Redacción. Hace algunos días, jugando al trivial con unos amigos, el dado fue dichoso y me permitió acabar la partida cayendo en el quesito de deportes. Era el último que me quedaba y la suerte me sonrió, ya que la pregunta parecía sacada del guion de una película con final feliz…. «¿Cuál es el club de fútbol más antiguo de España?» Me froté las manos y evidentemente la respuesta no podía ser otra; el Real Club Recreativo de Huelva.
En 1882, en la capital onubense dieron los primeros pasos para el nacimiento del club tras la llegada a la ciudad de trabajadores ingleses que promovieron el «football» y demás deportes británicos por toda la provincia. Fue en 1884 cuando el «Huelva Recreation Club» empezó a coger forma, con la idea de organizar juegos de pelota entre ciudadanos anglosajones. Debemos la creación del Decano de nuestro fútbol a Charles Adams y al Doctor Alexander Mackay.
Parte de estos ingleses que supieron trasladar las costumbres y juegos de su tierra entre los trabajadores mineros de la zona de Río Tinto y que estos a su vez supieron adaptarlas a las propias costumbres de Huelva. De toda esta unión, se celebró la que es denominada primera asamblea del club el 18 de diciembre de 1889 y que originariamente se conoce como fecha de inauguración del Abuelo de nuestro fútbol.
Tras terminar la partida, empezamos a hablar sobre lo que fue y continúa siendo la historia del club andaluz y todos llegamos a la conclusión de la tristeza que nos daba el hecho de no ver a un equipo con tanta historia, ni siquiera en la categoría de plata de nuestro fútbol. Un club que, sin tener una vitrina de trofeos muy amplia (su logro más significativo fue ser subcampeón de la Copa del Rey en el año 2003), puede presumir de tener uno de los trofeos veraniegos más importantes de toda la pretemporada europea. Sí, el Trofeo Colombino es un clásico entre los trofeos de verano. Un trofeo que lleva celebrándose desde el año 1965 y que todos los años enfrenta a los mejores equipos del mundo por conseguir la famosa carabela de plata.
Recordamos importante jugadores de nuestro fútbol, incluso internacional, que han vestido la camiseta onubense como Uche, Sinama Pongolle, Beto, Pernía, Viqueira, Luzardo, Alzugaray, y el que posiblemente más lejos haya podido llegar: Santi Cazorla… si bien en la nómina de campeones están otros nombres como Juanito o Güiza. También nos encontramos entrenadores de la talla de Joaquín Caparrós, Eusebio Ríos, Marcelino y Víctor Espárrago, todos ellos formaron parte de la historia del club… sin olvidar a Lucas Alcaraz, quien consiguió sus mejores logros como míster con un ascenso a Primera con el equipo y llegar a esa ya mencionada final de Copa.
Indagando un poco más en lo que es actualmente el club, tenemos una realidad y es que, tras el descenso a Segunda B en la temporada 2014-15 con todos los problemas económicos y deportivos adheridos, el club andaluz tiene una espada de Damocles encima: su desaparición. La plantilla lleva varios meses sin cobrar, y el club a duras penas se ha podido inscribir en Segunda División B. Una crisis que recuerda bastante a la que ya sufrió la entidad en 1989 y que obligó, debido a los impagos, a que los jugadores se encerraran en los vestuarios en verano de 1991, pero que se solventó con la venta del antiguo estadio y la formación del club en sociedad anónima. La historia se repite y con más crudeza.
A día de hoy el club onubense ocupa la undécima posición en el grupo IV de la Segunda división B.El año no empezó como debería y fue con la llegada de Alejandro Ceballos al banquillo blanquiazul, cuando el equipo ha intentado asentarse, pero con muy pocas opciones de luchar por el ascenso esta temporada. Ojalá la situación de este club, que acaba de cumplir, nada más y nada menos que 125 años mejore y podamos verle muy pronto en la elite de nuestro fútbol. Por el momento, los aficionados tendrán que conformarse ver a su equipo en 2ª división B y, seguir viendo partidos de la Liga BBVA como el próximo Atlético-Éibar, donde podréis hacer vuestras apuestas deportivas de fútbol en 888sport.es.
