La Reina del Polvorín luce Coronada este Miércoles Santo

Ana Rodríguez. La Victoria ha sido Reina, más que nunca, este Miércoles Santo. La Señora del Polvorín ha salido esta Semana Santa por primera vez a las calles de Huelva después de su coronación canónica el pasado 5 de mayo y su barrio, como no, allí estaba, esperándola.

La Real, Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad en el Desprecio de Herodes, María Santísima de la Victoria y San Juan Evangelista no se amilanó y los primeros miembros del cortejo comenzaban el recorrido a su hora, a las 16.45. En los alrededores de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús no cabía un alfiler y todos los devotos miraban al cielo rogando que las nubes pasaran de largo.

Luis Parrales se estrenaba este año como hermano mayor de la Cofradía y le dedicaba a sus hermanos costaleros unas palabras de aliento antes de que se colocaran bajo el palo. Primero el misterio, que representa, sobre un monte de claveles rojos, a Jesús de la Humildad entre dos soldados mientras es despreciado por Herodes, al que acompañan dos escribas. De hecho, los acusadores han estrenado ropones este año y también se han renovado algunos juegos de varas.

Tras el misterio continuó la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno de Huelva, que añadió emoción a la espera.

Pero la gran protagonista en el Polvorín fue, como siempre, su Reina, la Victoria Coronada que era recibida entre aplausos y vítores. La Señora, decorada este 2013 con flores rosas y blancas, recibió de cerca el calor de su pueblo, que le dedicó saetas y oraciones. Además, la Banda de Música Nuestra Señora del Rosario de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) tocó, a su salida, una de las diversas marchas que se compusieron para la Coronación y que aún no habían podido escucharse en la Semana Mayor. A lo largo de toda la procesión, los onubenses pudieron deleitar sus oídos con todas ellas.

Decenas de devotos iban tras la Virgen de a Victoria, cada uno con su promesa de seguir a la imagen que, tras pasar por Federico Molina, entró en el Barrio Obrero. Hermosa instantánea el paso de misterio bajando por la cuesta del barrio Reina Victoria y al pasar el arco junto a la Casa del Guarda, donde, nuevamente, los cantes mecieron a la Reina, que ya caminaba hacia el centro de la capital.

El paso estrenaba  algunos varales e insignias que habían sido restaurados y que contribuían a dar mayor esplendor a la Victoria Coronada.

Sobre las 19.00 horas, el cortejo, de más de 1.000 nazarenos, alcanzaba la plaza Niña y allí este periódico quiso rendir homenaje, primero al Señor de la Humildad y, posteriormente, a la Reina del Polvorín, cantándoles sendas saetas que interpretaron Virginia Gómez y Mario Garrido respectivamente.

También en este punto, la plaza Niña, la Victoria recibió una hermosa ‘petalá’ y ambos titulares de la Hermandad se acercaron hasta la puerta de la capilla de las Hermanas de la Cruz, donde los monjas entonaron sus rezos en forma de canto. Costaleros y capataces demostraron su destreza acercando y alejando el paso de misterio al son de la Banda del Nazareno ante la admiración del numeroso público congregado en el céntrico enclave.

Posteriormente, la procesión se encaminó hacia Carrera Oficial donde les sorprendió un pequeño chubasco y, tras salir de la misma, comenzó su regreso al templo a paso rápido, subiendo por el mismo camino por que el, horas antes, se había encaminado para encontrarse con su pueblo.

Como es tradicional, y a pesar de las incidencias climatológicas, en la calle Puebla de Guzmán, poco antes de la recogida en el templo, se vivió uno de los momentos estelares de la semana santa onubense, con la emotiva petalada a la por muchos devotos considerada la Reina de Huelva.

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