HBN. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, acaba de publicar la edición 2015-2016 del Mapa del Patrimonio Mundial, en el que aparecen señaladas y referenciadas las 1.031 propiedades inscritas en el listado de Patrimonio de la Humanidad, 802 de las cuales son culturales, 197 naturales y 32 mixtas (una combinación de las dos anteriores).
En España aparecen registrados 44 de estos espacios -es el tercer país con más bienes declarados-, la gran mayoría de los cuales son culturales o mixtos (Ibiza y el Monte Perdido aragonés), aunque también aporta tres espacios naturales: Parque Nacional de Garajonay, el Parque Nacional del Teide y, como no, el Parque Nacional de Doñana.
El paraje mantiene su distinción un año más, a pesar de las denuncias sobre las prospecciones de gas llevadas a cabo en el espacio, ratificando la Unesco de esta manera el valoración del enclave como un lugar excepcional que merece ser cuidado y conservado.
Recordemos que la Organización fijó sus ojos en este increíble pulmón del suroeste de la Península en 1980, cuando lo clasificó como Reserva de la Biosfera, valorando la variedad de ecosistemas que el Parque alberga y el alto número de especies que representa. De las 77.260 hectáreas reconocidas entonces, en julio de 2012, la Unesco aprobó la ampliación de la Reserva de la Biosfera de Doñana, que pasó a contar con más de 255.000 hectáreas.
El Parque Natural fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994, 25 años después de su creación como tal. No en vano, Doñana es un punto de encuentro de fuertes y variadas dinámicas naturales que han favorecido la formación de una multiplicidad de hábitats y ecosistemas gracias a la acción combinada de agentes continentales y marinos.
Su particular orografía, al encontrarse en la desembocadura del Guadalquivir, genera un hermoso y atractivo mosaico de ambientes y paisajes, constituyéndose como la mayor reserva ecológica de Europa. Y es que los humedales de Doñana -en 1982 el Parque fue incluido en la lista de humedales del Convenio de Ramsar– son esenciales en las rutas migratorias de cientos de miles de aves: un lugar de paso, cría e invernada para 300 especies europeas y africanas, además de un refugio natural para la conservación de especies en peligro de extinción, como el lince ibérico, el águila imperial, la cerceta pardilla o la malvasía cabeciblanca, o de otras de rapaces y vegetales endémicas y amenazadas, como el enebro costero.
Pero quienes conocen Doñana saben que también es única por sus playas vírgenes -más de 40 kilómetros-, sus increíbles bosques, sus dunas móviles, lagunas y marimas. Una combinación de distintos ecosistemas que son una auténtica joya de la naturaleza, un espacio que bien merece el reconocimiento como parte del común patrimonio de la humanidad.
Asimismo, el pasado 2015 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) incluyó al Parque Nacional en la Lista Verde de las áreas protegidas mejor conservadas del mundo -junto a Sierra Nevada son los únicos españoles en este catálogo-, la primera norma mundial de buenas prácticas para las áreas protegidas que reconoce y promueve la gestión exitosa de algunas de las áreas naturales más valiosas del planeta.
Lugares Colombinos. Aunque actualmente el Parque Nacional de Doñana es el único onubense que ha sido catalogado como Patrimonio de la Humanidad, hay otros espacios de nuestra tierra que, bien están intentando formar parte de este exclusivo club, o bien reúnen todas las condiciones para presentar su candidatura.
Liderando el primer grupo se encuentra la propuesta del Monasterio de Santa María de La Rábida y los Lugares Colombinos, una iniciativa que partió en 2010 de la Asociación de Estudios Iberoamericanos y Colombinos ‘Rábida’, y que el Consejo de Patrimonio Histórico, en la reunión celebrada a primeros del pasado mes de octubre, incluyó en la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial de la Unesco.
El entrar a formar parte de este inventario nacional es el primer paso para la declaración de un bien como Patrimonio de la Humanidad. En el mismo, la iniciativa debe aparecer al menos con un año de antelación para que pueda elevarse al Comité Mundial su propuesta de candidatura. A partir de este momento, el Estado debe elaborar el expediente siendo lo más exhaustivo posible y adjuntando toda la documentación necesaria de acuerdo con el formato recogido en las Directrices Operativas. Esta documentación debe enviarse al Centro de Patrimonio Mundial antes del 1 de febrero de cada año, es decir, 18 meses antes de la Reunión del Comité. El Centro verifica que la documentación es correcta y la traslada a los Órganos Consultivos para su posterior evaluación. Una vez evaluada, los 21 miembros del Comité, tras estudiar los informes del los Órganos Consultivos y debatirlo, deciden finalmente sobre la candidatura.
Así pues, el Monasterio de La Rábida y los Lugares Colombinos está ahora más cerca de la deseada declaración. Esta propuesta en vías de conseguir erigirse como patrimonio mundial incluye 14 bienes culturales pertenecientes a los municipios de Palos de la Frontera, Moguer, San Juan del Puerto y Huelva, que componen, en su conjunto, un «bien en serie» de los definidos en las Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial. La candidatura, que se estructura alrededor una figura de Cristóbal Colón, testimonia el lugar donde se inició la primera expedición que encabeza la Era de los Grandes Descubrimientos marítimos que habrían de cimentar el mundo moderno.
Jamón de Jabugo. Por otro lado, uno de los manjares más exquisitos de nuestra tierra y con mayor prestigio a nivel internacional, el Jamón de Jabugo, también tiene su propio movimiento que desea elevarlo a la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Esta candidatura, que promueve la Asociación ‘Unesco-Jamón de Jabugo’, pretende lograr esta distinción por parte de la Unesco considerando, por un lado, la dehesa onubense como ecosistema natural privilegiado, de incalculable valor medioambiental, en el que se realiza la crianza del cerdo y, por otro, el proceso de curación completamente artesanal del producto, que confiere al jamón de Jabugo su excelencia y su calidad, haciendo que sea un producto único en el mundo.
Esta propuesta, en apoyo a la cual se creó en abril de 2013 un Comité de Honor por parte de la Asociación ‘Unesco-Jamón de Jabugo’, dio en julio de 2014 un paso previo: la entrega de la documentación relacionada con el proceso artesanal de la matanza y de la elaboración y producción de embutidos y jamones para su inclusión en el Atlas de Patrimonio Inmaterial de Andalucía, un requisito indispensable para el reconocimiento del jamón ibérico de Jabugo como Patrimonio Inmaterial de la Unesco.
Murallas de Niebla. En 1998 el diputado Francisco Sánchez Moreno elevó al Parlamento Andaluz una proposición no de ley en la que instaba al Consejo de Gobierno a incluir el recinto amurallado de Niebla en el expediente de nominación para ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La propuesta fue aprobada por unanimidad por todos los grupos parlamentarios pero, pese a todo, no se logró que el Gobierno agregara este monumento a la lista indicativa o expediente de nominación.
Tras aquel intento fallido, un iliplense, Daniel Ramos, trató de poner en marcha en 2014 una plataforma ciudadana para conseguir el apoyo social e institucional necesario para que la Muralla de Niebla fuera Patrimonio de la Humanidad.
Argumentos para presentar la candidatura no le faltaban, habida cuenta de que Niebla es la ciudad amurallada más importante de España en su estilo árabe, que sus murallas almohades de origen tartésico son un elemento singular y el mayor y mejor conservado recinto de este tipo en Europa. Además, el centro histórico y la muralla de dos kilómetros perimetrales ya fue declarado en 1982 Bien de Interés Cultural (BIC) como Conjunto Monumental Histórico-Artístico. Sin embargo, falló el apoyo social masivo que debe respaldar este tipo de candidaturas y que, el joven iliplense, no obtuvo (puso en marcha una recogida de firmas con escaso éxito a través de change.org).
Sin embargo, con estos argumentos y precedentes podría retomarse este proyecto, pues la muralla de Niebla tiene suficiente valor y se encuentra en un estado de conservación tan excepcional que bien podría considerarse patrimonio mundial
Monumentos megalíticos. Finalmente, y aunque nunca se ha intentando, la provincia de Huelva también tendría potencial para presentar una candidatura, incluso conjunta con la vecina Portugal, en relación a su rico patrimonio megalítico. En tierras onubenses se encuentran monumentos de este tipo como el Dolmen de Soto de Trigueros, El Pozuelo en Zalamea La Real o Los Gabrieles en Valverde del camino. En total casi alcanza las 200 construcciones megalíticas, lo que convierte a Huelva en un referente de estas edificaciones funerarias con 5.000 años de antigüedad.
En este sentido, expertos como el investigador Pedro Cantalejo, coordinador del patrimonio natural e histórico de la comarca del Guadalteba (Málaga), han destacado en alguna ocasión que la provincia onubense alberga uno de los patrimonios arqueológicos prehistóricos más importantes de la Península Ibérica y que no sería ninguna locura que se aliara con Portugal para presentar una candidatura conjunta de su patrimonio prehistórico a Patrimonio de la Humanidad.
En suma, la historia y riqueza natural y cultural de Huelva hacen de ella un nicho de posibles propuestas, de tradiciones, lugares, monumentos y costumbres que bien vale la pena proteger y difundir para que todo el mundo pueda disfrutar de esta maravilloso legado onubense.
