Ana Rodríguez. Muy puntual con su barrio de San Sebastián ha sido este Martes Santo la Hermandad de Los Estudiantes. A las 17.40 horas, tal como estaba previsto y a pesar de las nubes y claros que cubrían el cielo, la Muy Ilustre y Universitaria Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Sangre y Nuestra Señora del Valle, San Sebastián Mártir y Santa Ángela de la Cruz daba un paso al frente e iniciaba su estación de penitencia este 2016.
En la calle, en torno a la iglesia de San Sebastián, los onubenses se iban arremolinando poco a poco. Muchos habían sido cautos y esperado hasta el último momento, hasta la hora fijada, para saber si la cofradía pediría hora de moratoria o decidiría no salir. Pero nada de eso pasó y, conforme la voz de que Los Estudiantes habían salido del templo se fue corriendo, el gentío hizo acto de presencia.
De riguroso negro y fajín de esparto, cerca de 500 hermanos, de los 1.200 que conforman la Hermandad, han dado vida al cortejo que ha acompañado a sus titulares. Abanderando la procesión, el estandarte con la imagen de San Sebastián -Estudiantes también es una Hermandad de Gloria y procesiona en enero con el patrón de Huelva-, y otros relacionados con la Universidad de Huelva, y es que la vinculación de la cofradía con la UHU es una de sus principales características.
No hay que olvidar que fue fundada en 1949 por alumnos del colegio Funcadia y que desde 1992 mantiene una estrecha vinculación con la Onubense. Por este motivo, en su cortejo no solo figuran insignias de distintas facultades, sino también participa una representación del rectorado. Este año hemos podido ver al rector, Francisco Ruiz, y también al ex rector, Francisco José Martínez, entre estos miembros de la UHU acompañando a los hermanos de Estudiantes.
Un hermoso arco iris lucía en el cielo cuando el Cristo de la Sangre era acunado por los costaleros hasta exterior del templo de San Sebastián. Poco a poco, con los sones del Trío de Capilla Musical Gólgota, la imagen que tallara Antonio León Ortega en 1949 se mostraba ante su barrio y bajaba la rampa para encontrarse con sus devotos. El crucificado iba sobre un lecho de lirios morados que confería aún más intensidad al dolor que expresa esta imagen. Con esta talla, su autor encontró su propio canon, su propio estilo. Es un Cristo enjuto, delgado, y sencillo de forma, y el único que tiene la cabeza girada hacia la izquierda de los que componen la Semana Santa onubense.
Precisamente, por cumplirse este 2016 los 25 años de la muerte de León Ortega, uno de los momentos especiales de la estación de penitencia de Estudiantes lo ha protagonizado el hijo del escultor, Antonio León Ferrera, quien ha realizado una de las levantás del Cristo de la Sangre, en homenaje y recuerdo al desaparecido imaginero.
Por otro lado, cabe destacar que esta Semana de Pasión no ha sido de grandes estrenos para la Hermandad, prácticamente ninguno según su hermano mayor Javier Pérez Blanco, debido a que los ingresos han bajado y han tenido que “asumir la partida de caridad y llevar alimentos a las Hermanitas de la Cruz para ayudar a la gente del barrio, a los más necesitados, porque antes de nada está la ayuda al prójimo”, explicaba.
Y es que la Hermandad está muy vinculada también a la citada congregación, siendo la única que hace dos estaciones de penitencia, ya que a su paso por el convento situado en la Plaza Niña toda la junta directiva entra cada año, como lo ha hecho este Martes Santo, y presencia la lectura de varias estaciones de penitencia al Santísimo. También en su cortejo se puede contemplar una insignia con el rostro de santa Ángela de la Cruz.
Casi con el cortejo fuera de la iglesia, quedaba aún uno de los momentos más especiales de los que pueden presenciarse junto al templo de San Sebastián: la salida de la Virgen del Valle. La imagen ha asomado al porche de la parroquia mientras en el aire flotaban las notas de una nueva marcha en su honor y con su mismo nombre, ‘Virgen del Valle’, que era interpretada por la Banda de Música Nuestra Señora del Carmen de Villalba del Alcor, que ha sido la que este año ha camino junto a la Virgen.
Como curiosidad, en el interior de esta imagen, el escultor Alberto Germán Franco introdujo cuando la restauró una fotocopia del contrato de la talla y recortes de prensa del día en que falleció el autor de la misma, Antonio León Ortega, un pequeño homenaje el imaginero y una forma de que éste estuviera siempre cerca de la dolorosa.
Calas blancas, orquídeas, rosas y fresias decoraban el paso de palio que ha enfilado con contundencia la rampa de San Sebastián para encaminarse a la avenida Federico Mayo, detrás del Cristo de la Sangre. En uno de los varales, un lazo negro en recuerdo de los hermanos que ya no están.
El recorrido de la Hermandad de Estudiantes siguió su curso sin sobresaltos hasta que a las 21.00 horas, al poco de entrar en Carrera Oficial, la lluvia les obligó a resguardarse en la iglesia de la Concepción, al igual que lo hizo la Hermandad de la Lanzada.
Tras el rezo del rosario en la parroquia, con nueve pasos en su interior, la junta de gobierno de Estudiantes se reunió y decidió regresar al templo por el camino más corto: terminar Carrera Oficial y enfilar La Palmera, Pablo Rada y la calle Montrocal. Así pasada la medianoche, la Hermandad ya había alcanzado de nuevo la iglesia de San Sebastián, hora y media antes de lo previsto a causa del tiempo inestable.
Con la entrada en el templo terminaba su estación de penitencia Los Estudiantes, una jornada que, a pesar de las inclemencias meteorológicas, ha sido muy especial para su hermano mayor, Javier Pérez, que ha cumplido su tercer y último año al frente de la actual directiva. El próximo 29 de marzo, los hermanos están convocados a un nuevo proceso electoral del que saldrá la nueva junta de gobierno que tendrá que trabajar para dar esplendor al próximo Martes Santo.