Antonio José Martínez Navarro. Las noticias más tempranas del área o zona denominada “Balbueno” o “Valbueno” (apocopé de Valle Bueno), esto es, donde hoy se levantan las barriadas “Martín Alonso Pinzón”, “Tartessos”, etc., nos habla de que aquella que se extendía desde el barrio Obrero hasta la actual barriada de Los Rosales estuvo, a lo largo de siglos, dedicada a la agricultura, Así, para cualquier asunto administrativo-económico, el Comisionado de Apremios le preguntaba al Alcalde de Huelva las posesiones que tenía en la villa de Huelva don Próspero Gutiérrez, tal como leemos en Oficios y Minutas de 1847:
<<Sírvame Vd. manifestarme a la mayor posible brevedad las fincas que posee tanto en esta capital como en este término, don Próspero Gutiérrez. Dios… Huelva, Enero 30 de 1847. Antonio Robles…>>.
Al margen del escrito, podemos leer lo que le contestó el alcalde de Huelva:
<<…Siete fanegas de tierras en Balbueno.
Nueve fanegas de tierras en el Vendaval.
Seis en Tariquejos.
Cuatro en el Balmont.
Una suerte de tierras y olivos en el Torrejón>>.
No obstante, retrayéndonos al sitio exacto que ocupa en la actualidad la barriada que historiamos sabemos, a través del Fondo Alejandro Herrero, 11, que la Casa Sindical del Hogar tuvo que hacer deslinde con fincas de las que eran dueños, en la actual Vía Tráfico Pesado, don Luis Clauss y don José Lagares y adquirir terrenos que poseía en la prolongación de la calle Obispo Díaz Bernal, don Francisco Moya y que en aquellas latitudes vivían como arrendatarios Juan Quintero y el conocido Juanito Soledad.
Conozcamos, a través del Fondo Alejandro Herrero, II del A M H, uno de las actas que dieron lugar a la Casa Sindical del Hogar tuviese el terreno suficiente para levantar la barriada Martín Alonso Quintero:
<<Acta de deslinde entre herederos de don Luis Clauss y la Casa Sindical del Hogar
En Huelva a veintinueve de noviembre de mil novecientos cincuenta y cuatro, reunidos en los terrenos de Balbueno, don Jerónimo Borrero, Secretario Técnico de la Obra Sindical del Hogar, don Luis Clauss Kindt y don Germán Lautensoblaeguer en nombre de los herederos de don Luis Clauss, don Francisco Sedano Arce, arquitecto de la Obra Sindical del Hogar y don Alejandro Herrero Ayllón, arquitecto municipal, para realizar un deslinde entre los terrenos propiedad de los Herederos de don Luis Clauss y Obra Sindical del Hogar, proceden a examinar el lindero que se adjunta al plano adjunto en los siguientes términos:
“En el lado Oeste del grupo de ochenta y dos viviendas de Nuestra Señora de la Cinta, el lindero de los herederos de don Luis Clauss es una recta a once metros de distancia de la fachada, que se prolonga hacia el Sur, estando la alineación de la calle a 15,00 metros de distancia de dichas fachadas.
En el lado Sur del grupo de 82 viviendas el lindero está a los 74,40 metros de la fachada del Grupo de las 82 viviendas que resulta ser también 8,00 metros de la fachada de la última manzana del grupo de 480 viviendas cuya construcción se inicia, formando un ángulo recto con el anterior y continuándose al Este por el vallado de tuneras que limita la finca de Herederos de don Luis Clauss. La finca de don Luis Clauss en los linderos primero y segundo en ángulo recto descritos es de alambrada sobre hincos de hormigón, de su propiedad.
Y para que así conste lo firman en Huelva a 29 de noviembre de 1954. Firmado: Jerónimo Borrero Francisco Sedano y Luis Clauss. Sin firmar. Germán Lautnschlauger, Alejandro Herrero>>.
Si observamos la situación de la Barriada Martín Alonso Pinzón, en el Plano municipal del Departamento de Estadísticas y Empadronamiento la forma un cuadrado que queda contorneado por las calles Vía de Tráfico Pesado, Puebla de Sanabria, Argonautas y Arizona y contiene las calles Aragón y Cristo del Amor y un rectángulo que tiene su vértice inferior izquierdo limítrofe con el vértice superior derecho del cuadrado y queda cercado por las calles Ecuador, Puebla de Sanabria, Brasil y Almonte e Islas Columbretes y en cuyo rectángulo quedan enmarcadas las calles Paraguay, Venezuela y Bolivia.
Y comenzaron las obras de cuatrocientas ochenta viviendas que finalizaban apenas diez meses más tarde y con cuya construcción muchas personas verían realizadas su esperanza de vivir en hogares dignos, ya que durante muchos años habitaron en chozas o viviendas que carecían de las más mínimas y legisladas normas de higiene y de reducidas dimensiones,. Estas viviendas, acogidas al Decreto-ley del 29 de mayo de 1954, del Plan Sindical, fueron levantadas, como ya ha quedado citado, por la Obra Sindical del Hogar, tal como queda confirmado en un pequeño artículo inserto en el diario “Odiel” del día 29 de septiembre de 1955 que comunicaba la entrega de las citadas viviendas y adjuntaba una fotografía, realizada por “Rodri”, de las mismas:
<<Las viviendas de la Obra Sindical del Hogar. He aquí una perspectiva del grupo de cuatrocientas ochenta viviendas que la Obra Sindical del Hogar levanta en la Isla Chica, que en breve fecha serán entregadas a sus beneficiarios>>.
Conozcamos, a través del repetido documento del A M H., el Resumen General de Presupuesto de la citada barriada:
<<Resumen General de Presupuesto
Número de viviendas, Tipo Ejecución material Pluses
Edificios y Servicios
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64 viviendas 4 dormitorios entre medianeras 2.319.309,20 173.391,15
96 “ 4 dormitorios esquina, 3.526.054,32 251.158,83
192 “ 3 dormitorios. 6.013.017,41 427.233,37
128 “ 2 dormitorios. 3.362.433,40 243.656,06
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Sumas 15.220.814,33 1.095.439,41
Urbanización 1.414.529,69 94.680,58
Suma 16.635.344,02 1.190.119,99
Total ejecución material 16.635.344,02
Pluses 1.190.119,99
15 % Beneficio Industrial 16.635.344,02 = 2.495.301,60
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20.320.765,61
0,7875 % Honorarios del Proyecto 131.003,33
O, 7875 % Honorarios de Dirección 131.003,33 340.608,66
0,4725 % Honorarios de Aparejador 78.602,00
0,15 % Derechos obvencionales 24.953,01 24.9953, 01
Valor de los terrenos 19.414,36 metros
Cuadrados a 30,00 pesetas m2 573.430.80
Presupuesto total protegido 21.259.758,08 pesetas>>.
Fueron arquitectos directores de la Barriada “Martín Alonso Pinzón” don Alejandro Herrero Ayllón y don Francisco Sedano Arce y la construcción de la misma fue llevada a cabo por la Empresa Constructora Onubense S. A. (ECOSA).
El domingo 27 de noviembre de 1955 el Gobernador Civil, Sr. Summers, hacía entrega de los títulos a los beneficiarios de las 552 viviendas de los Grupos “Martín Alonso Pinzón” y “Nuestra Señora de la Victoria”. Dos días más tarde el diario “Odiel” se detenía, complacido, en el nuevo logro:
<<… En menos de un año han sido construidos, en terrenos frente a la barriada de la Isla Chica por la Obra Sindical del Hogar, correspondiente al Plan del pasado año, dos grupos de viviendas: uno, de cuatrocientas ochenta, denominado “Martín Alonso Pinzón” y otro de setenta y dos, que lleva el nombre de “Nuestra Señora de la Victoria”, ambos ejecutados por la Empresa Constructora Onubense S. A., una de las primeras entidades colaboradoras de dicha Obra que se halla integrada por un grupo de onubenses, animados del mejor deseo de contribuir a la construcción en nuestra provincia.
Constan estas viviendas, las del primero, de cuatro, tres y dos dormitorios, comedor, cocina, cuarto de aseo, lavaderos, etc., con renta mensual provisional, de 104,34, 105,32, 91,65 y 78,99 pesetas, respectivamente, y las del segundo, de cuatro dormitorios todas ellas. De 98,09, 106,10 y 230,75 pesetas de renta mínima.
El presupuesto de las obras ha sido de 21.259.788,08 pesetas las del Grupo “Martín Alonso Pinzón” y de 2.593.534,51, las de el de “Nuestra Señora de la Victoria”, habiendo sido ambos construidos en un periodo de diez meses. Además han sido urbanizadas sus calles amplias con su correspondiente alcantarillado y acerado, bancos y sitio apropiado para la plantación arbolado que darán a aquellas gran vistosidad…>>.
En un oficio, remitido por don Alejandro Herrero al Sr. Delegado Provincial del Instituto Nacional de la Vivienda, quedan indicadas las especies que exornaron las dos barriadas. No obstante, deducimos que en este escrito aunque se citen “las necesidades de arbolado de ambas barriadas terminadas”, se refiere a la de Martín Alonso Pinzón” y que quedarían sin plantar las 25 acacias, 13 paraísos y 16 álamos o, ¿serían para la barriada “Nuestra Señora de la Victoria”?:
<<Como complemento a anterior oficio relativo a las necesidades de arbolado de barriadas terminadas, tengo el honor de informar que en el Grupo de 480 vivienda de Valbueno de la Obra Sindical del Hogar faltan 12 paraísos, 70 acacias de cola, 20 chopos y 210 acacias de flor. Dios guarde a Vd. muchos años Huelva, 22 de enero de 1957
El Arquitecto
Quedaban 25 acacias, 13 paraísos, 16 álamos.
Sr Delegado Provincial del Instituto Nacional de la Vivienda. Huelva>>.
Las dimensiones de las piezas que formaban estas casas eran muy reducidas. Así, el jocoso pueblo onubense apreciando que cualquier habitación podía ser medida tomando como base una corta guita o cuerda, o que se tuviera que utilizar una de ésta para ver si se podía alojar un determinado mueble, pasó a llamarla “Barriada de la Guita”.
Según leemos en la reiterada Carpeta II de Alejandro Herrero, los herrajes empleados en las construcciones de los Grupos “Martín Alonso Pinzón” y “Nuestra Señora de la Victoria” fueron de la Ferretería al por mayor y menor de Juan Mascarós y Sobrinos, S. L. y remitidos a ECOSA por indicación de don Alejandro Herrero. Consistían estos en Puerta de la calle, Portón del Piso, Puerta interior dormitorio, puerta interior aseo, una puerta armario, una ventana con dos hojas con tapa-luz, una puerta ventana de una hoja tapa-luz, una ventana y una hoja sin tapa-luz, una puerta azoteílla con tapa-luz
Tras la recepción provisional del Grupo “Martín Alonso Pinzón” unas fechas más tarde, 17 de enero de 1957, se realizaba la recepción definitiva del citado Grupo:
<<Acta de recepción definitiva del Grupo de cuatrocientas ochentas viviendas protegidas que para la Obra Sindical del Hogar y de Arquitectura y con arreglo al Plan Sindical del año mil novecientos cincuenta y cuatro se han construido en Huelva.
En la ciudad de Huelva, siendo las doce del día diecisiete de enero de mil novecientos cincuenta y siete, reunidos de una parte don Luis Gil Lasantas en calidad de Consejero Delegado de la Empresa Constructora Onubense S. A., adjudicatario de las obras del Grupo número 300 del Plan Sindical 1954 y de otra don Alejandro Herrero Ayllón y don Francisco Sedano Arce, arquitectos directores de las obras antes citadas, con asistencia de don Jerónimo Borrero Gómez, Secretario Técnico de la Obra Sindical del Hogar y de Arquitectura, representando a la DNS y don Alberto Balbotín Orta, Arquitecto, Delegado Regional del Instituto Nacional de la Vivienda, a fin de proceder al levantamiento de la correspondiente acta de recepción Definitiva del citado Grupo que consta de 480 viviendas.
Los antes citados arquitectos, previo el detenido reconocimiento de las obras, hacen constar que las mismas se han ejecutado conforme a los documentos del proyecto y asimismo que se han subsanado las deficiencia en la urbanización de las calles, bacheando y consolidando el macadán con riego asfáltico y la colocación de rodillos en los alcorques para el arbolado, defectos aparecidos dentro de las viviendas y ejecución de la plantación del arbolado previsto en el proyecto, que se hacían constar habría de terminarse antes de la recepción definitiva, en el acta de recepción provisional, en vista de lo cual se procede en esta fecha a la recepción definitiva del citado Grupo,
Y para que conste de firmar la presente acta que por cuadruplicado y a un solo efecto, suscriben en la fecha y lugar antes citado. El Delegado Regional del I. N. V. El Secretario Técnico, los Arquitectos. Por la contrata Empresa Constructora S. A. >>.
No todos los beneficiados supieron darle un uso digno a las viviendas recibidas. Ante este comportamiento análogo recibían una reprimenda finalizando febrero de 1956:
<<Se ha observado que algunos inquilinos de los grupos nuevos de esta Obra Sindical del Hogar han hecho diversas instalaciones en las fachadas, totalmente prohibidas.
Por el presente se le advierte que antes del diez de marzo deben desaparecer cualquiera de las siguientes.
1º) Alambres, cuerdas o cualquier clase de tendederos en fachada. Queda terminantemente prohibido tender fuera de los patios ni aunque sea ropa pequeña.
2º) No se pueden poner tablas en los balcones ni telas metálicas, ni alambres, ni cuerdas con el pretexto de taparse o evitar peligros. El balcón hay que dejarlo completamente libre.
Si el día citado no se hubiera quitado lo que exista de estas cuestiones, el inquilino correspondiente será multado con cien pesetas y si reincidiese sancionado con la pérdida del piso.
Únicamente se autoriza a poner en las ventanas un hierro redondo de 12 mm a modo de antepecho para sujetar macetas, siempre que quede metido dentro del grueso de muro y se sujete con doble tornillo a cada uno de los bastidores de la ventana. Deberá colocarse exactamente a 12 cm. del alféizar.
Por Dios, por España y su Revolución Nacional Sindicalista. Huelva, 29 de febrero de 1956>>.
La calidad de los materiales empleados en la construcción de la barriada que nos ocupa empezó a sus vecinos a darles problemas casi de inmediato. En la sesión municipal del 4 de octubre de 1975 se le planteaba al Ayuntamiento dos problemas: la ejecución y financiación de las obras de sus vías de acceso y servicios y la reparación de las viviendas siempre que la Obra Sindical del Hogar o los propios vecinos apartaran una parte de los gastos que la misma llevaba consigo:
<<…Vista propuesta de la Comisión de Obras y Edificios Municipales que a continuación se transcribe, formulada como consecuencia de acuerdo adoptado por el Consejo Sindical Provincial para que se agilicen cuantas gestiones serán necesarias y a los niveles pertinentes, para el debido acondicionamiento de los viales de la Barriada Martín Alonso Pinzón, así como que el Ayuntamiento se haga cargo de los mismos:
“Teniendo en cuenta que la citada Barriada fue construida por la Obra Sindical del Hogar, y que el Ayuntamiento no puede hacerse cargo de los viales de la misma en su actual estado, sugerir al Consejo que interese de la citada Obra la previa reparación de los mismos, de conformidad con las calidades usualmente empleados por este Ayuntamiento, tras cuya reparación, debidamente inspeccionada, no hay, en principio, inconveniente en que el Ayuntamiento se haga cargo de los viales y servicios.
Ofrecerse asimismo el Ayuntamiento para colaboraren la ejecución y financiación de las obras, si bien dentro de sus reducidas posibilidades, como ya ha iniciado en parte de la Barriada Nuestra Señora de la Cinta, siempre que la Obra Sindical del Hogar o los propios vecinos aporten la parte del presupuesto que resulte de aplicar las contribuciones especiales según la legislación de Régimen Local
Se sugiere análogo tratamiento para las Barriadas adyacentes dependientes, unas de la Obra Sindical del Hogar y otras del Instituto Nacional de la Vivienda.
Después de intervenir en el asunto planteado los señores Iglesias Portero, Bermejo Castro, Rodríguez Torres, Salgado Rodríguez, Mora Ortega y Lobo Ruano, se acordó de conformidad con lo propuesto anteriormente transcrita, como asimismo y a propuesta del señor Salgado Rodríguez que sea facilitada una relación de los organismos que poseen barriadas en Huelva, con detalle de las causas por las que no las acepta el Excmo. Ayuntamiento.
Por unanimidad de los señores concurrentes y de conformidad con propuesta formulada por la Comisión de Obras y Edificios Municipales, se acordó encomendar a los Servicios Técnicos Municipales, la redacción de un proyecto de urbanización de la calle Jabugo de esta capital, con inclusión de un estudio de enlace de los tráficos; que por el Sr. Interventor de Fondos se proceda igualmente al estudio de la forma más idónea para la financiación de dichas obras, las cuales serán declaradas de urgencia, en su día, para su más rápida iniciación, dado el lamentable estado que ofrece en la actualidad…>>.
Todavía, casi un año más tarde, no se habían puesto de acuerdo el Ayuntamiento y la Obra Sindical del Hogar sobre quién debía abonar los gastos de reparación. Además, en cuanto caían unas gotas se anegaban las calles de la barriada Martín Alonso Pinzón, de ahí que apareciera en el diario “Odiel” del día 8 de septiembre de 1976 toda aquella controversia:
<<Los vecinos de la barriada Martín Alonso Pinzón. Es lamentable tener que dirigirse a la prensa, para que lance al aire las quejas de unos vecinos, que vienen padeciendo los caprichosos o los tomas y daca que ciertos organismos se traen para el arreglo de estas calles. Creemos que es hora de que cierto asunto de importancia, como éste que tratamos, se ponga en el tapete y se realicen a la mayor brevedad. Lo que no puede ser, es que lleguen las lluvias y nos tengamos que descalzar para poder transitar por estas calles –si así se pueden llamar-. Lo que si es cierto, es que se han llegado a realizar unas obras de embellecimiento de cierta Plaza y calles adyacentes, que desdice mucho con las ruinas callejeras que la rodean y no es que se critique esta nueva construcción, al contrario, lo que se trata es que estas calles ruinosas dan mucho que pensar, pues “ docem” que si el Ayuntamiento, otros que si la Obra Sindical es la que tiene que afrontar las referidas obras, lo cierto es que han empezado el arreglo de la calle Puebla de Sanabria y han cortado a la altura del empiezo de los bloques de la barriada de Martín Alonso Pinzón. ¿Qué pasa con esto, tío? Es lo que diría un joven de esta época, pero como el que suscribe es mayor de edad, sólo digo que esto es un puro guaseo que se traen con estos vecinos de la ya mencionada barriada Martín Alonso Pinzón>>.
El siglo XXI se presentaba ante las barriadas Martín Alonso Pinzón y Rocío con muchos problemas. Uno de los esenciales era una mejora de la accesibilidad. En los años transcurridos del citado siglo se había eliminado el 50 % de las barreras arquitectónica, pero era necesario acabar con la falta de fluidez en una de las principales entradas, la de la calle Jabugo con Tráfico Pesado y habilitar una zona de aparcamiento. La solución en el año 2005 fue la construcción de una rotonda cuyas obras comenzaron en los primeros días de febrero de2005. Con respecto a la eliminación de las barreras arquitectónicas, se trataba de hacer calles peatonales, siendo el principal inconveniente que entre bloque y bloque hay una zona ajardinada que impide, en caso de emergencia, el acceso de ambulancias o coches de bomberos.
La falta de aparcamiento era una de las principales carencias de estas barriadas. La construcción de las viviendas se realizó mediante bloques de tres y cuatro pisos, sin locales ni garajes. En los años cincuenta del siglo pasado no había muchos coches y los bajos fueron destinados también a viviendas. En el año 2005, había más de un vehículo por familia.
Nos despedimos de este barrio de Huelva que nos ha sumergido, por unos instantes, en la Onuba que años más tarde entraría en su época floreciente de la Industria.
