Ángel Custodio. Menudo lio han creado los de la Organización Mundial de la Salud con la publicación del informe sobre las carnes elaboradas. A la industria cárnica, especialmente a la del cerdo le va a crear un serio problema, porque más de uno o una, va a dejar de comer carne radicalmente por temor a la terrible enfermedad.
Lo más lamentable es que, dentro de no mucho tiempo, puede ocurrir como con la sardina, por ejemplo, que en nuestra niñez nos decían que no debíamos comerla porque nos saldría una erupción o cosas peores y ahora nos dicen que si las comemos, nuestro corazón se reforzará y evitaremos otras enfermedades.
He pensado que en Alemania, donde consumir salchichas es casi un deporte nacional, ahora lo único que tomaran es pan con maneca, para evitar el riesgo de la terrible enfermedad.
Creo que antes de publicar el informe, debieron hacer un “pre-comunicado” informando que todo tiene un límite y los excesos, a la larga pasan factura.
Esto de los informes sobre las comidas, me ha recordado que hace muchos años en uno de los inventos que publicaba el TBO, se mostraba un informe que manifestaba que “se había descubierto lo que producía la terrible enfermedad y eran las pepitas de las sandias, porque todos los afectados habían comido sandía, por lo menos, una vez en su vida.””
Moderémonos en nuestros hábitos alimenticos y sigamos los consejos de los facultativas de turno, porque ellos cuidan nuestra salud, porque yo no he sabido de nadie que se muriese por comer jamón.