Redacción. En la mañana de este miércoles 21 de octubre se ha hecho efectivo el cambio de denominación de EMED Mining, que a partir de ahora pasa a llamarse Atalaya Mining. Este cambio que la Compañía ha anunciado este miércoles a los mercados fue propuesto por el Consejo de Administración y aprobado el pasado 13 de octubre por la Junta General Extraordinaria de accionistas de EMED Mining, empresa propietaria del Proyecto Riotinto.
Este será el nombre con el que la compañía continuará cotizando en las bolsas de Londres y Toronto, y por el que será conocida a nivel internacional. Se trata pues de un homenaje a los orígenes de la minería en Huelva y una manera de marcar un nuevo tiempo para la empresa y para el entorno de Riotinto, donde tiene su proyecto estrella y base de operaciones.
La nueva identidad corporativa del grupo ATALAYA Mining incorpora los elementos icónicos de la imagen creada para el Proyecto Riotinto y que fue diseñada por sus propios empleados para representar el paisaje único de la mina de Riotinto.
La Compañía ha presentado además una nueva página web corporativa para el público internacional, que puede visitarse en www.atalayamining.com.
Por otra parte, se informa de que ha culminado con éxito el proceso de agrupamiento de las acciones de la Compañía, por el cual 30 acciones existentes han sido canjeadas por 1 de las de nueva emisión.
El Proyecto Riotinto, propiedad de Atalaya Mining, supone la reactivación de la producción de concentrado de cobre en las instalaciones minero-metalúrgicas de Riotinto. Actualmente está acometiendo los últimos ajustes para arrancar la producción comercial de cobre en los próximos meses.
Para ello trabaja, en una primera fase, en la puesta en marcha de las instalaciones de tratamiento de mineral existentes, hasta alcanzar una capacidad para procesar 5 millones de toneladas de mineral al año, continuando con una fase intermedia de 7´5 millones de toneladas al año. En este proceso se realiza una inversión de 127 millones de Euros, con una plantilla de 250 empleados, la mayor parte de ellos provenientes del entorno, a los que hay que sumar los puestos de trabajo indirectos e inducidos generados.