapercibidos para los investigadores, ni tampoco para todos aquellos amantes del misterio.
El motivo de este interés se basa en el hecho de que los grabados parecen tratarse de una representación del sistema solar. Una cuestión más que llamativa si tenemos en cuenta que están fechados entre los años 1.800 y 1.500 a. C. Inscritos como Bien de Interés Cultural (BIC) desde el año 1996, estos dibujos aparecieron a unos dos kilómetros al suroeste de Zalamea la Real, en la finca privada de ‘Los Aulagares’, de ahí su nombre.
Según describe el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), estos restos se agrupan en tres grupos. El primero de ellos ocupa una superficie irregular, presentando 45 signos circulares muy uniformes, aunque con la combinación de diversos elementos como círculos, radios y puntos. Sus dimensiones oscilan entre 25 y 5 cm de diámetro. Por su parte, los grupos 2 y 3 se encuentran en el mismo risco que el 1, pero en diferentes bloques. En estos dos grupos aparecen signos centrales de formas más complejas y mayores dimensiones, apreciándose alguno que se sale de la tónica general, con alguno de sus lados de forma recta.
Su descubrimiento y estudio para la ciencia se debe al investigador Marino del Amo, responsable de certificar que se trataba de la representación del sistema solar. Así lo expuso, por ejemplo, en el artículo titulado «Los grabados rupestres de “Los Aulagares” (Zalamea la Real, Huelva)”, publicado en 1974 en la revista Miscelanea Ampuritan. Un trabajo que pone de manifiesto la antigüedad y autenticidad de estos grabados.
En concreto, Mariano del Amo opinaba que estas representaciones suponen una evolución en la concepción general del conjunto del Arte Esquemático Megalítico, de ahí que fechara estos dibujos entre 1800-1500 a. C., como hemos apuntado, una etapa que coincidiría con las últimas manifestaciones de los llamados enterramientos en cistas, es decir, monumentos megalíticos funerarios individuales, de pequeñas dimensiones, que aparecen asociados a formaciones megalíticas. En este caso concreto, relacionado con el conjunto megalítico de El Pozuelo.
Unas representaciones que han generado multitud de debates, algunos con más base científica que otros. Sin embargo, a pesar de las teorías que han ido surgiendo por parte de algunos autores -que incluso relacionan este espacio con algunas mitologías como la Atlántida al identificarlos con los círculos concéntricos descritos por Platón-, lo cierto es que este tipo de grabados rupestres en rocas es habitual en el suroeste peninsular. Por lo general, aparecían en monumentos megalíticos como indicadores de vías de comunicación y sitios sagrados para la celebración de encuentros sociales colectivos.
Así se pone de manifiesto en otras zonas del Andévalo y en la parte occidental de Sierra Morena, donde han aparecido otras representaciones concéntricas rupestres, como ha sucedido tanto en Los Aulagares, como en Las Tierras, Los Azulejos, en la provincia de Huelva, y en El Riscal, en Sevilla.
En concreto, los petroglifos de Las Tierras se encuentran situados en Villanueva de los Castillejos. Estos petroglifos están estrechamente relacionados con los dólmenes de Las Plazuelas. Tal y como apunta el IAPH, estos grabados, de forma circular en su mayoría y con una figura antropomorfa, están sobre un afloramiento de pizarra de color violáceo en la margen derecha del lecho fluvial de la ribera Dehesa Boyal, en medio de suaves lomas. Todos fueron realizados con instrumentos de piedra.
Por su parte, Los Azulejos están en el término municipal de Santa Ana la Real. Enclavados en la Edad del Cobre, estos grabados se encuentran en una zona arqueológica en la que también hay dos dólmenes, aunque están bastante destruidos. La técnica empleada para grabar estos dibujos en la piedra fue la de la abrasión, que produce perfiles en forma de ‘U’, tal y como apunta el IAPH, siguiendo la descripción realizada por el arqueólogo Juan Aurelio Pérez Macías.
Eso sí, las representaciones de Zalamea tienen una serie de peculiaridades que lo convierten unos restos únicos. En concreto, según pone de manifiesto el estudio difundido por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía titulado ‘El Megalitismo en la provincia de Huelva’, realizado como catálogo de la exposición del mismo nombre, que tuvo a José Antonio Linares como comisario de la muestra y autor de los textos y fotografías de la publicación, estos grabados rupestres, también llamados petroglifos, destacan por el relieve circundante y las materias primas del entorno, utilizándose las mismas técnicas características del “arte megalítico” del sur peninsular.
Sus formas circulares -círculos, círculos concéntricos, círculos con cazoleta central, círculos con radios y puntos- han hecho pensar que se trata de una representación del sistema solar. Sobre todo porque junto a las formas redondeadas aparecen otros trazos geométricos y elementos esteliformes, es decir, sol y luna, así como antropomorfos o ídolos, entre otros.
Su significado es difícil de concretar, de ahí que haya dado lugar a muchas teorías y leyendas. Y, en cierto modo, sí puede decirse que pudiera ser algo místico, si tenemos en cuenta, como hemos apuntado, que este tipo de simbología solía utilizarse para señalizar los sitios sagrados y espacios de alto valor ideológico para la celebración de encuentros sociales colectivos, dirigidos para las personas que habitaron y transitaron esos territorios. Estos sitios contarían con un gran valor simbólico, siendo escenarios de ceremonias y rituales, lugar de transmisión de conocimiento y mitos; pudiendo incluso considerarse como santuarios de culto a las divinidades naturales (sol, luna y estrellas).
Sea como sea, lo que queda claro es que Los Aulagares es un espacio muy llamativo y de carácter único para conocer un poco mejor cómo era la forma de vida de los habitantes prehistóricos de Huelva. Para verlos tan sólo hay que visitar las inmediaciones de Zalamea la Real, de ahí que, a partir de ahora, esperemos que dejen de ser tan desconocidos dada la singularidad y relevancia de estos restos.
2 comentarios en «Las misteriosas representaciones del sistema solar aparecidas en unos grabados rupestres en Zalamea la Real»
Es increible que no comparen estos grabados con los del noroeste Iberico, concretamente con los de Galicia y norte de Portugal.
El petroglifos de los Aulagares en Huelva, tiene otro cercano y único en Sevilla que se corresponde con el conjunto megalitico del Gallego, se trata del petroglifo de El Riscal de El Madroño.
Y como dice Pablo Novoa tienen una presencia peninsular común con los petroglifos Gallegos y Portugueses todos de la vertiente atlántica de la península iberica.