Redacción. Estudiantes de la Universidad de Huelva han conocido esta mañana de primera mano algunas de las principales tareas formativas y educativas que se llevan a cabo en África en materia sanitaria y que tienen a la mujer como principal destinataria. En concreto, los asistentes han debatido sobre la situación que se vive en Camerún gracias a la charla que ha pronunciado la pediatra camerunesa Esther Talleh, dentro del coloquio ‘Promoción e igualdad de la mujer africana’, que organiza la Onubense, y que es unas de las actividades programadas por la Universidad de Huelva con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer el próximo 8 de marzo.
Esther Talleh es una pediatra camerunesa muy conocida en su país por su lucha contra la malaria. De hecho, su vida profesional ha estado dedicada a mejorar la salud y las condiciones de vida de los niños y sus madres y en los últimos tiempos, de modo especial, de las jóvenes camerunesas. Su experiencia como médica le ha impulsado a crear una Fundación para mejorar la educación de las niñas y jóvenes de su país.
A lo largo de la charla, que se ha desarrollado en el salón de actos de la Facultad de Derecho, la pediatra ha hecho hincapié en la importancia de la educación y la formación de la población como principal herramienta para prevenir enfermedades y ha enumerado alguna de las campañas que se han llevado a cabo en su país para combatir la malaria, que en la actualidad es la primera causa de muerte en esta región africana. Una de ellas ha sido el reparto de mosquiteras en las comunidades o la administración de tratamientos durante las primeras 24 horas tras contraer la enfermedad. Asimismo, se ha puesto en marcha un programa de asistencia a las embarazadas, ya que muchos de los contagios se producen en abortos o nacimientos prematuros. Incluso se ha promovido la figura del trabajador sanitario dentro de las comunidades para que éste pueda realizar las primeras intervenciones. Gracias a estas iniciativas, la malaria se ha reducido en un 50%. Sin embargo, Talleh ha lamentado que cada dos minutos un niño camerunés sigue falleciendo debido a esta enfermedad.
La formación de las madres es clave también para la pediatra camerunesa, que ha explicado cómo las creencias y la cultura influyen de manera negativa en las madres africanas. “Durante la lactancia, muchas creen que el calostro es leche materna de mala calidad y dan a sus bebés agua. También creen que deben compartir con sus hijos recién nacidos todo lo que come la familia. Nosotros las convencemos de que esas prácticas son erróneas y ellas ven que al cambiarlas sus hijos gozan de mejor salud”, ha destacado. “Existe el doble de posibilidades de que muera un niño en un hogar donde la madre carezca de formación, con respecto a un hogar en el que la madre esté formada”, ha insistido.
Esta labor educativa y preventiva no se centra sólo en las madres, sino que se extiende de manera especial también hacia los niños, motivo por el cual se ha iniciado un proyecto educativo en primaria e infantil, ya que “el país no cuenta con las infraestructuras básicas para ofrecer una educación de calidad”, según Talleh. La pediatra ha puesto de manifiesto la desigualdad que existe entre niños y niñas en materia educativa, ya que “la vocación de las niñas es casarse, algunas nacen ya incluso comprometidas y, por ese motivo, la gran mayoría de ellas no completa su educación en las escuelas”. Para combatir esta situación, el proyecto de la pediatra camerunesa tiene como principal objetivo “implicar a los padres para que sean conscientes de la importancia de que sus hijos e hijas completen su formación”.