Cristina Morales. Carmen Sara Floriano es una polifacética artista que concibe la literatura de una manera diferente, ya que no se ciñe solo a escribir, sino que organiza actuaciones en las que hace de cuentacuentos, acompañada de música o con la colaboración de otros artistas. Una de estas presentaciones tendrá lugar este sábado 19 de diciembre en la Biblioteca Provincial de Huelva a las 12.00 horas. En este evento, su última obra `El Taller de sueños´ cobra vida para hacer a los más pequeños reflexionar sobre la fantasía y la necesidad de tener metas y sueños. Contará con la compañía musical del cantautor madrileño Luis Guitarra. Aunque gaditana de nacimiento, Sara se considera onubense de adopción, sentimiento que muestra presentando cada trabajo en nuestra tierra.
Huelva Buenas Noticias ha entrevistado a esta escritora que, después de una decena de cuentos, entre los que se encuentran La niña que sólo sabía pintar, Como Agua, Sólo respirar, Tengo una mamá…, llega con una propuesta que no solo hará soñar a todos aquellos que se adentren en la aventura de su lectura, sino también a los que más lo necesitan. Esto se debe a que los beneficios obtenidos de su distribución se destinarán a apoyar los proyectos solidarios con los que colabora la Asociación para el Arte y la Creatividad Solidaria, Seguir Caminando, que es un grupo de artistas de toda España que comenzó en el 2013.
-¿En qué consiste este proyecto? Cuéntanos sobre este libro ilustrado.
`El taller de sueños´ es una bella historia que nos adentra en un lugar que nos está esperando a cada uno de nosotros, el lugar donde los sueños esperan ser soñados y en el que se nos ofrece la posibilidad de avanzar hacia ellos. Un lugar que se encuentra en el cruce de la calle Valentía y la calle Libertad, al que personalmente creo que tendríamos que ser capaces de acudir a diario, no sólo los niños, sino principalmente los mayores.
– Sabemos que es un proyecto solidario, ¿A quién va destinado?
Al igual que mis dos últimas publicaciones, `El Taller de sueños´ se edita desde la Asociación para el Arte y la Creatividad Solidaria, Seguir Caminando. Los cuentos se distribuyen desde `El precio lo pones tú´, invitando a que cada cual decida lo que quiere o puede compartir por ellos. Lo que se recoge del compartir económico, va destinado a apoyar proyectos solidarios de desarrollo social. Este año, estamos apoyando a una escuela de teatro y música para niños y niñas campesinos de Colombia, un proyecto educativo a través del deporte en Nigeria, y becas para actividades extraescolares para hijos de familias en situaciones delicadas aquí en Huelva.
– ¿En qué te inspiras a la hora de escribir tus cuentos?
No soy muy consciente hasta que no están escritos. Es como si las historias creciesen dentro de mí sin yo saberlo. Un día, siento la necesidad de sentarme a escribir, y las palabras van tomando caminos que, de entrada, yo desconozco. Cuando ya están escritas y las leo, es cuando descubro qué las motivó. Una conversación con alguien, un lugar, lo que observo a mi alrededor, mis propias vivencias personales…
– ¿Cómo es el proceso de selección del ilustrador de tu obra?
En cada ocasión ha sido diferente, pero en todos ellos hay un factor común: la sensibilidad, la calidad y la solidaridad. Todos los ilustradores con los que he tenido la suerte de trabajar son grandes profesionales, como son María Monescillo y Marcos Valín, ilustradores de `Tengo una mamá´, que fueron nominados en una ocasión para los Premios Goya por un corto de animación. En el caso de `Como agua´ y `La niña que sólo sabía pintar´, fui yo quien se lo propuse a la excelente pintora onubense Susana Pérez, porque conociéndola, sabía que ambas historias iban a tocarle el corazón, y así fue. Y lo mismo ocurrió con el artista polifacético Siro López, ilustrador de `Sólo respirar´. Posteriormente, fueron los madrileños Beatriz Dapena y Álex Meléndez, ilustradores de `El taller de sueños´ los que se ofrecieron a participar de este proyecto solidario, y el resultado ha sido excelente.
-¿Cómo escritora, cómo ves el estado de salud de la literatura en la actualidad?
Complicado. Creo que la necesidad de escribir y contar historias ha existido desde siempre y va a seguir existiendo, pero en la actualidad, las maneras de acceder a ellas son tan diversas y variadas, que cada vez vemos menos personas con un libro entre las manos.
-¿Cómo crees que debe fomentarse la lectura entre los más pequeños?
Creo que no existen recetas mágicas para fomentar la lectura entre los más pequeños, y que en cada niño y niña, se desarrolla desde un proceso diferente. Pero sí creo que hay cosas que no ayudan, como el que todos los niños lean las mismas lecturas de los libros de textos en el colegio, cuando los gustos son diferentes, o el que en las casas no exista un tiempo ni un espacio adecuado para disfrutar de la lectura como algo placentero, no como deberes escolares.
– ¿Qué hay de tu faceta de cuentacuentos? ¿Cómo te surge la idea?
Mi faceta de cuentera, como dicen en Latinoamérica, y de narradora oral, no la busqué sino que llegó hasta mí como consecuencia de comenzar a publicar historias. Siempre me ha gustado hacer teatro y expresión corporal, y actualmente doy clases a niños y jóvenes en el colegio García Lorca y en el Instituto Alto Conquero. Escribir y narrar son dos realidades que se relacionan íntimamente y en las que me siento muy cómoda, tanto en actuaciones para niños como para adultos.
-¿Cómo va tu actividad de bloguera?
Bueno, la verdad es que no es una actividad que me apasione (la de escribir y narrar sí), pero es útil para que la gente pueda estar informada de las actuaciones y talleres que voy desarrollando, así como de las nuevas publicaciones.
-¿Qué vinculación tienes con Huelva?
Aunque soy gaditana, llevo viviendo en la provincia de Huelva desde hace más de 20 años, y en Huelva capital ya van para 4. Y aunque es cierto que viajo mucho porque nos demandan actuaciones por toda España, es aquí donde están los dos grupos de teatro que llevo adelante y donde comenzamos la asociación Seguir Caminando.
-¿Qué le dirías a los lectores para animarlos a leer?
Que lo prueben, pero no de cualquier manera. Que busquen un lugar especial, un rincón en casa, un banco en el parque, frente al mar…, y se tomen un tiempo para no hacer nada (algo tan complicado en esta sociedad estresada en la que vivimos). Y cuando ya sean capaces de estar así, con el móvil apagado, sin reloj y en calma, abran un libro y se dejen sorprender. Si lo consiguen, la lectura se volverá adictiva y tendrán necesidad de soñar leyendo en cualquier parte.
Gracias Sara por hacernos soñar ayudando a los demás.
