A.R.E. / S.B.D. Una concurrida Plaza de San Pedro aguardaba en la tarde del Viernes Santo onubense para ver la salida de la Hermandad del Descendimiento. Una salida siempre bella, por las hermosas instantáneas que deja el discurrir de las cofradías que de ella realizan Estación de Penitencia por su porche y complicada bajada a la plaza.
Con un cortejo en crecimiento respecto a otros años, luciendo túnica negra y morrión morado y cirios al cuadril alumbrando la llegada del imponente misterio, la Hermandad recorría sus primeros metros en esta tarde de viernes. Pocos minutos pasaban desde que el reloj de la Mayor de San Pedro anunciara las siete de la tarde cuando asomaba por el dintel de la puerta del mar el misterio del Descendimiento.
Salía a la calle el principal y más importante estreno de la hermandad en este 2016, la restauración de su conjunto escultórico, una de las obras más destacadas del escultor e imaginero Antonio León Ortega, que después de ocho meses en el taller del sevillano José Manuel Miñarro, profesor de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y catedrático en la especialidad de escultura, ha vuelto hace poco al altar mayor de San Pedro.
Los trabajos realizados por el restaurador han consistido en labores de restitución y recuperación de la estructura de la obra, sin realizar ningún otro retoque estético y manteniendo su policromía original. Momentos de emoción tanto para los hermanos como para toda la Huelva cofrade al volver a ver en la calle el misterio del Sagrado Descendimiento, tras unos meses en los que la junta de gobierno y sus hermanos han luchado para recuperar su patrimonio, contando con numerosas muestras de apoyo y ayuda ante este suceso.
Tras el misterio, hacía su aparición en el porche de la Mayor de San Pedro el palio morado de María Santísima en la Resignación de sus Dolores. Estrenaba la Virgen en este Viernes Santo un puñal de plata dorada con forma de lirio y un rostrillo en terciopelo blanco con encales de plata.
En cuanto al acompañamiento musical, al igual que la pasada Semana Santa, pudimos disfrutar de las interpretaciones de la Banda de Tambores y Cornetas Cristo de la Expiración de Huelva tras el imponente paso de misterio y de la Banda Sinfónica del Liceo Municipal de Moguer tras el palio, interpretando marchas de corte fúnebre y luciendo en su uniforme corbatas moradas con el escudo de la hermandad bordado, en alusión a la amplia relacción que los une.
El exorno floral un año más nos dejaba ver un monte calvario en el paso de misterio, en el que destacaban rosas moradas, lirios y alhelíes, junto a hiedra y espinos que se entrelazaban con los candelabros del paso. Ezequiel García Muñiz es el encargado de este exorno, que adornó el trono de la Virgen de la Resignación con buquets de orquídeas. Un paso que el próximo año estrenará su bambalina trasera bordada.