P. G. Nunca diga nunca jamás. Y si el Recre había protagonizado a lo largo de este curso partidos que rozaron el esperpento, en Melilla cruzó con mucho la frontera del ridículo solventado con una derrota por 3-0, mucho menos hiriente de lo que se podía presumir cuando al término del primer periodo ya campeaba ese mismo marcador y el Decano tenía sólo 9 hombres en el campo para evitar lo inevitable.
Era un partido marcado en rojo en el calendario. Por la debilidad del rival -es vicecolista-, que llegaba también navegando en un proceloso mar de impagos y que en la jornada anterior fue él quien se puso la camiseta del esperpento con una goleada por 5-0 en Jaén.
Pero el partido que bien pudo presidirlo el cobrador del frac -el Recre está también como está- acabó en un minuto. El tiempo que tardó Manolo en aprovecharse de la caraja de la defensa del Recre en un saque de banda -ya lo dijo Benito Floro hace muuucho tiempo- para batir al atribulado Rubén Gálvez. Punto final. Y quedaban aún 89 minutos y la cosa iba a ir peor.
Porque antes del primer cuarto de hora el Melilla, que parecía el Everton de Howard Kendall -por la indumentaria-, presionando arriba encerró al Recre en su parcela, y cada una de sus llegadas denotaban inminente peligro. Tanto fue así que a los 14 minutos Diego Cascón, desde la frontal del área, puso el partido imposible -si no lo estaba ya- para el Decano con el segundo gol.
Dio la sensación de que el Recre quiso reaccionar. Lo que ocurrió fue que el Melilla se lo tomó con más tranquilidad, eso sí, sin perder de vista la portería de Rubén Gálvez, que se desgañitaba ante los nervios y las imprecisiones que acumularon sus compañeros.
La expulsión de Edu Moya (26′) pudo servir un poco de acicate al Recre, que de manera tímida, pero real, se acercó en un par de ocasiones por el portal de Dani Barrio. Antonio Núñez y Arthuro al menos remataron, sin peligro, pero remataron. Aunque la jugada de mayo peligro del Recre fue a dos minutos del intervalo, con otro remate de Arthuro que, entre el meta local y la parte superior del larguero, se encargaron de abortar.
Esa acción, que acabó en córner a favor del Recre, propició una contra del Melilla, que a su vez concluyó con penalti de Aitor Brioso y roja al canterano. David Sánchez, desde los once metros, hizo el 3-0 antes del descanso.
Con todo decidido el segundo tiempo, al menos, no fue un calvario para el Recre. El Melilla aceptó un velado armisticio y no hostigó en exceso a un Decano que rozó el gol del honor en dos acciones de Arthuro y Antonio Núñez.
La entrada al campo paulatina de Manu Molina, Rubén Mesa y Antonio Domínguez, aparte del mero valor estadístico poco más alteró el desarrollo de los acontecimientos, ya que el partido estaba decidido en el mismo momento en que Manolo hizo el 1-0. Todo lo demás, sobró, incluido el bochorno del Recre.
MELILLA: Dani Barrio; Pepe Romero, Mahanan, Bolaños, Richi; David Sánchez; Nando, Hamin (Borja, 67′); Manolo (Koeman, 61′), Chupe; y Diego Cascón (Pendu, 85′).
RECREATIVO: Rubén Gálvez; Aitor Brioso, Edu Moya, Carlos Delgado, Mica Pinto; Jesús Vázquez, Ale Zambrano (Manu Molina, desc.); Antonio Núñez, Dani Molina (Antonio Domínguez, 72′), Cristian Fernández (Rubén Mesa, 61′); y Arthuro.
Árbitro: Jesús Muñoz Mayordomo (colegio castellano-manchego). Expulsó con roja directa a Edu Moya (26′) y Aitor Brioso (42′), por el Recreativo. Mostró la cartulina amarilla a los locales Pepe Romero (40′) y Richi (55′); y a los visitantes Ale Zambrano (19′), Antonio Núñez (63′) y Carlos Delgado (73′).
Goles: 1-0 (1′) Manolo se aprovecha de una desaplicación de la defensa en un saque de banda. 2-0 (14′) Diego Cascón, de disparo desde la frontal del área. 3-0 (44′) David Sánchez, de penalti
Incidencias: Partido correspondiente a la 17ª jornada en el grupo IV de Segunda B disputado en el estadio Álvarez Claro de Melilla.