Adolfo Morales. Las vicisitudes de la profesión de su padre, constructor, la sacó de su nido gaditano y llegó a Huelva con apenas 16 años. A una ciudad desconocida, por construir en todos los sentidos. La calle Ricardo Velázquez en el “Barrio de los Curas” a medias entre los Jesuitas y la Casa Colón, fue donde se inició en este arte de ser Onubense.
Esta entrañable mujer y extraordinaria intérprete, sucumbía a los encantos de su abuela Manuela que tan bien cantaba y bailaba, como otros muchos miembros de su familia que siempre anduvieron sueltos de facultades, y allí en “La Isla”,Tina de niña, de mocita y ya consagrada, acudía especialmente los primeros de enero en los que todos se reunían, en aquella casa grande de la calle San Bruno, bajo la “montera de cristales” que tanto sol esparcía, a estar con los suyos, a dar rienda suelta a los cantes: a las Seguidillas, los Fandangos, las Malagueñas o los Tanguillos de Cádiz.
Aquel cascabel de joven era difícil de olvidar, y la claridad de la voz bailaba con la guitarra. Miguel Díaz Cruzado, el pintor, un chico de su edad comprendió que aquella armonía tenía que volar más allá, apostó por ella, “quería que yo cantara”, al igual que Manuel Garrido Palacios. Y así sucedió como puso timbre a los versos del poeta de Galaroza Jesús Arcensio …”entro en la primavera, con mis zapatos rotos”.
Ya casada, con 25 años, acudió a un acto a la Peña Flamenca de Moguer, su primo cómplice de su verso flamenco, la reclamó al escenario sin ella esperarlo, allí al compás de la guitarra de Naranjito de Triana hizo su debut por sorpresa, la providencia hizo el resto. Casualmente estaba presente el empresario artístico José Antonio Pulpón, desde ese momento Agustina López Pavón se convierte para el gran público en TINA PAVÓN. Su viaje profesional transita por multitud de temas, conciertos, festivales, con los grandes del flamenco: Antonio Mairena, Camarón, Meneses, Luis Caballero, Niña de la Puebla, Valderrama, Calixto, El Beni, Lebrijano, Chano, Tomasa, La Negra o el Niño Miguel para quien fuera “la tía Tina”, entre tantos y tantos interpretes flamencos a los que recuerda con afecto y admiración.
Tantos años unida a esta ciudad, hacen que Huelva resida en su corazón de modo inseparable. Su casa, sus hijas, sus nietas respiran las brisas de esta ciudad, Tina desde la calle Marina mira al Odiel en los inviernos y desde Mazagón el estío lo es menos. Ha dirigido el Aula de Cante de la Peña Flamenca de Huelva, y ha impartido clases de flamenco en la Fundación Valdocco. Muy activa participa de multitud de actos culturales y sigue deleitando con su purismo flamenco.
Tina Pavón, tuvo el gesto de poner voz a los versos de Juan Ramón Jiménez, en su último LP (larga duración) LUZ DE ALBA, un recuerdo entrañable que la llena de orgullo. En este trabajo, “la tía Tina” canta “Platero y Los Niños”, “El viaje definitivo” o “Anda el agua de alborada” y así hasta 12 temas irrepetibles. Disponible entre otros en iTunes o Amazón.
Gusta de los “cantes serios”: seguidillas y soleares, aunque toca todos los palos y admira la energía de las nuevas generaciones, “canté con Rocío Márquez y me encandiló”, escucho y sigo a Argentina “con la que aún no he tenido el gusto de compartir guitarra”, Arcángel “me encanta”…
Recuerda un momento muy especial, cuándo formó parte del elenco de artistas que participó en la primera Gala dedicada al flamenco en el Palau de la Música de Barcelona. Estar allí, en ese escenario tan majestuoso, me hizo sentirme tan “pequeña” como orgullosa.
Tina Pavón, vive entre nosotros, con su discreta madurez, con su elegante sobriedad, amando su profesión, reviviendo esa emoción que la transporta y la transforma, cada vez que suenan las notas de una guitarra andaluza.
Tiene retos pendientes, entre otros un encuentro a la limón con Cobos Wilkins, en el que prosa y cantes flamencos se fundan.
Para terminar este encuentro, recupero una vez más, para hacerlo extensivo, el sobrenombre que el afecto de Niño Miguel la bautizara como “tía Tina”.
*Discografía:
2 comentarios en «Tina Pavón. El flamenco que fluye desde dentro»
Tina es una admirable cantaora. Sabia en el conocimiento del flamenco pero sobre todo tiene dones que no todos los sabios tienen: Arte, buen gusto y una preciosa y poderosa voz. Una emoción para los hemos tenido la ocasión de escucharla.
Estimado Adolfo; Nose como agradecerte esta entrevista, fiel a la conversación que mantuvimos en mi casa. Muchisimas gracias,me ha encantado como lo has hecho. tambien le doy las gracias a Juan Manuel Seisdedos. El si que es un artistazo, dotado de una gran sensibilidad,como todos los grande genios. Un abrazo grande grande Para los tres Lourdes, Juan Manuel y para ti Adolfo. Muchas gracias.