Redacción. Tomates Felices, el proyecto de inclusión laboral de personas con enfermedad mental, comienza su fase de formación con las personas participantes en el mismo. Esta primera etapa se desarrollará hasta el mes de agosto y tiene como finalidad el aprendizaje en el cultivo de una huerta de modo tradicional y sentar las bases de la comercialización de la producción cosechada. Además, de forma transversal, se trabajarán habilidades sociales, la autoestima y manejo del estrés, y otras materias que complementen este aprendizaje, que tiene como objetivo último mejorar la salud y el bienestar de todas las personas que participan en el mismo.
Tras las primeras actividades de presentación y de toma de contacto, se hizo una visita a la huerta de «La Represa» y su entorno, para que las personas participantes, por el momento un total de seis personas de varias localidades de la sierra, se vayan familiarizando con el terreno donde se desarrollará la principal actividad de Tomates Felices: el cultivo tradicional de verduras y hortalizas. Estos primeros días se realizarán tareas de limpieza y adecuación del terreno, para después arar la tierra donde se comenzarán cultivando lechugas y cebollas.
Este año, debido a las pocas precipitaciones que ha habido, prevén que en la época estival habrá escasez de agua. Por ello, explican «habrá que adaptar los tipos de cultivos y la extensión cultivada, utilizar métodos de riego eficientes y prestar especial atención al desarrollo de las plantas. Aunque tenemos el empeño de probar nuestros primeros tomates».