Adolfo Morales. Es fácil hablar de Pedro Javier, por cuanto refleja en su personalidad muchos trozos del mil espejos rotos, en los que su extensa humanidad converge, se mira, reflexiona y vuelve a soñar con un existencialismo más fácil, en el que hombres y mujeres podamos vivir siendo felices.
Esta exquisita pesadumbre, la envuelve en sentimientos que se diluyen en versos, así esta franqueza devuelve al papel lo que el papel tiene escrito con tinta blanca, extrayendo de él, las esencias de ser y sentirse sencillamente un ser humano.
Su compromiso en lo social, además de ser espontáneo, le viene de lejos. Ha participado en decenas de batallas sociales, tocando con sus manos la realidad de los más desfavorecidos, entregándose a labores sociales con absoluta discreción desde hace incontables años.
Por otra parte, es un vitalista. Ama vivir, respirar y aspirar cada sorbo de naturaleza, anegándose con la belleza de los colores de un atardecer, la compañía de sus amigos, el sabor de la sal en las brisas de este sur y tantas otras sensaciones.
Encuentra en ese ejercicio de transparencia, de intimismo desvergonzado que es escribir poesía, la isla en la que acogerse, para encontrarse consigo mismo. Abrir ese cajón en el que encuentra sus raíces más quebradizas y devolver en forma de verbo hecho verso, el conjuro de sus emociones.
Su bagaje editorial en primera persona discurre a través de: Trozos de Vida, Huellas de Agua,Travesía Interminable, En la Bajamar, Soledades, y recién salido del horno ABRIENDO VENTANAS.
También participa de ejercicios colectivos y corales, experimentando la poesía desde otros ángulos, en esta tesitura se enmarca el productivo proyecto “Poesía en la distancia”, que inicia junto a la poeta Lupe García Araya, a la que se unen decenas de poetas de ambos lados del atlántico, teniendo como campo de pruebas la convocatoria anualEDITA. De esta fusión surgen los libros: Poesía en la distancia,Viaje Inesperado, Abrazos de náufrago,Sin dejar Señales, A final poesía...
Dentro de los múltiples ejercicios en las que ha participado, podemos devolver a la memoria aquellas otras experiencias: “Antología de poetas onubenses”, ”Las noches del 1.900”, Volandas, Cuadernos del Sornabique, Océano y Traslapuente, METAFORFOSIS, LABERINTO DEL VIENTO.
Mantiene y participa activamente de grupos relacionados con la poesía, POETAS POR LA PAZ es su apuesta poética con el compromiso por la concordia y la solidaridad.
Pedro Javier gusta del performance, como gran comunicador que es, desviste al verso del común rictus en el que solo la declamación del narrador, envuelve el sentimiento del poema cuándo es leído. Él entiende que el verso está empapado de sobresaltos, y que debe recolectar imágenes y sonidos que lo hagan más maleable y emocionalmente aún más cercano y complejo.
Mantiene el Blog AZULDEMAR cuyo eje central es la poesía y en el que discurren encuentros y autores, que tropiezan en la poesía su lecho común.
Pedro Javier, hombre identificado con su Huelva natal hasta la médula, es de los que transitaron por aquella ciudad casi en blanco y negro, entre la Plaza de las Monjas, el Paseo Santa Fe, las tascas de amigables tertulias y mil otras calles en transito hacia una nueva ciudad con otro futuro. En su madurez, mira al horizonte refrendando principios que a veces resultan tozudos de franquearse, pero que para él son meras fachadas, en las que los comunes seres humanos nos envolvemos para protegernos casi de nosotros mismos. Su discurso es un constante refrendo en favor de una humanidad más benévola y fraterna.
Soy gota de agua que busca una simple
excusa para nacer en tu mejilla….
