Álvaro Vázquez Paniagua, la valentía de poner cara al síndrome de Asperger

Rosa Mora. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el síndrome de Asperger como un trastorno generalizado del desarrollo, presentando quienes lo padecen ciertas limitaciones a la hora de relacionarse socialmente. Se caracteriza además porque el paciente manifiesta intereses limitados o una preocupación ‘inusual’ por un asunto en particular, especializándose tanto en un tema que se convierten en ‘pequeños sabios’, o incluso pueden llegar a hacer grandes aportaciones a nuestra sociedad en algún campo concreto. Es el caso de conocidos asperger como Bill Gates o Albert Einstein.

A pesar de que cada persona lo expresa de forma diferente, todos los que presentan este trastorno comparten una dificultad para la interacción con el medio social que les rodea, dan una interpretación literal a los mensajes que reciben, y presentan problemas para distinguir dobles sentidos o tonos sarcásticos. Por otro lado, los estudios indican que el síndrome de Asperger afecta de tres a siete individuos por cada mil, tratándose de una patología difícil de reconocer y diagnosticar, ya que las personas que lo padecen no presentan rasgos físicos característicos.

Huelva Buenas Noticias ha conversado con Álvaro Vázquez Paniagua, joven con este síndrome que ha querido poner cara al Asperger y aportar su visión sobre el mismo. El onubense tiene 16 años, es muy consciente de que padece este trastorno, y no duda en explicar orgulloso lo mucho que ha evolucionado desde que forma parte de la Asociación Onubense de Síndrome de Asperger y Trastornos del Espectro Autista Leve Moderado (Aosa-Tea). Creada en noviembre de 2012, la asociación aglutina a padres, familiares y afectados por esta patología.

Álvaro estudia actualmente el primer año del ciclo de ciclo de Grado Medio de Vídeo Disc-Jockey y Sonido del IES Pablo Neruda , y entre sus aficiones destaca una por encima del resto: la radio. Tanto es así que asegura su madre Pilar Paniagua, “se conoce todos los diales de España, digamos que es éste su interés restringido, característica que tanto define a las personas con Asperger”. De la misma forma, el joven onubense se confiesa un gran amante de la música, siendo el ídolo pop de los 80 Rick Astley, su artista favorito.

La evolución de las personas con Asperger depende mucho de un diagnóstico precoz. A Álvaro éste le llegó con 12 años de edad. “Desde que era pequeño yo sabía que había en él algo distinto. Así, cuando nos dieron el diagnóstico definitivo, para mí supuso una enorme relajación. El pensar: no soy yo la que me estoy inventado las cosas”, explica Pilar, madre del joven. “Desde que Álvaro tenía tres años estoy yendo a médicos. En un principio te dicen que los niños son así… Conocer el diagnóstico te hace sentir un gran alivio, ya que sabes a lo que te enfrentas e intentas buscar los medios y terapias adecuadas”.

En este punto Pilar Paniagua destaca la importante labor que desempeña en la Asociación Onubense de Síndrome de Asperger y Trastornos del Espectro Autista Leve Moderado (Aosa-Tea), de la que es secretaria. “Para mí ha sido esencial poder compartir con otros padres experiencias vividas, y comprobar que han pasadopor lo mismo que tú”.

Álvaro asiste semanalmente a dos terapias: una grupal que persigue la mejora de habilidades básicas de interacción social, el reconocimiento de emociones, o la adquisición de estrategias de resolución de problemas interpersonales, entre otros objetivos, y una individual, dirigida a trabajar todos aquellos aspectos de la sintomatología que requieren de una atención personalizada.

Igualmente, son muchas otras las actividades que organizan desde la asociación Aosa-Tea, pudiéndose destacar las escuelas de familias, foro de encuentro para aquellas personas que requieren orientación para solucionar los problemas que aparecen en el hogar y mejorar la calidad de vida de la persona con síndrome de Asperger; la atención a los hermanos y hermanas; la intervención en centros y apoyo educativo, las actividades de ocio y tiempo libre, así como los programas para facilitar la integración socio-laboral. En esta línea, destaca Pilar, «nos encontramos muy ilusionados con un proyecto que hemos iniciado recientemente, el de empleo con apoyo para usuarios mayores de 18 años».

Los trastornos como el Síndrome de Asperger están rodeado de mitos y prejuicios, informar de qué se tratan exactamente, dar a conocer la importancia del diagnóstico temprano y trabajar por la integración en la sociedad de las personas que lo padecen, son algunos de los retos más importantes a los que se enfrentan asociaciones como la onubense, para las que contar con testimonios como el de Álvaro facilita la comprensión por parte del resto de la sociedad.