José Miguel Jiménez Serrano. La celebración marca la transición de niña a mujer de la quinceañera. Sirve como un modo de reconocer que la joven en cuestión ha alcanzado la madurez. Un evento que contiene elementos que varían dependiendo del país. Hay quienes señalan un origen precolombino, ya que en las culturas originarias del continente americano existían rituales de iniciación a la vida adulta. En otros lugares, se realizan celebraciones muy similares al cumplirse la mayoría de edad, una costumbre con cierta popularidad hace algunas décadas en España, pero que ahora se reduce a algunos círculos de la denominada ‘alta sociedad’.
La presentación de Ángela Julieth se realizó siguiendo el protocolo de su Colombia natal.Para la ocasión, la quinceañera viste un traje de noche en tonos claros o pasteles, se encuentra vestida y maquillada ligeramente, y normalmente se le coloca una tiara en el pelo y joyas en su cuello y manos. Todos los invitados visten trajes formales, incluyendo los amigos de la joven, que son de su misma edad.
La ceremonia se inició con la entrada de los padres, hermanos y abuelo, a continuación, se conformó la «corte de honor» con jóvenes, amigos de Ángela Julieth. Su hermana pequeña Luna, portó los zapatos que el padre calza a la joven como símbolo de entrada en la edad adulta. Finalmente, apareció en el recinto Ángela Julieth acompañada de su novio Jorge.
Padre y madre, realizaron el rito del cambio de zapatos y la imposición de la joya, siendo el alcalde de la localidad, Marcos Toti, el encargado de presentar en sociedad a la joven. El primer edil zalameño, realizó una semblanza de Ángela Julieth desde los recuerdos de su tierra natal, hasta sus sueños de cara al futuro, brindando posteriormente.
El siguiente elemento del ritual es el denominado «candil de los deseos» , donde la joven fue apagando las quince velas pidiendo un deseo por cada una. Tras iniciarse el baile con el tradicional Vals, el padre es el encargado de iniciar la ronda de bailes, para continuar con la pareja y miembros de la corte de honor.
La familia y la propia Ángela Julieth, se dirigieron a los asistentes donde aparte de muchos zalameños y zalameñas, se encontraban amigos y familiares de la comunidad latinoamericana residente cerca de la localidad.
Una piñata, una tarta y una serenata cantada por un grupo de mariachis, fueron algunas de las sorpresas que se desarrollaron durante una noche especial por muchos motivos.