Ana Rodríguez. El onubense Ildefonso Vergara Camacho es un hombre de radio, un medio en el que lleva trabajando más de 30 años y al que ama casi tanto como a su gran pasión, el flamenco. Quizá por ello, el investigador ha logrado sacar adelante un trabajo en el que prueba la retroalimentación que ha existido desde sus orígenes entre las ondas y esta expresión artística declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Un análisis que ha recogido en una tesis doctoral pionera, realizada en el marco del primer programa de doctorado de flamenco que existe en el mundo, el de la Universidad de Sevilla, y que lleva por nombre ‘El flamenco. Acercamiento multidisciplinar a su estudio’.
Vergara leyó su trabajo, centrado en el periodo 1924 – 2010 y dirigida por los profesores Francisco Escobar y Francisco Perujo, a finales de 2015, siendo para él toda una satisfacción el haber podido demostrar «la importancia que tiene el flamenco dentro de la radio», un tema sobre el que nunca se había investigado hasta ahora. Así, el onubense he indagado en la vinculación del medio desde sus inicios con el flamenco y ha descubierto que se trataba de «una relación muy cercana, ya que las emisoras se inauguraban con él. En la primera emisión de radio, ya había flamenco, y en los años 20 y 30 se incluía en la programación diaria del medio, que era casi sólo un soporte musical, destinando el 95% del tiempo a música clásica y flamenco», explica el ya doctor.
El recorrido por esta historia de amor entre flamenco y radio ha dejado momentos estelares que Vergara ha sabido recopilar en su interesante estudio. Uno de ellos es la inauguración de la primera radio comercial, Radio Ibérica, en Madrid en 1923, que contó con los artistas del tablao Villa Rosa de la capital española. De hecho, varias estaciones de radio se inauguraban con flamenco, dato que luego quedaba reflejado en informaciones y anuncios de periódicos de la época. En este sentido, Ildefonso destaca también que cada emisora tenía una revista en la que publicaba su programación diaria, en las que nunca faltaba la consabida manifestación artística.
La investigación aborda el nacimiento de los primeros concursos de cante y saetas en los años 40 de la mano del extremeño Miguel Santisteban en Unión Radio, aunque será a mediados de los años 60 cuando el flamenco adquiera entidad propia en las ondas gracias, en gran medida, al empuje de Antonio Mairena. «Mairena impuso un canon estético-cultural de cómo debe concebirse el flamenco», aclara Vergara, siendo espacios de debate crítico como la mítica ‘Tertulia Flamenca’ de Radio Sevilla, a las que seguirían otras como la de Radio Popular, con José María Roldán, las que contribuirían a dignificar el arte flamenco en la segunda mitad del siglo XX.
Cabe destacar que la ‘Tertulia’, en la que participaban figuras de primer nivel como Manuel y Antonio Mairena, Naranjito de Triana, Farruco, Luis Caballero o Rafael Belmonte, entre otros, era un oasis en el desierto de la censura en los medios, pues sólo en este tipo de programas estaba permitido opinar, más allá de lo anecdótico, y también permitió rescatar un género periodístico, el de la tertulia radiofónica, relegado a olvido por la falta de libertad de expresión.
De este enfoque nacen los primeros espacios exclusivamente dedicados al flamenco dentro de las programaciones de las radios, siendo uno de ellos ‘Sabor andaluz’ en La Voz del Guadalquivir, conducido por Miguel Acal. Estos programas especializados -el siguiente paso sería la puesta en marcha de emisoras temáticas, como Radiocadena Flamenca- promovieron un nuevo periodo de puesta en valor del flamenco, jugando la radio un destacado papel en la revalorización de la identidad andaluza.
Asimismo, en los años 80 aparecen nuevas emisoras que emiten en FM, como La Ser en Huelva, Canal Sur, emisoras municipales… y en la programación de todas ellas el flamenco nunca faltó.
Por otro lado, la tesis de Vergara es un estudio diacrónico con gran presencia de cantaores y artistas de la historia del flamenco en España, como lo fueron Lola Flores o Manolo Caracol, pero también incorpora nuevos nombres a esta arte, los de los periodistas que lo difundieron a través de sus programas radiofónicos. Entre las joyas encontradas por el investigador a este respecto, destaca una entrevista de Agustín López Macías ‘Galerín’ al cantaor José Torres Garzón ‘Pepe Pinto’ publicada en el diario Ideal en la que el artista se quejaba de que la radio no le pagaba lo suficiente para contratar a un poeta que le hiciera las letras de las canciones.
Centrándonos en la provincia onubense, el experto pone de relieve que también en Radio Nacional de España en Huelva, emisora decana de la radio pública española según investigaciones de José Sánchez Canales, estuvo muy presente el flamenco en los años 40 y 50, al igual que en Radio Peninsular y Radio Popular. Vergara apunta que «al flamenco le dieron también gran protagonismo en Huelva figuras muy importantes de la radio como Onofre López, Manolo Acosta, Isi Sayago o Ramón Arroyo, que era una auténtica enciclopedia del flamenco onubense».
Como conclusiones de la investigación, el profesional pone el índice en que el flamenco ha estado presente en la radio desde sus inicios hasta nuestros días, compartiendo ambos algo más que el mismo ecosistema sonoro, siendo manifestaciones de una misma sociedad, de su cultura y costumbres. La radio ha aportado nuevos temas de comunicación flamenca, rompiendo con la proxémica, y permitiendo escuchar el flamenco fuera de su ambiente tradicional.
Asimismo, Vergara apunta que la radio no se ha limitado a ser actor pasivo en el binomio dialógico flamenco-radio, actuando como un elemento instrumental. «De hecho, ha sido más que un medio, no ha contado un relato, sino que llega a formar parte del mismo, pasando a ser portavoz y no altavoz; más aún, en distintos momentos ha adoptado un protagonismo capital para la socialización, la dignificación y el reconocimiento público del flamenco, asumiendo el papel de motor que implicó a instituciones, entidades y colectivos», señala el estudioso.
Desde la perspectiva de la comunicación social, la radio flamenca ha dotado de un nuevo modelo de especialización temática radiofónica, que logra que la sociedad se aficione a la manifestación artística a través de las ondas. También se ha adaptado a la vanguardia tecnológica y conseguido una innovación de géneros periodísticos, siendo un claro ejemplo las tertulias radiofónicas. Finalmente, el onubense afirma que el flamenco ha logrado catalizar socialmente mediante la radio la identidad cultural andaluza en el concepto crítico, desde la recta final del Franquismo hacia la concesión de la autonomía y las instituciones de autogobierno, destacando en este sentido la labor de personas como Mairena o Iñaki Gabilondo, que usaban la radio para poner en valor la identidad andaluza.
Biografía del autor. Así pues, éstas son las principales ideas que destaca de su pionera investigación Ildefonso Vergara, natural de Paterna del Campo y licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Hispalense. Su debilidad por el flamenco había arraigado en él siendo un niño, no en vano, su padre llevaba el Casino de Paterna, espacios éstos de reunión y distensión en los que la gente se familiarizaba con el universo de esta expresión cultural. Además, su abuelo era tratante y conocía a muchos artistas, entre ellos a los de la Generación del 27, algo que impactó en gran medida a aquel niño que pensaba entonces que criarse en aquel ambiente era no normal.
Sus recuerdos de la infancia está llenos de jalones de cante hondo, como la hora de la merienda, ese instante en que su madre le daba el bocadillo mientras por la radio sonaban toques de guitarra y quejíos.
Así, no es de extrañar que cuando se puso en marcha en el municipio vecino de Escacena del Campo la radio municipal (hoy Radio Luna Escacena), Vergara no se lo pensó dos veces y metió la cabeza para hacer, con los escasísimos medios de los que disponían, un programa, como no podía ser de otra manera, dedicado al flamenco. Emisiones que se preparaba sobremanera leyendo libros específicos de esta temática y que le permitieron compartir momentos con profesionales como Pepe Cabello, Miguel Delgado o Juan Romero.
Pero su primer trabajo de verdad, fue en Radiocadena Española (RCE) en Huelva, que en 1989 pasaría a formar parte de Radio Nacional de España. «En teoría yo iba a formar parte de una nueva emisora onubense, Radiocadena Flamenca, que al final nunca se inauguró, así que tuve que hacer de todo un poco, lo cual resultó un aprendizaje extraordinario», recuerda Vergara. Tanto en Huelva como cuando lo trasladaron posteriormente a Sevilla, Ildefonso coincidió con periodistas como Ramón Arroyo, Pilar Caballero, Rafael Terán y el gran maestro Enrique García Izquierdo, con quien trabajó codo con codo y del que guarda un cariñoso recuerdo.
Tras dirigir a principios de los 90 la emisora de la Ser en Almonte y pasar luego una pequeña temporada en Radio Huelva, en 1992 aterriza en Radio Sevilla, donde ha desarrollado el resto de su carrera profesional, aunque en el ámbito comercial más que en el periodístico. De hecho, Vergara es actualmente el director comercial de la Cadena Ser Andalucía.
Pero dentro de sus labores comerciales siempre ha reservado un hueco para su ‘hobby’, compatibilizando sus responsabilidades con la puesta en marcha de espacios radiofónicos de flamenco en Radio Sevilla 2 y, en verano, en la onda media.
Su pasión le llevó de nuevo a la Universidad y a embarcarse en la tesis ‘Flamenco y Radio en Sevilla. Fuentes y análisis historiográfico’, cuyos datos más relevantes serán publicados próximamente en una edición divulgativa de la investigación.
A modo de anécdota, Ildefonso señala que para elaborar este estudio ha tenido que recurrir a multitud de fuentes (videográficas, documentales, orales como Iñaki Gabilondo, etc.) y análisis historiográficos, ya que se encontró con la sorpresa de que no se había investigado nada al respecto: «ha sido poner en valor algo que no existía», explica el doctor.
La recopilación de este material ha sido una auténtica odisea al carecer las radios de fuentes fonográficas o archivos sonoros. Por ello, Vergara ha tenido que hacer uso del ingenio para localizar ciertas piezas de este ingente puzzle. Sirva como ejemplo que en una revista estadounidense localizó un artículo del año 1985 titulado ‘La radio y el flamenco en España’ y consiguió ponerse en contacto con su autor, un americano que había estado en la base militar de Morón de la Frontera y había aprendido a tocar la guitarra con el tío del Gastor. «El hombre tenía un aparato con el que grababa la programación de Radio Madrid y Radio Sevilla y aún conservaba las cintas que, amablemente, me ha pasado», pone de relieve el autor del trabajo.
Finalmente, el onubense ha señalado que «he disfrutado mucho haciendo esta tesis, que es un hito en mi carrera porque es mi oficio, mi afición y mi vocación y un homenaje a la gente que lo ha hecho posible«.