S. D. Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible. El Toyota Recreativo Conquero perdió el partido que tenía que ganar, y de esa forma descendió a Liga Femenina 2 de baloncesto, sin tener que esperar los marcadores de los equipos que, con él, peleaban por la permanencia. Derrota cruel del equipo onubense (58-64) ante un Cadí ICG Software que se aprovechó, primero de los nervios de salida de las onubenses, y al final, de la presión a la que se vieron sometidas las de casa por la necesidad de remontar.
Se puede decir que el Toyota Recreativo Conquero nadó y nadó y al final se ahogó en la orilla. Esto se le puede aplicar al partido ante el Cadí, y a lo que ha sido toda la temporada. Las onubenses han peleado siempre, han sido competitivas, en el partido del sábado y en la Liga, pero cuando más en sus manos lo tenían, lo dejaron escapar. En el partido decisivo ante el Cadí, porque remontaron hasta una desventaja de 17 puntos (14-31, ya en el segundo cuarto), llegando a colocar el marcador en un esperanzador 54-57 a poco más de tres minutos. Y en la Liga, porque acariciaron el cielo con un triunfo que sabía a permanencia ante el Bembibre hace dos meses, pero que acabaron tirando por la borda tanto en la cancha como fuera de ella, con una salida del equipo de Lidia Mirchandani que no se sabe si se sabrá algún día porqué.
Podía entrar en el guión que el Conquero saliera a la cancha atenazado por los nervios, lo que le impidió jugar con fluidez en ataque, en donde se mostraba muy fallón. El Cadí ICG Software, que ha completado una segunda vuelta soberbia, lo aprovechó para obtener las primeras rentas en el marcador, que llegó a un 8-16 a falta de 2:45. Momento en el que Gabriel Carrasco, técnico del Conquero, pidió tiempo muerto. Con Mosby bien tapada el juego de ataque local no existía, si bien esa desventaja de ocho puntos se mantuvo al final del primer cuarto: 14-22.
Si mal empezó el partido, peor fue el inicio del segundo cuarto. Cuando más necesitaba la reacción el Toyota Recreativo Conquero, perseveró en sus errores tanto en el lanzamiento como en el pase, propiciando que su oponente llevara el electrónico a unos guarismos desalentadores: 14-31 .
El futuro era negro para las locales, que a falta de baloncesto tiraron de garra y ganas para al menos frenar la sangría. Buena parte de culpa la tuvo Bernice Mosby, que sin prisa pero sin pausa, ya se empezaba a notar. El 28-39 con el que se llegó al descanso era el mal menor para el Conquero.
Mosby emergió en el tercer cuarto, y a su lado Walich, Patricia Cabrera e Itziar Germán. Poco a poco el Conquero fue limando la desventaja. Fue un duro trabajo en defensa el que propició que las rentas de las catalanas, no sólo no se dispararan, sino que menguaran. Eran los mejores momentos del cuadro local que, con raza y fe, se aferraban al “sí, se puede” que se coreaba en la grada. Con 43-50 se llegó al último cuarto, y también con la sensación de que el equipo de Huelva podía coronar la remontada.
En el periodo decisivo siguió brillando con luz propia Mosby. A ella se aferró el Conquero, que de manera inexorable se acercó en el marcador. Primero a un 52-56 tras un soberbio triple de Patricia Cabrera, con cinco minutos por delante; y luego al esperanzador 54-57, con 3:16 por jugarse. Daba la impresión que estaba hecho, que el Conquero completaría de nuevo una portentosa demostración de fe. Pero se quedó ahí. En esos 3:16 al Conquero le volvieron a comer los nervios, se precipitó cuando más al alcance lo tenía, y acabó cediendo el partido por 58-64. Y lo que era lo mismo, firmando su descenso deportivo.
CB TOYOTA RECREATIVO CONQUERO: Lucía Pablos (4), Tanya Bröring (7), Joanna Walich (4), Itziar Germán (8), Bernice Mosby (23) -cinco inicial-; Patricia Cabrera (10), Ana Alonso (2).
CADI ICG SOFTWARE: Bartonova (4), Cristina García (15), Astou Traoré (12), Arhonda Convington (3), Parham (2) -cinco inicial-; Niedola (2), Georgina Blanquera (8), De Kleijn (11) y Oravcova (7).
Parciales de cada cuarto: 14-22, 14-17, 15-11, 15-14.
Árbitros: Sánchez Ardid y Bey Silva.
Incidencias: Partido correspondiente a la última jornada de la Liga regular en Primera Femenina disputado en el polideportivo Andrés Estrada. Unas 1.700 personas en las gradas.