Redacción. En los últimos días se han iniciado en Mazagón las obras de urbanización completa de la zona residencial de El Picacho, cuyas calles carecían desde hace décadas de unas adecuadas infraestructuras; un proyecto que promueve el Ayuntamiento de Moguer dentro del Programa Municipal de Inversiones previsto para este año.
La actuación en el Picacho contempla la reurbanización completa de todas sus calles, dado que éstas presentaban desde hacía muchos años serias deficiencias y desperfectos tanto en los viales como en los sistemas y redes generales de abastecimiento, totalmente insuficientes para prestar un correcto servicio a los usuarios.
La empresa Seranco SA, adjudicataria de las obras tras el preceptivo concurso público, está ejecutando este ambicioso proyecto redactado por los servicios técnicos municipales, cuyo presupuesto total es de 950.000 euros, una cantidad que se financia mediante un procedimiento de contribuciones especiales, aportando los propietarios el 30% del importe, y el consistorio moguereño el 70% restante.
Lo más significativo de esta actuación, que ha sido supervisada estos días por el alcalde moguereño Gustavo Cuéllar y los concejales de Mazagón Francisco Martínez y de Urbanismo Rocío Domínguez, es quizás la instalación de nuevas redes interiores que por primera vez van a permitir la separación de las aguas pluviales de las fecales, lo que supone un verdadero salto de calidad en la prestación del ciclo integral del agua en la zona.
En cuanto a los nuevos acerados se realizan con losas de terrazo antideslizantes contemplando los accesos a las distintas parcelas de las viviendas, así como la eliminación de barreras arquitectónicas y un acabado de los bordillos en barbacana.
Respecto a la dotación de alumbrado público, se renuevan todas las farolas con la colocación de nuevos báculos, encargándose posteriormente la empresa concesionaria de su mantenimiento, de la instalación de las lámparas leds que permiten un ahorro en el consumo de hasta el 70%.
Tras la demolición y retirada del actual pavimento que se encuentra sumamente deteriorado, la construcción de las nuevas calzadas se realiza a partir de la colocación de una base de zahorra artificial de 20 centímetros de grosor sobre la que se extienden dos capas de emulsión asfáltica, una más gruesa en el interior, y otra de acabado más fino que será la de rodadura. En las calles con mayor anchura como son Montemar y Solymar, se complementa el nuevo pavimento con parterres y zonas ajardinadas, habilitándose también en ésta última uno de los márgenes como aparcamientos en batería.
El plazo de ejecución de este proyecto integral de urbanización en el Picacho es de unos 8 meses, por lo que con la llegada del próximo verano esta conocida zona residencial de Mazagón tendrá por fin unas infraestructuras totalmente renovadas solventándose así los problemas que desde hace décadas padecen sus vecinos y también las personas que nos visitan.