Redacción. Si bien las fiestas navideñas constituyen para la mayoría de los hogares onubenses momentos de celebración y reunión familiar, hay personas que encarnan un aspecto solidario y quizás más desconocido de estas fechas: los voluntarios que se encuentran trabajando en proyectos de Cooperación Internacional a miles de kilómetros de sus casas y que pasan la Navidad con las comunidades que más los necesitan.
Entre las actuaciones del servicio de Cooperación Internacional de la Diputación de Huelva se encuentra el programa de voluntariado internacional de larga duración. Esta modalidad de voluntariado brinda una oportunidad de trabajar en apoyo a comunidades de distintos países, al tiempo que permite vivir y conocer la realidad de miles de personas que vienen padeciendo una crisis crónica y una ausencia de servicios básicos para tener una vida digna.
Las Navidades son fechas muy especiales para estos voluntarios que no pueden estar con sus familias y amigos y las celebran con sus “otras familias”, las de aquellas comunidades a las que dedican su trabajo y con las que comparten su día a día. Así se desprende del relato de su experiencia en la que comparten lo que están haciendo y cómo viven estas fiestas en la zona donde realizan su trabajo.
Los hermanos de Cortegana Juan Luis y Daniel Rodríguez Romero que están en dos pueblos de los andes peruanos, y que aseguran que “a 9.000 kilómetros de casa todo se ve con otros ojos”. Según asegura Juan Luis en su carta, “mis compañeros de trabajo se han convertido en mi familia peruana y es con ellos con quien estoy compartiendo los momentos estas navidades. Aunque eso no hace que en estas fechas tan señaladas recuerde y eche de menos a los míos, pero si es cierto que se lleva mejor cuando te hacen sentir como en casa”.
También desde Perú, en este caso desde la casa de acogida de niños y niñas de la calle en Puerto Maldonado, Haridian María de Tellechea y Beatriz Llosa cuentan que “son muchos los que se acercan al hogar para llenar de ilusión las navidades a estas niñas. Ropa, panetones, chocolatadas, golosinas, regalos,… todo es poco con tal de hacer felices a estas niñas. Y es que estos son días de dar cariño, ilusión y alegría. También es tiempo de agradecer por todo lo recibido y en este hogar eso no se olvida. No se olvidan a las personas que desde España apoyan este precioso proyecto, no se olvidan a los que aportan su granito para que siga adelante”.
“La Navidad en Guatemala nos recuerda mucho a nuestra tierra. En el ámbito laboral, y también en el familiar, la gente en estas fechas se reúne para los “convivios”, que es el término que utilizan para las comidas y cenas navideñas”, explican Sara Ales y Marina Martín que pasan estas fiestas en Guatemala ayudando en comunidades de una de las zonas más pobres de centroamérica. Ambas trabajan desde octubre como voluntarias en el proyecto de la Asociación Paz y Bien en Quezaltepeque, un municipio guatemalteco cercano a la frontera con Honduras y El Salvador.
Otras tres voluntarias onubenses, María Bejarano, Carmen Cantalejo y Rocío Macías pasan esta navidad trabajando en un barrio marginal de Asunción, en Paraguay. Las inundaciones en esa zona, con miles de desplazados han hecho imposible, por la ausencia de internet, el relato directo de todo lo que están viviendo. Su experiencia de ayuda a la población en tales circunstancias constituye, sin duda, otro de los rostros solidarios que los voluntarios en Cooperación Internacional de la provincia aportan a esta Navidad.
Programa de Voluntariado. El Programa de Voluntariado Internacional en Países en Desarrollo de la Diputación, que este año alcanza su novena edición, se ha convertido en un instrumento esencial para proporcionar a ciudadanos de la provincia un contacto directo con los países en los que se llevan a cabo actuaciones de cooperación, contribuyendo así a la concienciación y sensibilización de las personas participantes a partir del conocimiento de las realidades de los países empobrecidos y, a su vez, les permite realizar aportaciones que beneficien a las comunidades receptoras.
La edición de este año consolida los destinos de larga duración como una parte esencial del programa ofertándose 26 plazas en diferentes destinos en esta modalidad, que prevé una estancia en terreno entre tres y doce meses y permite, por una parte, a las personas participantes adquirir una experiencia de trabajo en el ámbito internacional y, por otra, a las organizaciones de acogida, beneficiarse de sus conocimientos profesionales y su trabajo.
En la primera edición del programa de voluntariado, que se celebró en 2007, se ofrecieron tres destinos y participaron 15 personas. A partir de la segunda edición y en sucesivas ediciones, han llegado a participar anualmente una media de treinta personas. Gracias a que los participantes anteriores difundieron ampliamente su experiencia en su entorno cercano, el programa se ha ido consolidando año tras año.
En lo referente a los destinos, conviene recordar el permanente esfuerzo de la institución provincial para poder ampliar los mismos y responder al amplio interés existente por participar en el programa. En concreto, se ofertan posibilidades de voluntariado en los siguientes países: Benin, Malawi, Nicaragua, Ecuador, Guatemala, Perú y Paraguay.
Una vez más, esta diversificación en los destinos ha sido posible gracias a la colaboración de algunas instituciones y ONGDs con las que el Servicio de Cooperación Internacional de la Diputación de Huelva ha venido trabajando intensamente en los últimos años, tales como la Asociación Paz y Bien, la ONGD SED, Misiones Salesianas de Porto Novo, Asociación Mil Solidarios de Paraguay, la Universidad Marcelino Champagnat de Lima o, como novedad este año se incorpora la Asociación Madre Coraje.