Redacción. La Concejalía de Urbanismo, Infraestructura y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Huelva ha llevado a cabo durante el mes de noviembre una actuación para reforzar la iluminación de todo el entorno del Mercado de San Sebastián, consiguiendo incrementar los niveles en más del 40% en muchos espacios. El concejal del Área, Manuel Gómez, se ha mostrado satisfecho con un proyecto centrado en mejorar el rendimiento del alumbrado público, “con el que hemos conseguido aumentar la luminosidad y con ello la sensación de seguridad y cuidado en todo el entorno, y al mismo tiempo, importantes ahorros en cuanto al consumo, con sus repercusiones tanto medioambientales, como económicas”.
Siguiendo criterios de eficiencia energética, desde el Ayuntamiento de Huelva se lleva a cabo un mantenimiento programado de los puntos de luz, que supone la reposición y limpieza de las lámparas y luminarias. Se trata de revisar todas las farolas y bombillas de la ciudad de manera programada, reparándolas o sustituyéndolas por otras nuevas, con unos beneficios en cuanto a eficiencia y eficacia de la iluminación de hasta el 35%. Además, en la zona del Mercado de San Sebastián, la labor se ha reforzado para solucionar algunos puntos oscuros e intensificar la iluminación en general.
Las actuaciones se han centrado en más de 15 calles, en el entorno de Federico Mayo y Cantero Cuadrado, incluyendo sus paralelas y perpendiculares, así como las plazas interiores de la zona de Mackay y Macdonald. Sin embargo, el mayor esfuerzo se ha focalizado en las calles que rodean el Mercado de San Sebastián, como Joaquín de la Cosa, Celestino Díaz Hernández, Joaquín de la Torre, Paco Isidro, Ismael Serrano, Diego Bermúdez, Alonso de Morales o el Pasaje García Sarmiento.
En esta zona se ha actuado sobre un total de 250 luminarias, principalmente para sustituir el modelo ‘cacerola’, con más de 50 años de antigüedad, consiguiendo un importante incremento de luz. La apuesta municipal ha sido suplantarlas por nuevas cabezas de farolas de mayor rendimiento energético y menor contaminación, para poder reducir potencia, pero manteniendo, e incluso incrementando, como es el caso, los niveles de iluminación.
Por otro lado, se han sustituido todas las lámparas de mercurio, de muy baja eficiencia y totalmente obsoletas. El resultado es una luz blanca que aumenta la sensación de seguridad, con una imagen más habitable y acogedora.
Asimismo, se han instalado nuevos equipos electrónicos programables, con reguladores – estabilizadores de tensión, unos aparatos que reducen el flujo luminoso, la intensidad de la luz durante la madrugada, estabilizando la tensión, para alcanzar ahorros energéticos de hasta el 26 %.
Por último, se ha aprovechado para revisar el alumbrado del resto del entorno, mediante la limpieza de báculos y puntos de luz, sustitución de bombillas y puesta a punto del sistema eléctrico.