Educar a los animales y a sus amos, una tarea a la que vive dedicada Marisol Marcos

A.R.E. A sus 68 años, Marisol Marcos continúa plenamente en activo y dedicando su tiempo a la que ha resultado la pasión de su vida: educar animales, un oficio que aprendió desde muy joven y a base de viajar por diferentes lugares del mundo.

La historia de esta onubense de adopción comienza en Bélgica, país donde se instaló en 1965 y estudió ‘Educación de Perros Guía’ en la prestigiosa Scale Dogs A.S.B.L.

También ha vivido en Las Antillas, Italia, Francia o Reino Unido, lo que le ha aportado un amplio bagaje profesional y cultural, y la oportunidad de aprender cuatro idiomas: italiano, francés, inglés y, por supuesto, su lengua materna, el español.

En cada uno de estos lugares, Marcos ha perfeccionado sus conocimientos hasta convertirse en una experta en el adiestramiento y corrección del comportamiento de animales, principalmente perros y gatos, a los que conoce a la perfección y que ha entrenado para que sirvan de apoyo a personas ciegas, enfermas o a niños autistas.

Cabe destacar, que Marisol tiene una visión integral de todos los aspectos concernientes a los perros, pues se ha preparado a lo largo de su vida en todas las especialidades posibles. En este sentido, Marcos dio sus primeros pasos en Reino Unido, país que por entonces estaba muy adelantado en estos temas y en el que aprendió de los mejores todo lo relacionado con la peluquería canina, participando incluso en concursos. De Inglaterra y la estética pasó a Francia, donde estudió comportamiento y metodología canina y felina y adiestramiento de perros guía para ciegos, entre otras materias.

La experta siempre ha ejercido en el extranjero, hasta que hace unos años los médicos le detectaron problemas de tiroides y le recomendaron instalarse en un lugar con un clima más amable para que su salud mejorase. “Me vine al sur, a Huelva, el sitio que me recomendaron por su sol, el yodo y la luminosidad”, reconoce.

Ahora, su nuevo proyecto consiste en la puesta en marcha de una página web, Comportamentalista.es,  sobre educación y comportamiento canino y felino, aunque, como ella misma afirma medio en broma, medio en serio, “a quien educo, en realidad, no es al perro, es al amo”.

En su espacio web, Marisol no sólo ofrece sus consejos, sino también sus servicios y experiencia. Ella se desplaza allí donde la necesitan pues, si bien se mueve principalmente por la provincia de Huelva y Sevilla por razones de proximidad a su lugar de residencia, también ha tenido clientes, por ejemplo, en Madrid. En este caso concreto, “un señor me llamó porque tenía un perro que le ocasionaba problemas. Me fui a la capital y estuve allí unos días formándolos y, le ha debido ir bien, porque no me han vuelto a llamar”, reconoce entre risas la adiestradora.

En este sentido, Marisol afirma que “los dueños son los causantes del comportamiento de los perros. Hay una ignorancia total sobre cómo manejarlos y España, en este sentido, está a años luz de otros países de Europa. Es necesario cambiar las mentalidades”, un objetivo que se ha propuesto comenzar en la provincia de Huelva.

Fiel a su filosofía de que quien tiene un perro tiene que hacer los esfuerzos necesarios para ver resultados, Marcos trabaja mucho con los amos de los animales, a los que ve tanto dentro como fuera de sus hogares para saber cómo se comportan. Ello es especialmente relevante si se tiene en cuenta que “cuando estás ante un perro, el comportamiento que tú tienes, tu posicionamiento, es interpretado por el animal y, en función del mismo, éste sabe lo que tiene que hacer. Se trata de bloquear al perro de ciertas maneras y eso es lo que el amo tiene que aprender y lo que yo enseño. Es cuestión de voluntad y de darse cuenta de cómo reacciona el animal cuando actuamos adecuadamente”, explica Marisol.

Por otro lado, y aunque en muchas ocasiones es el dueño quien no sabe llevar al perro, eso no quita que haya animales conflictivos o con mucho carácter. En estos casos, Marisol asegura que es imprescindible saber qué no hay que hacer y ganarse la confianza del animal: “los perros, cuando son agresivos, es porque han vivido anteriormente situaciones de agresividad con otros amos y si, por ejemplo, les chillamos, recordarán su pasado y reaccionarán defendiéndose. Hay que tener paciencia en estos casos, con ella todo se corrige”.

Marisol también ha entrenado perros para personas invidentes, niños autistas o con minusvalías y, en general, para pequeños y adultos con todo tipo de problemas. En este sentido, la mujer recuerda un caso de cuando vivía en Francia a finales de los 70. Un hombre que tenía un hijo con minusvalía al que le encantaban los perros le pidió que adiestrara a uno para que ayudara al niño. “Cogí un cachorro y lo eduqué, le enseñé lo que podía y no podía hacer con el pequeño. Aquella relación con el perro le abrió al niño un montón de posibilidades. Los padres quedaron encantados y el pequeño incrementó la velocidad con la que aprendía, ya que hasta entonces no se relacionaba con nadie”, señala Marcos.

Y es que esta amante de los animales está convencida de que su labor terapéutica es incomparable e impagable, algo que ha podido corroborar con el paso del tiempo. Así, por ejemplo, Marisol explica que en Bélgica y Francia, países en los que ha vivido durante muchos años, las personas mayores están muy solas, no salen de casa, no se relacionan, en cierta medida por las condiciones climatológicas. En estos casos, los médicos les aconsejan que acojan un perro porque eso les obliga a salir para sacarlos a pasear y hacer sus necesidades y, además, porque en los parques se encuentran con otras personas en sus mismas circunstancias y se atreven más a hablar con los demás, “es muy sociable allí tener un perro”, apostilla Marcos.

Además, la experta pone de relieve que perros y gatos “no tienen barreras y, por eso, si le pides que intenten algo lo harán, porque no se ponen límites. Son muy inteligentes, conocen 100.000 veces mejor al amo que el amo a ellos, ya que lo observan todo el tiempo y siempre saben lo que va a hacer. Solo necesitan educación de base, pero eso implica dedicarles el tiempo necesario”.

Así pues, Marisol seguirá, a través de su nuevo proyecto, haciendo lo que mejor sabe, ayudar a entenderse a personas y animales para que ambos se beneficien de su mutua convivencia.