Los actores onubenses Luis Ortiz-Abreu y Austin Guerrero homenajean a Lorca en Madrid

Rosa Mora. Actores por vocación y pasión. Tanto es así que ni Luis Ortiz-Abreu ni Austin Guerrero se han planteado dedicarse a otro oficio que no esté relacionado con las artes escénicas. Un mundo por el que se interesaron desde bien jóvenes, teniendo desde entonces, y a base de formación, dedicación y mucho esfuerzo, la oportunidad de desarrollarse profesionalmente al abrigo de descatadas compañías teatrales y musicales.

En este sentido, Austin Guerrero cuenta con una amplia formación y experiencia como cantante, bailarín y actor, habiendo sido corista de artistas como Mónica Naranjo, y formado parte del elenco de populares musicales del prestigio de ‘Moonwalker‘, ‘La Fuerza del Destino‘, ‘Abba‘, o ‘The King Story (Elvis Presley)’, entre otros.

Por su parte, Luis Ortiz-Abreu, durante su estancia en Sevilla, y antes de aterrizar en Madrid, fue miembro de la compañía Sennsa Teatro Laboratorio de donde destaca la oportunidad de trabajar con J.M.Mudarra con quien «conocí lo que era la figura de un buen director», asegura el actor.

Amigos desde hace años, el destino ha unido ahora a los dos onubenses en la obra  ‘¿Y si yo me convirtiera en Pez Luna?’, singular espectáculo teatral basado en los textos de Federico García Lorca, versionado y dirigido por Yasmina Álvarez y Luis Ortiz-Abreu, siendo éste último además uno de los cuatro actores de la representación junto a Rafa Bueso, Natán Segado y Austín Guerrero.

Con motivo del éxito de la obra, que ha sido representada en Madrid en nueve únicas funciones a finales de 2015. Huelva Buenas Noticias ha conversado con ambos actores.

– ¿Cuándo comenzó vuestro interés por el mundo del teatro?
Luis: Desde pequeño tuve muchas inquietudes artísticas. Siempre actuaba, desde la guardería. Con nueve años fui a ver una representación del musical Jesucristo Superstar que se hacía todos los años en Huelva antes de Semana Santa. Quería ser uno de los que estaban en ese escenario. Al año siguiente formaba parte de ese elenco formado por la Agrupación Teatral Getsemaní, la cual me ha visto crecer.
Austin: La verdad es que no recuerdo haber pensado en dedicarme a otra cosa. Desde pequeño mi inquietud por el arte en general estuvo bastante viva. Empecé a cantar con 9 años y desde entonces no me he separado de mi vocación.

– ¿Recordáis el momento en el que decidisteis que os queríais dedicar a la interpretación?
Luis: Tras muchos años teniendo el teatro como una actividad extraescolar ya sabía que de verdad me entusiasmaba lo que hacía, por mínimo que fuera. Estar encima y detrás del escenario me motivaba y lo anteponía a cualquier cosa desde muy pequeño.  Fue en un viaje a Madrid, a escondidas de mis padres, cuando al ver varios musicales y obras de teatro me di cuenta que era un mundo real y posible; tuve claro que quería que el teatro y la interpretación fueran mi profesión y forma de vida.
Austin: Al principio quedé deslumbrado por el mundo de los musicales, ya que mi carrera ha estado siempre más enfocada a la música. Fue cuando empecé a estudiar Teatro Musical en Sevilla cuando descubrí la fascinación que me producía poder ser alguien nuevo cada vez que interpretaba un personaje, sacando lo mejor de mí mismo al mismo tiempo. Y eso engancha. Te evade del mundo y a la vez te permite hacer llegar un mensaje al público que te está viendo.

– ¿Principales proyectos en los que habéis participado?
Luis: Durante los años que viví en Sevilla, trabajé y fui miembro de la compañía Sennsa Teatro Laboratorio, donde reafirmé que mi pasión es el teatro. Gracias a trabajar con J.M.Mudarra conocí lo que era la figura de un buen Director, a partir de ahí pasó a ser un referente o ejemplo a seguir.
Austin: He sido corista de una de mis ídolos, Mónica Naranjo. También he participado en musicales como “Moonwalker”, “La Fuerza del Destino”, “Abba”, “The King Story (Elvis Presley)”… recorriendo muchos teatros por toda la geografía española. Y actualmente soy uno de los cuatro componentes del grupo “La Década Prodigiosa”.

– ¿La mayor satisfacción que hayáis vivido hasta el momento?
Luis: Que mi familia me apoye y acompañe en todo lo que hago es una gran satisfacción. Actualmente pienso que me queda mucho por aprender y hacer en cuanto al mundo del teatro (tanto de actor como de director). Lo mismo que como para sentirme plenamente satisfecho con y por mi trabajo.
He vivido momentos insuperables, por eso creo que voy en el camino correcto. Me reconforta y me hace sentir bien el simple hecho de no haber tirado la toalla y seguir luchando por lo que quiero.
Austin: He tenido la suerte de sentir grandes satisfacciones en muchos momentos de mi carrera, pero sin duda, la más importante ha sido poder actuar en teatros con mi familia entre el público. Verles orgullosos de mí es mi mayor satisfacción y regalo. Recuerdo otra gran satisfacción, que ha sido poder actuar en mi tierra, Huelva, en la Casa Colón y el Gran Teatro en algunas de las giras de musicales que he hecho. Actuar en estadios para miles de personas, pero también actuar para niños en hospitales. En definitiva la mayor satisfacción que un artista puede sentir es ver que, por un rato, haces felices a los demás.

– Habladnos de la obra en la que trabajais juntos.
Luis: ‘¿Y si yo me convirtiera en Pez Luna?’ comencé a prepararla tras haber leído mucho a Federico García Lorca. En su manera de escribir y sentir había algo que me resultaba familiar y tuve la necesidad de expresarlo, recopilando de sus textos lo que sentía más cercano a mí y a mi manera de sentir. Desde el principio tuve claro que uno de los que me acompañarían en el montaje sería Austin, somos amigos desde hace muchos años, y trabajando somos excelentes compañeros. La unión con Yasmina Álvarez dirigiendo conmigo (y a mi) y el trabajo con el resto de compañeros, Natán Segado y Rafael Bueso me hicieron tener claro hacia donde quería llegar. Dos temas están en tela de juicio en la obra: la homosexualidad y el teatro. La obra ha sido representada en nueve únicas funciones a finales de 2015 con muy buena aceptación. Seguimos creando y mejorando la obra para que esté al nivel que queremos alcanzar.
Austin: En el momento en que Luis me contó su idea sobre esta obra, me sumergí de lleno en ella. Es un trabajo cuidado, hecho con amor y respeto a una de las voces más perseguidas y profundas, la de Federico García Lorca.
¿Qué es lo que Lorca quería transmitir a las personas con sus obras y textos? ¿Qué quería gritar al mundo? Pues nosotros intentamos ser fieles a eso y hablar con sus palabras.

– ¿Otros proyectos en los que ya estéis involucrados?
Luis: Los próximos proyectos en los que ya estoy trabajando son ‘Macbeth’, dirigiendo una idea y versión de Lorena de Orte y Diego Vélez en Cía. de Teatro Recabarren. Junto a Vanessa Angel dirigiendo su propio texto; ‘Las Cosas que nunca te dije’ en un proyecto microteatral Work in Progress en Serendipia Teatro. Y, por supuesto, en ‘¿Y si yo me convirtiera en Pez Luna?’.
Austin: Actualmente soy uno de los componentes de la Década Prodigiosa. También formo parte de un grupo tributo a Il Divo, “The 4 Stations”, con el que viajamos por todo el mundo haciendo conciertos en teatros y auditorios. Soy actor en el montaje “Macbeth” de la compañía Recabarren, en Madrid y, por supuesto, seguiré compaginando mi carrera de actor y cantante.

– ¿Aspiraciones?
Luis: Ante todo ser feliz. Lo que más me gustaría sería conocer el mundo haciendo teatro con mi propia compañía y vivir dignamente de ello gracias a haber hecho bien mi trabajo. Será una satisfacción para mí si algún día mi pasión, entrega y constancia son reconocidas y puedo seguir haciendo el teatro que quiero hasta el fin de mis días.
Austin: Mi mayor aspiración en la vida es ser feliz, y ver felices a las personas que me rodean. Y si actuando puedo contribuir a que el mundo sea un poco más justo, consciente y bonito, lo haré. Creo que todos los artistas tienen un mensaje que lanzar al mundo, y ese es el mío. Los sueños son posibles si uno vive, ama y lucha.
Y por supuesto aspiro a seguir cantando preciosas canciones y encarnando personajes apasionantes hasta que la vida me lo permita.

– Muchas gracias y ¡Suerte!