HBN. El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) ha dedicado parte del último número de su revista a la comarca del Condado de Huelva, un amplio territorio que sorprende por sus características físicas, paisajísticas y expresiones patrimoniales. En la sección de Bienes, Paisajes e Itinerarios del nº 88 de la publicación digital se recogen ocho artículos redactados por diferentes investigadores en los que se ofrece una visión muy amplia del Condado, abordando su historia, monumentos y tradiciones, entre otros aspectos.
El primero de estos textos es obra del profesor de la Universidad Pablo de Olavide Juan Francisco Ojeda, quien nos recuerda que el Condado de Huelva engloba los términos municipales de 19 localidades y que está subdividido en las comarcalizaciones agrarias del Ministerio de Agricultura y de la Junta de Andalucía en Condado Campiña -Beas, Bollullos par del Condado, Bonares, Chucena, Escacena del campo, Manzanilla, Niebla, La Palma del Condado, Paterna del Campo, Rociana del Condado, San Juan del Puerto, Trigueros, Villalba del Alcor y Villarrasa- y Condado Litoral -Almonte, Hinojos, Lucena del Puerto, Moguer y Palos de la Frontera-.
Tras presentar los datos estadísticos más sobresalientes de esta comarca onubense, Ojeda ofrece las claves comprensivas del espacio físico-natural de esta zona, de su histórica conformación territorial y de las percepciones o representaciones de sus diferentes ámbitos paisajísticos.
El profesor recala en cuatro paisajes elegidos por su representatividad patrimonial, algunos de ellos escondidos y no disfrutables en la actualidad por la paradójica razón de su conservación como tales, como es el caso de las bellas vistas de la vera de Doñana. Otros, sin embargo, son muy visibles pero están poco reconocidos por la ciudadanía como patrimonios o herencias comunitarias, como ocurre con las murallas de Tejada la Vieja y la feraz «tierra de garbanzos» de su campiña; el ruedo de Bollullos del Condado, con la ermita de la Virgen de las Mercedes, y el convento de la Luz de Lucena, expresión de la singular luz atlántica del litoral de Huelva.
En otra de las investigaciones publicadas en este número de la revista del IAPH, es el catedrático de Arqueología de la UHU, Juan M. Campos Carrasco, quien descubre a los lectores ‘El conjunto histórico-artístico de Niebla’, uno de los más significativos de la provincia onubense.
La dilatada historia de esta ciudad, desde su fundación en el Bronce Final hasta su declive en los siglos XVIII y XIX, está marcada por una serie de hitos muy significativos según explica Campos, como «el papel de centralidad que jugó durante época tartésica, primero, y romana, después, al estar ubicada en la rica campiña onubense y en un estratégico vado del río Tinto sobre el que se construye un puente en época romana que le otorgó para siempre el carácter de núcleo preponderante en los intercambios de gentes, productos e ideas que circularon en el suroeste peninsular hasta la actualidad».
Asimismo, en época islámica fue capital del Reino de Niebla, de la que son testigos sus imponentes murallas, y posteriormente en época cristiana, en 1369, capital del Condado de Niebla. En el artículo, el catedrático recuerda que a partir del siglo XVII comienza el declive de la ciudad, situación que culmina con el auge agrícola del siglo XVIII y la desamortización civil del XIX, cuando perderá definitivamente su puesto hegemónico en el territorio. «No obstante la importancia histórica y la influencia que Niebla tuvo en todo el territorio a lo largo de la historia siempre han permanecido, siendo testigo de ello tanto el legado histórico como el rico patrimonio monumental que hacen de la ciudad de Niebla uno de los enclaves patrimoniales más importantes del territorio onubense», recoge el texto.
El tercer reportaje se centra en las rutas de comercialización del vino en el Condado de Huelva y en él se desarrolla una parte del trabajo realizado en 2013 por la arquitecta Alba Espina Boa dentro de una estancia de estudios en el Laboratorio del Paisaje del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. La joven diseñó una ruta cultural titulada ‘Espacios del vino del Condado de Huelva. De la cepa a la copa pasando por la bota’, en la que ahonda en la tradición vitivinícola de este área de la provincia onubense, principal recurso económico de la comarca, ya que, por su topografía, clima y geología, sólo es rentable el cultivo de la uva.
En este sentido, el documento que recoge el IAPH destaca que, debido al progresivo colmatamiento de los cauces fluviales que rodean esta comarca, «a lo largo de la historia se han buscado nuevas vías comerciales por el Condado para la exportación de su vino: en época romana se usaba la vía Antonino; durante la conquista de América, el carril del Lobo, el puerto de Moguer y el caño de las Siete Suertes; en el siglo XIX, los puertos de Huelva y Sevilla y el Tren del Vino del Condado; y ya en la segunda mitad del siglo XX, la autovía A92″.
Las Fiestas de las Cruces tampoco podían faltar en este repaso por el patrimonio del Condado, siendo una de las tradiciones más conocidas de la primavera. La profesora de la UHU Celeste Jiménez de Madariaga y Aniceto Delgado Méndez, del IAPH, recuerdan, en este sentido, que la personalidad de esta comarca se palpa también en esos rituales festivos vinculados a la cruz de mayo que poseen gran interés. Y es que «el mes de mayo y los meses previos, son ‘tiempo de cruces’ en el Condado, tiempo de fiesta, momentos para el disfrute colectivo y la afirmación de pertenencia a una localidad, a un barrio, o a una calle», afirman los expertos.
De la fiestas pasamos a los monumentos. En primer lugar al conjunto de ‘Las torres parroquiales del Condado de Niebla tras el terremoto de Lisboa’ que nos descubren Juan Miguel González Gómez y Jesús Rojas-Marcos González, del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, en un interesante estudio. En él aparece una docena de estas construcciones afectadas por el seísmo de 1755, de las cuales unas fueron consolidadas y remodeladas y otras construidas de nueva planta.
Según los expertos, «todas corresponden a la tipología arquitectónica sevillana de la segunda mitad del Setecientos. Por tanto, constan de fuste o caña, cuerpo de campanas y chapitel facetado recubierto de azulejería. Hay una excepción, usual en el Valle del Guadalquivir en esa centuria, la de Chucena, que reproduce esquemáticamente la famosa Giralda de Sevilla. Además de ésta, son de nueva fábrica las de Bollullos par del Condado, La Palma del Condado, Manzanilla y Trigueros».
De estas construcciones damos un salto en el tiempo para descubrir uno de los enclaves más increíbles de la comarca, el dolmen de Soto de Trigueros, una construcción megalítica monumental en piedra y arcilla de las más singulares y excepcionales de la Península Ibérica. Así la describen en su artículo los arqueólogos José Antonio Linares Catela y Coronada Mora Molina, quienes afirman que se trata de «uno de los yacimientos arqueológicos referentes para el conocimiento del megalitismo, destacando su grandiosa arquitectura y sus excepcionales grafías en el contexto de la Prehistoria de Europa».
Declarado monumento nacional en 1931, las recientes actuaciones patrimoniales han contribuido a un mayor conocimiento científico del monumento y lo han convertido en el centro del itinerario cultural conocido como la ruta dolménica de Huelva, dotando de contenidos a su centro de visitantes, desde el que se recepciona y aporta material divulgativo a los ciudadanos.
Asimismo, los arqueólogos ponen de relieve que el gran reto para el futuro del Dolmen es alcanzar una gestión integral del sitio, que aúne una investigación arqueológica continuada, una conservación preventiva del yacimiento, un mantenimiento periódico del monumento y una adecuada difusión, que garanticen su conocimiento, preservación y valoración social.
El penúltimo reportaje que el IAPH dedica al Condado de Huelva en el último número de su revista aborda los archivos y documentos que conforman el patrimonio de La Palma, de los que da buena cuenta el archivero municipal de esta localidad, Juan Castizo Reyes.
En su artículo, Castizo describe la configuración y el alcance temático de los documentos que componen el Archivo Histórico de La Palma, el cual ha tenido y tiene una significación especial en la reciente historiografía andaluza. La relevancia de esta colección reside en las oportunidades que ofrecen al ámbito de la investigación histórica de la provincia de Huelva pues «no son pocos los aspectos sociales de algunas localidades para los que la única información con la que se cuenta es la que puede encontrarse entre los más de 4.500 legajos que forman la colección«.
Finalmente, la publicación digital del Instituto Andaluz de Patrimonio cierra la sección de ‘Bienes, Paisajes e Itinerarios’ con un texto del arquitecto Juan José Raposo González en el que aborda la trascendencia de la vitivinicultura en el Condado de Huelva, un signo fundamental de la identidad de la zona.
Y es que este arte de cultivar la vid para elaborar vino «ha ocupado a esta población durante milenios, forjando un especial vínculo con su territorio», destaca Raposo. Además, el estudio enfatiza la antigua tradición de la vid por su repercusión sobre los aspectos culturales y territoriales comunes en estos pueblos, subrayando la importancia de esta histórica práctica en la conformación de su paisaje y en la generación de su patrimonio, además de su contribución para mantener cohesionado un territorio tan heterogéneo.
En suma, cabe destacar que este monográfico sobre el Condado de Huelva ofrece la oportunidad de conocer varias vertientes de esta comarca tan rica que bien merece una visita.