Rosa Mora. “Pienso que no podría haber aprendido más en ningún otro sitio”, con este balance que el onubense José Pablo Hernández nos hace de la que está siendo su experiencia en Cracovia, nos basta para saber que no se arrepiente de la decisión que tomó el pasado mes de agosto cuando se mudó a esta ciudad ubicada al suroeste de Polonia, a 170 kilómetros de la frontera con la República Checa.
Graduado en Ingeniería de Telecomunicaciones por la Universidad de Sevilla, este joven de 22 años del municipio onubense de Beas, ya cuenta en su currículo personal con la suerte de haber disfrutado de varias experiencias de larga duración en países extranjeros. En esta línea, sus estudios de primero de Bachillerato los cursó en Grand Rapids, ciudad del estado Michigan, en Estados Unidos. “La experiencia fue inolvidable, y una de las que determinaron más mi futuro, ya que tengo un lazo importante con la cultura americana, y también el lenguaje. He ido a visitar a mi familia en dos ocasiones en verano, una de ellas trabajando como monitor de estudiantes de intercambio”, nos explica el joven ingeniero.
Durante su estancia como alumno de la Hispalense, José Pablo aprovechó también la oportunidad que brindan las becas Erasmus, solicitándola con destino a la ciudad italiana de Milán, curso académico del que guarda recientes e inolvidables recuerdos. Salir fuera tras terminar la carrera, nos confiesa, no era su primera opción, pero sí una posibilidad que siempre barajó. Así, no se lo pensó dos veces cuando recibió una oferta laboral de la empresa en la que actualmente trabaja en Cracovia. De Polonia asegura que «posiblemente no sea el país más atractivo para vivir, pero es muy reconfortante notar como te vas adaptando a la cultura, a la comida y a la gente”. Asimismo, destaca la «diversidad, y la sensación de que cada día aprendes o pruebas algo nuevo». Huelva Buenas Noticias ha conversado con este ‘Onubense por el Mundo’.
– ¿Por qué decidiste mudarte a Polonia?
– Pues principalmente por motivos profesionales. Como diría Vito Corleone, me hicieron una oferta que no pude rechazar. Estaba en mi último año de carrera, y la empresa que me ofreció el puesto de trabajo era en la que siempre quise estar, y con contrato indefinido. No me lo pensé dos veces.
– ¿Estaba en tus planes residir fuera tras terminar la carrera?
– Siempre existió esa posibilidad. Sobre todo por cómo está el panorama en España últimamente para la gente que, como es mi caso, no tiene mucha experiencia laboral. Una de las posibilidades que existen tras acabar la carrera es aceptar trabajar por unos meses con un contrato de prácticas mal o nada remunerados. Otra opción es salir al extranjero.
– Y cuéntanos, ¿Dónde trabajas actualmente y cuáles son tus funciones?
– Mi empresa es una multinacional llamada Cisco Systems, y estoy empleado en la sede de Cracovia, en Polonia. Soy ingeniero consultor de redes, y mis funciones principales son el análisis y diagnosis de redes de clientes para así mejorarlas, ampliarlas o, en algunos casos, resolver problemas de funcionamiento. También, una de mis responsabilidades principales es estar al día de las últimas tecnologías para proveer un soporte adecuado.
– En referencia a los idiomas, ¿Hablas polaco? ¿Es suficiente con el inglés?
– La verdad es que hablo poco polaco. En el trabajo y en mis relaciones personales utilizo solamente el inglés. Aún así espero poder aprender más en los próximos meses, ya que participaré en un curso de idiomas que nos ofrece nuestra empresa. Es un idioma difícil para españoles.
– ¿Está siendo ésta tu primera experiencia en el extranjero?
– No, Polonia es el tercer país extranjero en el que vivo. Durante el bachillerato, pasé un año en Estados Unidos, y mi último año de carrera lo cursé de Erasmus en la ciudad italiana de Milán.
– Después de seis meses en Polonia, ¿Qué es lo que más te ha sorprendido de Cracovia ?
– Es una ciudad en la que, no debemos de olvidar, se perpetraron crímenes contra la humanidad hace menos de 70 años. Auswitchz, el campo de concentración nazi más sanguinario de todo el III Reich, está a una hora de esta ciudad. Es difícil pensar que vives y trabajas en el barrio que antes alojaba a judíos en condiciones infrahumanas, el gueto. Aun así, y viendo el lado positivo, pienso que es una ciudad muy cosmopolita en la que gente de todo el mundo han aprendido a convivir con normalidad.
– ¿Has tenido la oportunidad de viajar por ciudades cercanas?
– Sí, como ex erasmus que soy, no he perdido el tiempo y he viajado a varias ciudades de Polonia, como Varsovia, Lodz o Wroclaw, todas muy bonitas y con mucho encanto. También tuve la suerte de poder ir a la magnífica Lviv, en Ucrania. Es maravilloso tener la oportunidad de ver ciudades y países que, de no estar aquí, no las hubiera conocido. Mis próximos destinos serán Budapest, Praga y Viena.
– ¿Cómo recuerdas los primeros días?
– Después de vivir en otros países se aprende a no caer en el pánico cuando se cambia de residencia. Llegué a la ciudad una semana antes de empezar el trabajo, sin residencia, y sin conocer a nadie. Con suerte, conseguí un piso en una muy buena zona de la ciudad, lo comparto con dos italianos muy simpáticos que también trabajan en mi empresa. Es irónico pensar que estoy aprendiendo más italiano en Polonia que en Italia cuando hice Erasmus.
– Y el frío, ¿Cómo lo llevas?
– Todo el mundo que está en el extranjero me dice algo similar,“paso mucho más frío en España que en …”. El secreto de esta afirmación que, créeme, se repite entre los ‘expatriados’, es la calefacción. Tenemos calefacción centralizada en todos lados. Es muy cómodo poder estar en casa sin tener que ponerte una chaqueta grande y con los pies fríos como en Huelva. Aun así, al salir de casa, te tienes que abrigar muy bien, porque hace mucho frío. Se sobrelleva bien, pero espero que llegue la primavera pronto.
– ¿Cómo es tu día a día?
– Mi horario oficial es de 9.00 a 17.00 horas. Aunque es bastante variable. Normalmente, podemos llegar e irnos cuando queramos, siempre que el trabajo esté hecho, e incluso trabajar desde casa. Tengo la tarjeta del gimnasio, aunque admito que debería usarla algo más. Soy del sur, y nunca digo no a tomar una cervecita por la tarde con los amigos.
– ¿Y en tus jornadas libres?
– Aprovecho para viajar. También me gusta ir al cine. Aquí es muy barato, unos 3 ó 4 euros, y no doblan las películas al polaco, por lo que me permite verlas en versión original.
– ¿En tu grupo de amigos hay más españoles, gente de otras nacionalidades?
– Hay de todo. Es difícil recordar algún día que haya salido solo con españoles. Normalmente somos de, al menos, dos o tres países. La nacionalidad con la que más me relaciono es la italiana, y tengo la suerte de tener buenos amigos en casa.
– ¿Qué es lo que más te gusta de tu vida en Polonia?
– La diversidad, y la sensación de que cada día aprendes o pruebas algo nuevo. Posiblemente no sea el país más atractivo para vivir, pero es muy reconfortante notar cómo te vas adaptando a la cultura, a la comida y a la gente.
– ¿Qué balance harías hasta el momento de tu experiencia en Polonia?
– Por poner nota -le pongo nota a todo-, un 9 de 10. Pienso que no podría haber aprendido más en ningún otro sitio. El punto que queda para el 10 me lo reservo para el futuro.
– ¿Qué echas más de menos?
– A mi familia y a mis amigos, en especial a mis ex compañeros de piso, Jon y Migue. Es duro no poder ver a tus seres queridos. También echo de menos la luz de Huelva. Aquí en invierno, a las 16.00 horas ya es noche cerrada.
– ¿Cuáles son tus planes de futuro?
– Es difícil tener planes de futuro cuando acabas de llegar a una ciudad. Tengo la idea de volver a España o a Portugal, pero nunca se sabe. La vida da muchas vueltas.
– ¿Qué mensaje mandarías a los onubenses?
– A la gente de Huelva y a cualquier persona con la que me encuentro siempre le doy el mismo consejo,“sal de casa”. Es como más se aprende, como más se abre la mente y se madura. Ya habrá tiempo para quedarse en casa. La vida es demasiado larga como para estar siempre en el mismo sitio. Al estudiante, que intente irse de Erasmus. A pesar de lo que la gente pueda decir, es una grandísima oportunidad de la que disponemos hoy en día. En general, no tengan miedo de salir para labrarse un futuro, para dar un cambio a sus vidas.
– Muchas gracias y mucha suerte.
1 comentario en «José Pablo Hernández, ingeniero onubense que trabaja en la sede de Cracovia de una multinacional del sector de las telecomunicaciones»
Eres buenísimo José Pablo, llegarás muy lejos.
Un beso.