Redacción. El Ayuntamiento de Cartaya ha puesto en marcha una iniciativa pionera de atención a menores con problemas disciplinarios “que permita a los centros de Educación Secundaria reconducir su conducta y evite que estos menores abandonen totalmente el sistema educativo”. Así lo ha explicado la concejala de Educación, Isabel Orta, tras la reunión de la Comisión de Absentismo, que presidió el alcalde, Juan Miguel Polo, y a la que también asistieron el concejal de Seguridad Ciudadana, Cristóbal Tavira, y la concejala de Servicios Sociales, María Isabel Pérez.
Orta ha explicado que el nuevo ‘Aula de Convivencia’, que con esta pretensión ha empezado a funcionar ya en el IES Sebastián Fernández, “nace desde la propia demanda del sistema educativo, ante la falta de herramientas con las que cuentan los propios profesionales para atender a este colectivo de menores”.
En base al caso de niños que tienen un comportamiento conflictivo y que reinciden en el mismo, “los propios profesionales de la Educación nos trasladan sus dudas sobre la eficacia de las medidas disciplinarias que establece el sistema y que pasan por la expulsión. Por ello, desde el Ayuntamiento, con el apoyo de los centros escolares, y los Servicios Sociales Comunitarios, hemos impulsado la puesta en marcha este proyecto pionero”. Se trata de un aula, con un horario inferior, y que integran un grupo reducido de alumnos, con los que trabaja específicamente un equipo de profesionales, entre los que se encuentran dos psicólogos, dos trabajadores sociales, educadores y técnicos municipales en la materia, “en base a dinámicas de grupo con las que se trabajan contenidos específicos relacionados con la resolución de conflictos, el autocontrol, la autoestima o el respeto a las normas, entre otros”. Además, se imparten las asignaturas instrumentales para que no se desliguen de las materias troncales que se imparten en Secundaria.
De esta forma, “se consigue un doble objetivo, enseñar a estos menores a enfrentarse a los conflictos y las situaciones con un comportamiento adecuado, y evitar que se desconecten del sistema educativo”. Además, y según destacó la responsable municipal de Servicios Sociales, “se trabajará igualmente con el entorno familiar de estos menores, mediante sesiones con la familia completa, porque, en la mayoría de los casos, estos comportamientos son reflejo de otros problemas familiares y porque es fundamental trabajar de forma conjunta con el entorno que rodea al menor”.
El proyecto pi
, “que si funciona tenemos intención de exportar a otros centros educativos de la localidad”, lo impulsan las áreas municipales de Educación y Servicios Sociales, los centros educativos de la localidad y los Servicios Sociales Comunitarios.
A esta iniciativa se une la mejora y desarrollo de un protocolo de actuación y prevención de absentismo pasivo en Primaria, que ya se puso en marcha de forma incipiente el curso pasado, “y que este año queremos perfeccionar”. Así, la Comisión de Absentismo acordó “redoblar los esfuerzos” para evitar el caso de alumnos/as que ya en Primaria empiezan a mostrar signos de futuros problemas disciplinarios, que a la postre, desembocan en absentismo activo en Secundaria. En esta línea, y con el objetivo de actuar desde la prevención, se acordó mejorar el protocolo de actuación “para hacer un seguimiento a estos menores, trabajando directamente con ellos y con sus familias, desde una atención individualizada y de acompañamiento evolutivo, de la mano de orientadores y profesionales”. Además, la idea es buscar alternativas, conjuntamente con los tutores de estos menores, para que “los períodos de expulsión se ocupen con actividades canalizadas y arbitradas”.
Estas son solo algunas de las medidas en las que se asienta un proyecto que el Ayuntamiento, con la colaboración de la comunidad educativa, “estamos impulsando de forma pionera, para perfeccionarlo de cara al futuro y que se basa en trabajar de forma coordinada y eficaz para evitar el absentismo escolar”, según destacó el propio alcalde.