Ángel Custodio Rebollo. Los investigadores trabajan muy intensamente y cada día nos ofrecen nuevos descubrimientos que contribuyen para alargar nuestra perspectiva de vida. Frecuentemente nos alegramos de esos nuevos descubrimientos y también, hay casos, en los que los utilizamos de alguna forma.
Tenemos el caso del pescado azul, al que nuestros padres les tenían mucha precaución y casi no nos dejaban comerlo porque decían que era nocivo para la salud. Ahora y gracias a los descubrimientos de unos investigadores, nos enteramos que no solo no son dañinos estos pescados, sino que contribuyen a reforzar el corazón.
Pero con lo que no estoy de acuerdo, es con lo que han manifestados hace unos días unos investigadores, creo que de una universidad del Reino Unido, que nos dicen que lo más sano es que a partir de ahora no nos sonemos la nariz con el pañuelo, ¡¡¡que nos traguemos los mocos¡¡, porque eso es lo que se debe hacer para mantener un organismo bien equilibrado.
Los británicos dirán lo que quieran, pero yo seguiré sonándome mi nariz como lo hago desde que nací.